Había pasado la noche en el apartamento de Ethan. Mi padre me había llamado a primera hora para que volviera a casa ya que muy a las 11:00am llegaría la persona que de ahora en adelante velaría por mi seguridad, y aunque deje claro y le insistí varias veces que no seria necesario tener un guardaespaldas, no tuve elección y no hubo mas remedio que obedecer y volver a casa.
—Deja que vaya contigo. Quiero conocer al tipo que estará mas tiempo que yo junto a ti —Dijo en tono burlón.
—¿Es eso? o ¿Tienes miedo de que sea más guapo que tú? —Sonreí y le rodee el cuello con mis brazos. No hizo más que esbozar una sonrisa irónica.
—Más bien de que te enrolles con él como lo haces con todos.
Puse los ojos en blanco y me separé de él sin dejar de sonreír. Su estúpido comentario tuvo un poco de efecto en mi, solo un poco. Pero no lo notó, ya comenzaba a cansarme con sus comentarios sin sentido alguno.
—Que te digo Ethan. La que quiere puede.
Touché
—No seas arrogante Hebe. Estoy cansado de que...—Lo interrumpí al instante.
—Ya para —volví a poner los ojos en blanco— ¿Me acompañaras o no? No tengo mucho tiempo y ya sabes como es mi padre con la puntualidad.
Frunció el ceño y lo dudo un momento. Terminó por asentir y ambos nos dirigimos a su auto rumbo a mi casa. En el trayecto ninguno dijo nada y podría asegurar que el ambiente se sentía tenso. Rogué por llegar pronto y no tener que aguantar mas sus celos estúpidos y su mal humor.
En cuanto llegamos a casa mi padre me dio una mirada de muerte, le di una pequeña sonrisa inocente y lo dejé a solas con Ethan. Subí a mi cuarto a darme un baño, uno que necesitaba.
Ethan ya me tenía bastante irritada, quería corresponderle y me esforzaría por estar solo con él pero precipitarme era algo que no haría.
Primero porque: Tratar de sentir algo por alguien de la noche a la mañana es algo imposible y mas cuando tu madre te dijo toda la vida que enamorarse era algo malo, además ¿No se supone que es algo que pasa de repente?.
Segundo: El cambio de hábitos repentino también es algo muy difícil de lograr, siempre he buscado a los chicos para acostarme con ellos, luego de eso los olvidaba, es algo que he hecho por muchos años, más o menos desde los quince y ahora tengo veinte, dejarlo no seria fácil y menos si Ethan me presiona para hacerlo.
Tercero y último: No dejare de hacerlo, no aún. Para finales de este año perderé mi completa libertad porque estaré casada con él, no desperdiciare el poco tiempo que me queda por estar solo con él en una relación que sabrá Dios si saldrá bien, así no funcionan las cosas para mi.
Salí de la ducha y rebusque en mi armario un Jean cualquiera y un top cuello tortuga negro, mi favorito de hecho. Apenas me vestí caminé hacía mi tocador y agarré un brillo labial para aplicarlo sobre mis labios, también apliqué algo de delineador sobre mis ojos, cepillé mi cabello y me eche un ultimo vistazo en el espejo.
Estas fantástica. Como siempre.
Bajé al salón en cuanto escuche a mi padre llamarme con insistencia, rodee los ojos con notable irritación en cuanto vi a mi madre parada justo al lado de él, también estaba mi hermano Marshall que tenía cara de querer matar a todo el mundo, pude sentir su aburrimiento y fastidio desde la distancia.
—Hebe ¿Te das cuenta de lo tarde que es? —Dijo Lily.
Miré con desinterés la hora en el reloj de mi muñeca y me encogí de hombros.
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Todo Por Tenerte [COMPLETA]
Teen FictionPara Hebe Miller la vida nunca fue tan complicada, se basaba en una repetitiva rutina; ir a la universidad, volver a casa, salir con sus amigos los fines de semana, salir a fiestas y enredarse con uno que otro chico siempre que podía; cenas familiar...