XVI

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El de cabellos dorados se acercó con timidez al alfa que se encontraba en el borde de la cama, este al sentir su aroma de vainilla y cereza volteó a verle. Xiao notó el nerviosismo que tenía Sora, por lo que el alfa empezaba a preocuparse sobre que podría estar pasándole.

—Sora, necesito saber que me pasa. Chongyun no me quizo decir y me dijo que tú tenías que ser quién me lo dijera — el alfa se levantó de la cama para ir hacia el peli-dorado.

—Es que... es complicado — el menor empezó a jugar con sus manos nervioso.

—Necesito saber ¿Qué pasa si muero? — el rey estaba desesperado.

—¿Tú lo sabías verdad? — el menor empezó a derramar lágrimas.

—¿Saber qué cosa? — el mayor estaba confundido.

—T-Tú sabías que somos destinados... — susurró Sora sollozando, dejando al rey sorprendido.

—¿Q-Qué? Y-Yo... — el alfa se había puesto nervioso.

—Si sabias... ¿¡Por qué no dijiste nada!? — el menor grito la pregunta.

—¿¡Y qué querías que dijera!? — grito el rey —"Hola, Sora, eres mi pareja destinada y debemos estar juntos" — el rey hizo una imitación —¿¡No sería algo tonto!?

—¡No solo se trata de ti, también estoy involucrado en esto! — el peli-dorado grito enfadado.

—¡Pero no sabía cómo decírtelo, no es algo que se toma a la ligera! — el rey también estaba enfadado —¡Además, eso no explica el por qué me desmayé!

—¡Pues yo no pienso explicarte nada! — dijo el peli-dorado para después dirigirse al armario y agarrar aquella capa celeste con toques esmeralda que tenía cuando llegó al castillo, para después irse corriendo.

Mientras Sora corría, se puso la capa y cuando ya la tenía puesta se fue hacia la entrada del castillo. Cuando ya estaba allí, fue hacia la gran puerta y como pudo, la abrió.

Sora se dio cuenta que Beidou lo vio mientras corría, pero el peli-dorado solo siguió corriendo hacia afuera del jardín delantero del castillo. Cuando por fin estuvo totalmente fuera del castillo, se dirigió a un bosque que estaba cerca de allí y se adentró a este. Sora se escondió detrás de un árbol, aún pudiendo ver el castillo, y es cuando se dio cuenta que un grupo de guardias salió del castillo, y el peli-dorado supuso que irían a buscarlo. El Omega necesitaba estar al aire libre para pensar lo que ocurría.

Sora se adentró aún más al bosque, perdiendo la vista al castillo. El de cabellera dorada corrió, hasta que se cansó y se sentó en una roca que estaba allí en el piso y empezó a llorar. Se sentía engañado, aún cuando él ya sospechaba que era la pareja destinada de aquel rey, le enojaba que él supiera y que no le haya dicho nada; además de que tenía miedo, miedo de que aquel alfa le maltrate y tenga que permanecer a su lado.

La noche y había caído, el peli-dorado siguió llorando, hasta que un ruido extraño lo puso alerta. Pisadas se escuchaban, por lo que inmediatamente se paró de su lugar, las pisadas se hacían cada vez más fuerte, asustando al peli-dorado y de un momento a otro, el peli-dorado se vio rodeado de lobos.

—¿Q-Qué quieren? — preguntó con miedo el peli-dorado, para que después uno de esos lobos se transformara a su forma humana.

—El príncipe de Snezhnaya... — dijo aquel hombre sonriente —Lo hemos estado buscando durante mucho tiempo, príncipe.

—¡Aléjense! ¡No volveré a Snezhnaya, si me fui es por algo! — el peli-dorado grito enfadado.

—El rey de Snezhnaya nos mandó a buscarlo, no podemos desobedecer las órdenes del rey — aquel hombre dijo para después acercarse al peli-dorado.

—¡No me toques, no volveré! — el Omega siguió gritando.

Sora se dio cuenta que más lobos se transformaron y lo sujetaron. El peli-dorado gritaba que lo dejaran en paz, pero no hacían caso. De un momento a otro, se dio cuenta que frente a ellos, había un gran lobo blanco con más lobos detrás de él, aquello lo confundió, pues no reconocía a aquel lobo blanco, hasta que un aroma a cierto alfa conocido llegó hasta él, supo de quien se trataba.

Sora fue testigo de ver cómo Xiao mataba con sus dientes y garras a aquellos hombres que lo sostenían, así pudiendo estar libre. A lo lejos, Sora pudo ver a Beidou en forma humana, quien le decía con gestos que se acercara. El peli-dorado sin dudar se acercó al guardia que estaba a lo lejos.

—Debes volver al castillo — le susurró Beidou cuando el peli-dorado estuvo frente a ella.

—N-No... ¿Qué pasará con Xiao? — el peli-dorado volteó a ver al lobo que peleaba con los otros.

—El estará bien, él es fuerte, no por nada es el rey. En el castillo te estas esperando Chongyun, ve — le dijo Beidou con una sonrisa.

Sora volvió a dar un vistazo al lobo blanco, dándose cuenta que manejaba completamente la situación. El Omega corría con rapidez, temiendo que uno de los lobos de Snezhnaya lo atrapara. Cuando pudo ver el castillo a lo lejos, dio un suspiro aliviado y corrió hacia allá. Cuando estuvo frente a la entrada del castillo, pudo ver a Chongyun, quien mordía sus uñas con notoria preocupación y nerviosismo.

Cuando el peli-celeste vio al peli-dorado, corrió hacia él y le dio un gran abrazo. El peli-dorado estalló en llanto nuevamente, sabía que todo era su culpa, que Xiao estaba en peligro peleando por su culpa.

—Ven, vamos adentró — el peli-celeste guió a Sora hacía su habitación y se dirigieron al baño.

Chongyun le pidió al peli-dorado que se aseara y el menor le obedeció aún entre sollozos. Cuando Sora salió, pudo darse cuenta que tenía unas cuantas cortadas en su piel y algunos moretones.

Cuando el peli-dorado salió, Chongyun lo recibió con un abrazo. El mayor se sobresaltó al ver las pocas heridas del peli-dorado, así que empezó a curarlo. La noche había caído en cuanto los lobos de Snezhnaya encontraron a Sora, por lo que ambos omegas empezaron a preocuparse cuando empezaba a amanecer y los guardias y el rey no regresaban.

El mayor le pidió al peli-dorado que comiera algo, pero este se negó, preocupando al mayor, pues que en todo el día de ayer no había comido por andar en el bosque.

En un momento, los dos omegas escucharon gritos afuera del castillo, por lo que ambos se dirigieron allá, viendo a Beidou caminando y a Xiao gravemente herido, recargándose en Beidou para caminar y no caerse. En cuanto el alfa vio que Sora estaba frente a él, totalmente seguro, sonrió, para por fin caer inconsciente.

My King - Xiaether - OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora