Por suerte de camino a mi habitación no nos habíamos topado con ningún empleado de la casa. Mi estado era pésimo y ellos no dudarían en avisarle a papá que algo anda mal y el que Richard se enteré solo empeorará las cosas porque sin pensárselo dos veces apoyaría a Lily.
Cuando llegamos a la habitación Sam abrió la puerta frente a mi, permitiéndome pasar primero. Me adentré sin muchas ganas y suspiré cansada.
Estaba tan cansada que lo único que deseaba hacer ahora era huir lejos a donde nadie me conociera. Caminé y me sente en la cama. Sam estaba parado en la puerta, esperando Dios sabrá que. Fruncí el ceño y lo miré con algo de confusión.
-¿Porque no entras? -Pregunté cansada.
-Dijiste que no cualquier chico podía entrar aquí. -Dijo mientras se aproyaba en el marco de la puerta.
Entrecerre los ojos y negué. ¿Acaso él se considera cualquiera?
Me queje por el dolor en mi abdomen en cuanto volví a levantarme de la cama. Caminé hacia Sam y cuando estuve frente a él lo agarré de la mano para halarlo hacía el interior de la habitación. No se resistió.
-Tu no eres cualquier chico Sam. -Dije después de cerrar la puerta tras de mi.
-Lo sé, pero no iba a entrar si no me lo permitías.
-Por favor siéntate y espérame en lo que me ducho.
Asintió y comenzó a mirar com curiosidad mi habitación. Su atención quedó puesta en las fotos que decoraban la pared, fotos que había tomado yo.
-¿Estas fotos las tomaste tu? -Preguntó dirigiendo la mirada hacía mi.
-Si. Me gusta mucho la fotografía. -Respondí desganada.
El rubio me dio una sonrisa cálida y volvió la vista a las fotos. Analizando así cada una de ellas.
-Vaya. Si que sabes expresarte a través de tus fotos, son preciosas.
-Eres él único que las ha visto, así que considerate afortunado.
-Lo soy. -Agregó.
Me dirigí a mi armario y de este saque la ropa más cómoda y holgada que tenía. Justo ahora no me sentía bien conmigo misma como para usar lo habitual. La deje sobre la cama y sin pensármelo dos veces me quite la camisa que traía puesta, de modo que solo quedé en sujetador.
Me conocía lo suficientemente bien con Sam como para tener la confianza de estar así frente a él.
Su mirada traviesa se posó en mi unos segundos. Fue así hasta que me escaneo con la mirada y su expresión cambió a una muy sería.
-¿Que te pasó en el brazo y en el abdomen? -Sus ojos desprendían furia.
Espera ¿El brazo?
Le eché un vistazo a ambos brazos y mierda, uno de ellos, el derecho tenía marcada la mano de Lily, incluso algunas marcas de sus uñas enterradas en mi piel yacían en el. Maldije en mis adentros.
-No es nada importante. -Evadí su mirada penetrante.
Sam se levantó y se acercó a mi para mirarme más detalladamente.
-¡Joder Hebe! ¿Quién te ha hecho esto? -El tono en que lo dijo hizó que algo dentro de mi se quebrará.
-Me iré a duchar, espérame aquí.
Me di la vuelta dispuesta a irme a bañar para no tener que hablar del tema con él, pero me lo impidió. Me agarró muy suavemente del brazo izquierdo girandome hacía él para encararlo.
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Todo Por Tenerte [COMPLETA]
Roman pour AdolescentsPara Hebe Miller la vida nunca fue tan complicada, se basaba en una repetitiva rutina; ir a la universidad, volver a casa, salir con sus amigos los fines de semana, salir a fiestas y enredarse con uno que otro chico siempre que podía; cenas familiar...