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Sora y Xiao estaban sentados en dos sillas, en frente de ellos estaba la tal Keching. El peli-dorado no tenía ni la mínima idea de quien era ella y cuál era su cargo en el pueblo de Liyue.

—A qué se debe su visita, majestad? — preguntó con respeto la tal Keching.

—Vengo a pedirte que le digas al Alto Mando que ya he encontrado a mi omega — hablo el rey con formalidad.

—¿Es acaso el de cabellos dorados su omega? — Keching dirigió su mirada al omega, intimidándolo.

—Así es. También tengo entendido que debo decirle al pueblo — el rey dijo.

—Es correcto, el pueblo debe saber quien será el Omega que dará a los herederos — asiente aquella mujer —Podría decirle al pueblo en este instante — Keching apuntó hacía afuera, donde estaba la gente del pueblo.

—Creo que mejor le dire al pueblo en otro momento, ellos ya sacarán sus teorías al verme con Sora — Xiao responde.

—Si así lo prefiere, está bien — la mujer se levantó de su asiento, siendo seguida por el rey y el peli-dorado.

Ambos alfas empezaron a caminar, y Sora iba detrás de estos. A Xiao enserio se le hacia raro que él supiera el comportamiento que debía adoptar. Sora fue seguido por Chongyun, pero este no iba con la cabeza gacha, pues al no ser omega del líder, no debía comportarse con tanta sumisión.

Todo el pueblo se inclinó en cuanto vieron al rey salir. Keching y el rey iban caminando, ambos omegas detrás de estos, pero de repente un grito de escuchó.

Sora solo sintió como alguien le agarraba, al voltear pudo ver a un alfa ¿Por qué rayos ese alfa sujetaba su brazo? El peli-dorado se preguntó.

—U-Usted... — aquel hombre trató de jalar al rubio.

Un fuerte gruñido se escuchó por el lugar. Xiao había visto como alguien agarraba a su omega, y eso no le había gustado para nada. Todo el pueblo jadeo sorprendido en cuanto vieron tal atrevimiento del alfa al acercarse al omega de cabellos dorados. Chongyun trató de separar al alfa que sostenía a Sora, pero fue inútil.

Aquella mirada, Sora la conocía, conocía a ese alfa de algún lugar ¿Pero de donde? Aquel alfa seguía sujetándolo del brazo, tratando de jalarlo. El peli-dorado sabía que el alfa trataba de llevarlo lejos de allí ¿Pero por qué?

—El príncipe de Snezhnaya... — susurró el hombre, por lo que solo Sora pudo escuchar aquellas palabras, abriendo sus ojos como platos.

No pasaron segundos para que el alfa fuera quitado bruscamente. Xiao se encontraba gruñendo y Sora estaba aturdido.

—¿¡Quién te has creído para tocar a mi omega!? — El rey gritó.

—¿Su omega? Imposible... — el alfa volteó hacia el peli-dorado.

—¡Guardias! — gritó Xiao e inmediatamente unos guardias se acercaron —¡Llévenselo de inmediato, su vida no será perdonada! — los guardias simplemente asintieron, para después llevarse a aquel alfa.

—No... — susurró Sora al saber que matarían al hombre —¡No lo mates, Xiao! — al omega se le cristalizaron los ojos.

—¡Trató de llevarte y se atrevió a tocarte, eso es imperdonable! — el rey dice con furia.

—¡Pero no me hizo daño! — el peli-dorado reclamó, no quería que mataran a ese alfa por su culpa.

—¡Ya tome mi decisión, omega! — gritó el alfa y Sora simplemente se calló y agachó su mirada.

Todo el pueblo veía aquella escena con sorpresa "Pobre omega" eran algunos de los comentarios de aquellos pueblerinos, pues absolutamente todos sabían lo duro y malo que era aquel rey.

Sora volteó hacía todas partes y por primera vez, pudo ver cómo era el pueblo, y se sorprendió al ver aquellas casas tan feas y destruidas, la gente tenía ropa sucia y todas color beige. Aquello lo hizo sentir mal ¿Por qué estaba este pueblo tan destruído? Él volteó hacia su ropa y a la ropa de Chongyun y el rey. Absolutamente se notaba la diferencia de posesión social.

En aquel momento, Sora se hizo una promesa.

Si iba a ser el Omega del rey, el mismo se encargaría de ayudar a aquel pueblo tan destruído.

Si iba a ser el Omega del rey, el mismo se encargaría de ayudar a aquel pueblo tan destruído

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—¡Eres un estupido! — gritó Xiao en cuanto llegaron al castillo.

Apenas llegaban y Sora estaba siendo reprendido por el "mal comportamiento" que había adquirido en el pueblo, al contradecir al rey.

—¡Dijiste que ya no me gritarías! — el peli-dorado se acercó al rey.

—¿¡Y cómo quieres que reaccione al saber que me has faltado el respeto!? — gritó de vuelta el alfa.

—¡Querías matar a alguien inocente! ¿Qué querías que hiciera? — el Omega frunció el ceño.

—¡Se atrevió a tocarte y eso está absolutamente prohibido! — el rey se acercó al omega, mientras este retrocedía.

—¡Pero ni siquiera me lastimo! — le respondió el pelo-dorado.

—Eso no importa, es este momento deben estar ejecutándolo — dijo Xiao y el Omega reaccionó.

Sora corrió a donde suponía era el calabozo del castillo, siendo seguido por Xiao, quien le gritaba que se detuviera.

Sora llegó a un lugar donde habían escaleras que dirigían hacía abajo, rápidamente bajo, llegando a un lugar más frío y oscuro. Aun podía escuchar los gritos de Xiao, por lo que corrió con más prisa. Cuando por fin pudo ver algunas celdas, corrió más, y entre más corría, podía escuchar unos gritos. Sora fue más profundo y pudo ver una puerta más grande, pero estaba cerrada, y allí vio que había una ventana a un lado, por lo que se asomó, pudiendo ver una guillotina y él mismo hombre que lo tomó del brazo allí, apuntó de ser decapitado.

Y antes que Sora pudiera decir algo, la cuchilla fue soltada. El de cabellera dorada pudo ver cómo era asesinado aquel hombre, y las lágrimas del peli-dorado no tardaron en salir, acababa de ver una de las escenas más aterradoras que pudo haber visto en toda su vida.

De repente, siente unos brazos rodeando su cintura por detrás. El peli-dorado seguía llorando debido a lo que acababan de ver, estaba sollozando fuertemente, pero el aroma a chocolate que provenía por detrás de él, lo calmaba, haciendo que los sollozos sean menos fuertes.

—Por eso no quería que vinieras aquí abajo... — susurró el rey en su oído.

—L-lo m-mata... — el Omega es interrumpido.

—Lo siento — fue lo único que escuchó el peli-dorado.

My King - Xiaether - OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora