Ya habían pasado varios días desde que me dieron de alta en el hospital. En el transcurso de la semana fui al juzgado un par de veces.
Aparte de ser arrestado el tipo fue acusado de abuso de la fuerza e intento de secuestro, al parecer no fui la única víctima, hizo lo mismo con otras chicas, lo habían denunciado varias veces solo que el muy imbécil lograba pasar desapercibido con la policía. Gracias a Sam que lo retuvo esa noche fue que pudo ser enjuiciado.
Los doctores me ordenaron diez días de incapacidad. El día que me dieron de alta quedé horrorizada al verme al espejo por primera vez desde entonces. Tenía moretones por toda la cara, partes abiertas en mis labios, y lo peor de todo, mi nariz fue re construida porque con los golpes ese hijo de perra me rompió el tabique, ahora parecía que me hubiera hecho una rinoplastia, la parte de mis ojeras y mis parpados inferiores estaban morados, casi negros. Nunca me vi en la necesidad de operar mi nariz porque me gustaba como era, pero según los doctores, la cirugía de re-construcción no garantizaba que mi nariz fuera verse igual al momento de sanar, así que según el resultado, tendría que pasar por algunas consultas y posibles cirugías más.
Fueron días bastante estresantes para mi, me la pase llorando a causa del arrepentimiento que sentía por haberme topado con ese tipo, mi padre al notarlo decidió que lo mejor que podía hacer era volver a terapia con mi psicóloga personal, no me negué obviamente, como estudiante de psicología sé que la terapia y las visitas constantes al psicólogo son necesarias, ya sea que tengas una salud mental estable o no.
No había visto a Sam desde que salí del hospital, papá dijo que también tuvo que ir al juzgado varias veces, además de que mi padre le dio algunos días en lo que tomaba la decisión de despedirlo o darle una oportunidad. Al final yo acepté la propuesta de Ethan y me convertí en su novia, raro de hecho, porque ya estábamos comprometidos.
—Cariño, Abby vendrá ¿No? —Dijo mientras peinaba mi cabello con sus dedos.
—Si, espero que llegue pronto o se me hará tarde para ir a con Agatha.
—Pues si no llega te acompañaré con el mayor gusto del mundo —Me besó con el mayor cuidado.
Correspondí su beso segundos después, era cálido pero lo único que causaba en mi era...bueno ni yo lo sabía, realmente besarlo ahora no se sentía como antes, causaba más en mi ver a Sam sonreír o simplemente respirar.
Me separé de él en cuanto escuché pasos aproximarse al salón. Sentí un choque eléctrico recorrer todo mi cuerpo en cuanto vi a Sam junto a mi padre.
Un momento ¿Sam estaba en casa?
Ambos unimos nuestras miradas y el nerviosismo se apoderó de mi. Se había recortado un poco las puntas de su cabello y aunque no era mucho su cambio seguía viéndose igual de atractivo. Ambos se acercaron a nosotros y yo me pare del sofá al instante.
—Hebe cariño. —Me sonrió—. Sam seguirá trabajando para nosotros.
Mi sonrisa se amplió y de nuevo aquella sensación en el estomago se hizo presente, la de las mariposas.
—Eso...eso es genial Sam —Di un paso hacia él—. Ya te echaba de menos. —Bromeé.
En el fondo era enserio.
Mi padre estaba neutro, Ethan —Supuse porque mi vista estaba fija en Sam— Rodo los ojos. El rubio teñido sonrió, y de alguna forma entendí que él también me había extrañado, o al menos eso quería creer yo.
—Le he explicado y lo he instruido en nuevas cosas. De ahora en adelante te vigilará incluso estando dentro de la casa, a dónde sea que vayas, Sam estará ahí para cuidarte. No tienes permitido ir a bares ni discotecas, no me importa si eres mayor de edad.
ESTÁS LEYENDO
Todo Por Tenerte [COMPLETA]
Teen FictionPara Hebe Miller la vida nunca fue tan complicada, se basaba en una repetitiva rutina; ir a la universidad, volver a casa, salir con sus amigos los fines de semana, salir a fiestas y enredarse con uno que otro chico siempre que podía; cenas familiar...