Epílogo

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Para Hebe Miller la vida nunca fue tan complicada; O bueno, quizá aquello era lo que ella misma se obligaba a creer. Sabía que a lo largo de los años había pasado por constantes abusos por parte de su madre, una persona horrible que siempre demostró que por su hija no sentía más que odio.

Hebe aparentaba ser una chica dura y despreocupada, alguien que solo tenía como prioridad el disfrutar de su juventud y sexualidad sin medir excesos, una chica que no era la mejor en su clase a pesar de que tenía una mente brillante. Pero claramente solo fingía.

Su madre, Lily Miller le inculcó por años algo que a Hebe le desconcertaba por completo a pesar de que la obedecía sin oposición. El enamorarse; aquella joven nunca entendió el porqué su madre la castigaba tan duramente si se enteraba que su pequeña hija experimentaba algo como el amor, por aquello siempre se reprimió, le aterraba que su madre la golpeara y la lastimara con aquel pequeño aparato que le daba fuertes descargas eléctricas, tanto así que prefería morderse sin cesar su pequeño y débil cuerpo a tener que soportar lo que su madre le hacía.

Sus mejores amigos, Marlo Patrick y Abby Green, en quienes se apoyaba en sus mejores y peores momentos siempre la impulsaron a sentir algo por su prometido, Ethan Campbell. La animaron a no reprimirse y a no temer  lo que su madre pudiera decirle, lo que ellos no sabían era que Lily, era una bruja que abusaba de su hija psicológica y físicamente.

Pero a pesar de eso, Hebe estaba empezando a sentir pequeñas cosas por Ethan y aunque se sentía aterrada por lo que su madre le pudiera hacer, lo quería intentar; después de todo, la joven estudiante de psicología era una adulta, lo que significaba que podía hacer lo que le diera la gana, cosa que muy en el fondo de su ser sabia que no era así.

Justo después de que Hebe estaba decidida a intentar sentir algo por Ethan  llegó alguien que cambió por completo su perspectiva de la vida.

Sam werner, un joven de 21 años con ascendencia Coreana por parte de su madre y Alemana por parte de su padre, se vio cautivado por Hebe desde el primer día en que la vio. Pensó de inmediato que la hermana menor de su mejor amigo era una chica preciosa con la cual seria interesante salir.

Al igual que Sam, Hebe también se vio altamente cautivada por aquel chico ojirasgado, de cabello largo y de un rubio teñido. Para ella aquello sólo era una simple atracción o al menos eso quería creer, porque sentía temor a lo que este chico, con una elaborada fachada de guardaespaldas le hacia sentir. Y es que Sam despertó en Hebe sentimientos que nunca había sentido, logró que aquella chica ruda se enamorara perdidamente de él, tanto como él lo estaba de ella. Porque si, Sam se había enamorado de Hebe desde el primer momento en que se presentaron el uno al otro.

A medida que el tiempo pasó y ellos se fueron conociendo; Hebe, el pequeño girasol, porque así solía llamarla Sam, fue perdiendo aquel temor que sintió por años, quería ser libre, quería amar incondicionalmente, quería darle un fin rotundo a aquellas ataduras que su madre le mantuvo por años. Ella estaba dispuesta a darlo todo por su libertad, estaba dispuesta a arriesgarse a amar y aunque fue difícil y atemorizante lo logró.

Logró amar incondicionalmente a aquel chico que la enamoró, aquel chico que la amo desde el primer momento, aquel chico que prometió protegerla de todo y de todos y aunque tuvieron altas y bajas, ambos supieron solucionarlo creando una unión única y una conexión que solo ellos tenían. Si, Sam y Hebe se amaban.

Ella lo había hecho esa misma noche, aquella en la que invitó a su rubio teñido a tener una cita con ella, aquella en la que le tomó más fotos de las que tenía planeadas. Esa noche, después de aquella cita tan maravillosa e inolvidable, Hebe llegó a su casa, directamente a su habitación, conectó su cámara a su computadora y con la ayuda de su impresora imprimió cada foto tomada, había una de tantas que se convirtió en su favorita, una en la que su rubio se veía hermoso a sus ojos, una que guardando solo para ella con la esperanza de algun dia mostrarsela a su chico, escribió en su respaldo:

Mi chico más preciado, indudablemente lo has logrado. Estoy tan enamorada de ti que incluso me asusta pero no importa, aunque me costó aceptarlo al fin estoy dispuesta a estar contigo sin importar qué, sonará tonto y hasts cursi Mimi pero yo te amo, si, lo hago.  Te amo mucho...ya mañana podremos estar juntos sin ningún compromiso estúpido que lo impida. Y lo repetiré una vez más, te amo. Solo espero poder darte esta foto de tu bonita cara cuando ya haya pasado un tiempo y los dos estemos más seguros aun de lo que sentimos, no se que pasará mañana, pero sea cual sea el resultado quiero recordarte que si joder ¡Te Amo! Y es que me costó tanto aceptarlo antes, que ahora que lo hago no puedo dejar de decirlo. Hasta aquí mi reporte Mimi.
Att: Tu pequeño girasol.

 Att: Tu pequeño girasol

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Fin.




☆16 / 07 / 2022☆

Todo Por Tenerte  [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora