Capitulo 08

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-Detente Marlo. -Rogué.

-¡¿Estas loca?! Me estoy divirtiendo mucho.

Siguió tirando palomitas a mi rostro y yo me cubrí con las manos divertida por la acción de mi mejor amigo.

-¡Que te detengas! -Grito Ethan de repente-. No ves que puedes lastimarle la nariz.

Marlo lo miro por unos segundos para después soltar un carcajada.

-Cállate mil años Ethan, hazle ese favor a la humanidad.

El nombrado lo fulmino con la mirada. Yo desvié la vista a Sam, quien estaba sentado en una silla un poco alejado de nosotros, leía un libro y esa simple acción lo hacia ver como un ángel. Yo sonreí de lado y quite mi mirada de su rostro.

Ayer la había pasado tan bien con él y hoy simplemente debíamos fingir indiferencia.

-Señorita Hebe -Habló una de mis empleadas llegando al salón-. Su amiga, la señorita Abby acaba de llegar.

Sonreí.

-Hazla seguir. -Asintió y poco después Abby se se hizo presente ante nosotros.

Nos visualizo a cada uno de nosotros hasta que su vista se poso en Sam, lo miraba con mucha seriedad causando en mi mucha desconfianza por parte de ella.

El rubio al notar su presencia se levanto y le hizo reverencia volviendo así a su posición inicial.

-¡Hey! ¡Pelirroja! -La llamo Marlo-. Hace mucho no te veía.

Abby rodo los ojos y camino hasta nosotros, beso a Ethan en la mejilla y a mi me dio un cálido abrazo.

-¿Por qué jamás me lo presentaste? -Me susurro.

-No había tenido la oportunidad, además después de lo que paso volvió a trabajar formalmente con nosotros apenas hace unos días.

-Ya veo -Se sentó en medio de Ethan y yo. El rubio soltó un gruñido de molestia al ser separado de mi lado.

Los tres parlotearon un buen rato en lo que yo adelantaba mis trabajos atrasados de la universidad. ¿Por qué decidí tomar calculo en nivel dos? Joder, ahora me estaba arrepintiendo. Puse una mueca y fruncí mi ceño sin entender uno de los ejercicios.

-¿Qué pasa cariño? -Me pregunto Marlo y Ethan lo miro mal. Sonreí divertida.

-No logro entender esto. -Confesé frustrada señalando con mi dedo el ejercicio.

Marlo se acerco hasta mi y miro aquel ejercicio, reí fuertemente cuando hizo mueca de asco, tampoco lo entendía. También Ethan y Abby echaron un vistazo obteniendo el mismo resultado que Marlo.

-¡Hey! ¡Sam! -Lo llamo el pelinegro y el rubio de cabello largo alzo la vista.

-¿Si?

-Puedes venir un momento por favor. La hermosa damisela que proteges de los males del mundo necesita tu ayuda.

Sam rió y en un asentimiento se levanto y se encamino en nuestra dirección. Golpee con fuerza el brazo de marlo, avergonzada.

-¿En que puedo ayudarte? -Me sonrió y yo me puse roja al acto.

-¡Pero que necesidad de que le sonrías así a mi novia!

Todos ignoraron a Ethan a excepción de Abby, quien al querer defenderlo fulmino a Sam. Yo le devolví la sonrisa y le hice espacio en el sillón para que pidiese sentarse allí.

-No logro entender este ejercicio. -Le mostré el pedazo de papel.

Lo tomo entre sus largas manos y lo analizo unos segundos para luego comenzar a explicarme en que se basaba el ejercicio matemático. No me sorprendió. Sabia que Sam era muy inteligente.

Todo Por Tenerte  [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora