My King - Xiaether - Omegaverse

XV

Kazuha llegó, a su lado habían guardias y también pudo ver a su padre correr. El rey en ese entonces gruñó al ver a su omega tan débil en el piso. Sin ninguna duda, el rey levantó a su omega y la cargó y empezó a correr. Ambos hermanos siguieron a su padre, preocupados por su madre.

Los hermanos notaron que su padre entró a su habitación y junto a él, un señor extraño con ropas blancas. A ambos hermanos se les había negado el acceso a la habitación, por lo que Xiao empezó a llorar. Kazuha al notar eso, abrazo a su hermano menor tratando de calmarlo.

Ambos hermanos se pusieron alertas cuando vieron a su padre salir de la habitación con un rostro triste, eso alarmó a los hermanos. El pequeño de 8 años estaba llorando, mientras Kazuha le seguía abrazando.

—Papá ¿Qué le pasa a mamá? — preguntaba el pequeño cachorro de 8 años.

—No es nada, vas a ver que en menos de lo que esperes, estará jugando contigo de nuevo — su padre trataba de tranquilizarlo.

Pero la sonrisa que hizo en aquel momento el hombre, era falsa, pero el pequeño de 8 años, no lo nota debido a su inocencia. En cambio, quien si había notado la falsedad en esas palabras, fue Kazuha.

El grito del peli-dorado alertó a los guardias y también a Chongyun. Un montón de guardias corrieron a donde se había escuchado el grito del omega. El peli-celeste llegó un poco después que los guardias, pero se sorprendió al ver a su primo tirado en el suelo, en brazos de Sora.

—¡GEGE! — el peli-dorado grito tratando de despertarlo y todos fueron consientes de como el alfa abría los ojos, más no decía nada —¡Chongyun gege, llama a un doctor! — grito el peli-dorado al sentir la frente caliente del alfa.

El peli-dorado notó que un guardia se acercaba a él y a Xiao; por puro instinto, gruñó, sorprendiéndose a sí mismo. Aquel guardia se quitó su casco y Sora reconoció al guardia como Beidou, sabiendo que era alguien de confianza, aquel guardia cargo al rey y fue hacia la habitación que le pertenecía al rey y ahora también al peli-dorado.

Sora lloraba a mares, no sabía lo que le pasaba a Xiao y eso lo angustiaba. El peli-dorado notó que Chongyun entraba y detrás de él había un viejo alfa con vestimenta blanca, reconociéndolo como el doctor. Aquel alfa empezó a checar al rey de una manera lenta, impacientando al peli-dorado.

—Parece que tiene una fiebre demasiado fuerte. Puede ser por estrés o alguna otro mal, pero no se que podría ocasionar eso — suspiro el doctor —Al menos que... ¿Es usted el Omega del rey?

—S-Si — dijo Sora aún entre sollozos.

—¿Está usted marcado? — el alfa preguntó y el peli-dorado negó —Es es el problema. Si ustedes son pareja predestinada y el rey aún no ha podido marcarle como suyo, eso altera a su lobo interno, haciendo que enferme y si usted no es marcado prontamente, ambos caerán enfermos.

Aquellas palabras habían sorprendido al peli-dorado. Sora no era tonto, sentía la manera en que su lobo se inquietaba si Xiao no estaba cerca y como estaba feliz cuando Xiao le prestaba atención, pero el peli-dorado simplemente no quería llegar a esa conclusión.

El peli-dorado lloró con más fuerza, no sabía que hacer, todos sus pensamientos estaban en blanco. Chongyun había decidido dejar solo a Sora. El peli-dorado ni se dio cuenta que el doctor y Chongyun se había ido de aquella habitación. Sora se acercó a la cama y de acostó, pegándose casi por completo al alfa enfermo.

Xiao despertó, se dio cuenta que estaba en su cama, pero también se dio cuenta que era de noche, pues había una vela encendida y la ventana se podía ver plena oscuridad. La puerta siendo abierta lo alertó, dejando ver a Chongyun, quien se sorprendió al verlo despierto.

—Chongyun ¿Qué paso? — el alfa preguntó con confusión.

—Te desmayaste en el jardín. Estábamos tan preocupados — el peli-celeste se acercó a la cama.

—¿Y Sora, dónde esta? — preguntó el rey.

Xiao nota que Chongyun posa su mirada a un lado suyo y es cuando por fin se dio cuenta que el de cabellera dorada estaba pegado a él, Xiao también notó que los ojos del omega estaban hinchados, confundiéndolo.

—Sora estaba muy asustado, es quien te encontró — habló Chongyun al ver la confusión en su primo —Los guardias y yo corrimos ya que Sora grito muy fuerte cuando te vio. Cuando los vimos, me di cuenta que Sora estaba llorando — el omega recordó como el peli-dorado lloraba.

—¿Él lloro? — preguntó con sorpresa el rey.

—Si, no se despegó ni un segundo de tu lado. De hecho, le gruñó a Beidou cuando quizo acercarse a ti — río Chongyun al recordar el pequeño y casi inofensivo gruñido de Sora.

—¿Y qué pasó conmigo? ¿Por qué me desmaye? — pregunta Xiao queriendo olvidar el sonrojo que se instalo en su rostro al oír a su primo, pero al ver que el rostro de su primo se tornaba serio, se preocupó —¿Qué es? ¿Es algo malo?

—Y-Yo... creo que es mejor que te lo explique Sora — dice el peli-celeste para después salir de la habitación.

El alfa volteó a ver al peli-dorado, que seguía profundamente dormido. El alfa sonrió al pensar que el Omega se había preocupado por él, pero esa sonrisa se desvaneció al pensar en que es lo que le pasaba y por qué Chongyun no podía decirle.

Sora despertó y se dio cuenta que estaba durmiendo pegado al rey, demasiado pegado, pues su rostro, se encontraba en el pecho del alfa. Con vergüenza, trató de alejarse del alfa, pero un agarre en su cintura no se lo permitió dándose cuenta que el brazo del alfa lo rodeaba.

El peli-dorado por fin se puedo zafar del agarre y cuando se paro de la cama, se fue a vestir con una camisa negra y unos pantalones del mismo color. El Omega bajó hacia el comedor, tenía hambre y debía comer, pues no había comido ni cenado el día anterior.

Cuando el Omega terminó de comer un pedazo de pan que agarró de la cocina, regresó a la habitación, y cuando llegó, lo primero que vio fue a Xiao sentado en el borde de la cama.