Alex.
La noche anterior fue una mierda, una tremenda mierda. Joder aun ardía de celos ante la imagen de Anderson y Ela, mi Ela. Besando los labios de ese idiota. Pero no podía culparla, yo la lastime. Mierda y justo esa noche era mi noche de despedida. Mis padres si salieron de la ciudad, pero fue para organizar todo el papeleo para que yo pueda ingresar a la clínica, no como Alice piensa que fueron a tomar vacaciones.
Era mi despedida.
Y lo arruiné.
No cumplir mi promesa y la lastime.
Me dolió ver el odio en sus ojos y cuando se cristalizaron. Escuchar su voz ahogándose por no pronunciar las palabras. Pero me ardió mas ser la razón de tanto dolor en ella.
Yo... la estaba perdiendo.
Quizás si sabia que en algún momento ella avanzaría y me dejaría. Pero eso no quito que ver la determinación en sus ojos me doliera como la mierda. Yo no bese a Mahite ella lo intento, pero la aleje.
Solo que ella no lo vio.
Me levante de la cama sin muchos ánimos. Mire mi maleta que estaba alado de la puerta, sopese antes de girarme a mirar mi álbum. Creo que en mi vida siempre fui una persona masoquista, por ello decidí abrir el álbum esa mañana a solo 6 horas de irme y quizás no volver.
Mi madre siempre tuvo su pasión por la fotografía así que siempre tuve muchas cámaras en mi vida que grababan cada momento, por eso aun me acuerdo de la tarde en la que vi a Ela enamorarse de la fotografía por completo y como por primera vez sentir que algo de mi fue quedándose con ella.
— ¿Que es eso Alex? Dijo Ela mirando con asombro a la pequeña cámara que sostenía en las manos.
— Es una cámara, la cámara de mamá para ser específicos. Refute como si fuera todo un genio.
Tenia una rara manía de querer sobresaltar con Ela.
—¿Y que se hace con una cámara?
—Pues mamá dice que es para captar emociones en un solo papelito de papel pero que es una muestra de nosotros.
—¿Esa cosa puede ver mis emociones?
—Aja, mamá dice que una cámara nos ayuda a guardar momentos.
—¿Momentos importantes? Pregunto aun dudosa como si no estuviera segura.
—No necesariamente también pueden ser simples...
—¿Pero encantadores?
— Ya vas entendiendo Ela. Me gusto ver esa chispa en los ojos de Ela y su sonrisa tímida amenazando con salir.
—¿Puedo... me podrías dejar tomarte una foto?
—¿A mi?
—Sí... por favor. La mire con una ceja alzada.
—Vale, pero que sepas que no soy el mejor modelo ya que se me dan fatal sonreír. Le explique como funcionaba y que si quería captar el momento tenia que aprisionar el botón de arriba.
Me aleje unos cuantos pasos de ella para que pueda captar la imagen, entonces es cuando la veo a ella con su dos trenzas y sus ojos color avellana mirándome fijamente. Ver su sonrisa contagiosa me causo un revuelo que no lo entendía. Pero sonreí de verdad y ella me sonrió de vuelta.
Ahí supe por primera vez que sentía algo especial hacia ella solo que... era demasiado pequeño para entenderlo.
Vi las diversas fotos que teníamos juntos, como con cada foto era una etapa nueva y como íbamos creciendo. De ver a una Ela pequeña y a un Alex que todavía no tenia idea de lo que la vida hacia y sus jugadas. Las fotos de Peter, las de Alice, las de Eliot, las de mi mamá, las de mi papá y las de mis abuelos.
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Algo Simple ®
RomanceAlex y Ela han sido mejores amigos desde que en una noche de navidad en un momento tan simple pero tan mágico el la baño de cupcakes y ella... pues le grito lo tonto que era. Dos pequeños caminos que se entrelazan viviendo y creando su propia conste...