(G)enerosa

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El hecho de que Maki sea tan generosa en áreas que involucran a Nico hace que la pelinegra se derrita por su calidez.

–Maki, ¿le enviaste un ramo de flores a mi mamá?– Preguntó Nico, parada en la puerta de la oficina de su casa.

–¿Las rosas blancas?– Maki preguntó sin levantar la vista de su computadora portátil, sus cejas se juntaron en concentración en lo que sea en lo que está trabajando.

–Mamá, ¿las rosas blancas?– Nico preguntó en su teléfono. Había llamado a su madre para celebrar su cumpleaños y se había sentido confundida cuando su madre se entusiasmó con las flores de aspecto caro que había recibido de ellas. –Sí, Maki, las rosas blancas.
 
–Sí, esas son mías.– Maki finalmente miró hacia arriba para encontrarse con los ojos de Nico, su mano estirada en un movimiento de 'dame'. Nico la miró confundida hasta que se dio cuenta de que se refería al teléfono, caminó al lado de Maki y se inclinó para darle el teléfono.

–Hola, Sra. Yazawa, mis mejores deseos para su día especial.– Maki dijo, charlando con su suegra mientras Nico se inclinaba más para tratar de escuchar lo que decía su madre. Pero Maki chocó sus cabezas para advertirle que se fuera.
 
Nico le hizo un puchero mientras se ponía rígida, pero Maki la ignoró mientras giraba su silla para mirar hacia la puerta de nuevo. Después de un rato, la conversación finalmente termino, Maki le hizo un gesto con el teléfono para ver si quería hablar más con su madre, pero Nico negó con la cabeza, inclinándose una vez más y despidiéndose de ella desde su posición.

–¿Qué?– Maki preguntó confundida una vez que colgó mientras Nico la miraba con una sonrisa tonta en su rostro.

–¿Le compraste flores a mi mamá para su cumpleaños a pesar de que vive al otro lado del mundo?– Nico preguntó a su vez, la sonrisa en su rostro le decía a Maki lo feliz que estaba.

–No seas exagerada, solo vive a una hora de distancia, además no fue gran cosa.– Maki dijo con frialdad, volviendo al escritorio para comenzar a trabajar de nuevo.

–¿Flores que cuestan trescientos dólares?– Nico preguntó de nuevo, acercándose a Maki y envolviendo sus brazos alrededor de sus hombros mientras descansaba su barbilla sobre la cabeza de Maki.

–Ella es mi suegra, sin ella no hubieras nacido. No es gran cosa gastar dinero demostrando que la apreciamos. Y ella te enseñó a cocinar, así que ella es la razón por la que no he muerto. de intoxicación alimentaria.– Maki dijo seriamente mientras levantaba la cabeza para encontrarse con los ojos de Nico.

–Yo- – Nico la miró con incredulidad –¿Intoxicación alimentaria? Nishikino Maki, ¡será mejor que no le hayas dicho eso a mi mamá!
 
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–¡Whoa!– Nico exclamó con asombro al ver el caro reloj de oro rosa que Maki había comprado en su viaje de negocios. 
 
–Exactamente Nico. Este reloj es sólo uno de los siete de su tipo. Estoy realmente feliz de haberlo puesto en mis manos– Maki dijo con orgullo. Las dos estaban sentados en su cama con la maleta de Maki abierta frente a ellas para vaciarla.

–Así que eso es lo que compraste...– Nico reflexionó. 

Cuando vio la caja de aspecto caro, le preguntó a Maki con entusiasmo, ya que Nico tenía curiosidad por saber qué había comprado su esposa por diez mil dólares para desaparecer de su cuenta bancaria. La peliazul vio la transacción en su extracto bancario cuando fue a verificar que una determinada transacción de suministros de panadería se había tomado de su propia cuenta, y desde entonces había estado esperando pacientemente para preguntarle a Maki al respecto. Sabía que el dinero que Maki gastaba de su propia cuenta era asunto suyo, pero aún sentía curiosidad.

–No fue tan caro para ser honesta, sólo unos tres mil dólares– Maki respondió mientras guardaba el reloj en su caja. 
 
–Eso es todavía mucho dinero Maki– Dijo Nico con diversión antes de que su rostro tomara una expresión confusa. –Pero entonces, ¿En qué gastaste el resto de los diez mil?
 
Las cejas de Maki se arquearon con sorpresa antes de que una sonrisa se desplegara en su rostro –¿No eres una pequeña espía?

–¡N-no no, solo lo vi por accidente, lo juro!– Nico se explicó apresuradamente mientras levantaba las manos para mostrar su sinceridad.

–Relájate Nico, solo te estoy tomando el pelo. No me importa si miras las transacciones o usas la cuenta en sí.– La sonrisa de Maki se convirtió en una sonrisa gentil cuando extendió una mano para posarla sobre el brazo de Nico y apretarlo. –De todos modos, aquí está el artículo en el que se gastó el dinero, para satisfacer tu curiosidad.
 
Maki se inclinó hacia la esquina de la maleta antes de agarrar una delgada y larga caja rectangular que Nico no había notado.

–¿Joyas?– Nico preguntó confundida, preguntándose cuánto podría haber costado exactamente siete mil dólares. 
 
Maki asintió con la cabeza como respuesta a la pregunta de Nico, abriendo el estuche para revelar una larga tobillera de oro con diamantes y pequeñas campanillas adjuntas. 
 
–¿Te compraste una tobillera? Pero pensé que no te gustaban mucho lasjoyas– Nico preguntó de nuevo confundida, haciendo que Maki se riera esta vez. A su esposa realmente no le gustaban las joyas, y su anillo de bodas más sus relojes eran la única excepción.

–La pequeña espía no tan brillante, ¿eh? Es para ti.– Nico le sonrió mientras sacaba la tobillera del estuche y se agachaba para agarrar el tobillo de Nico y llevarlo a su regazo. 
 
–¿Para mí? ¿Pero por qué? ¡Y también es tan cara! – Expreso Nico, girando su cuerpo y tratando de alejar su tobillo de Maki, pero el agarre de la peliroja sobre ella era inquebrantable.

–¿Por qué no? Lo vi y pensé en ti. Además, ahora oiré las campanillas cuando te muevas, y la idea de eso me pareció adorable. Sé una buena chica y quédate quieta.– Maki ordenó mientras finalmente soltaba el tobillo de Nico para poder sujetar la cerradura del tobillo. 

Mientras hacía eso, Nico se quedó mirándola, con las mejillas enrojecidas por lo que Maki acababa de hacer y decir. Maki miró hacia arriba sonriendo de nuevo ante la reacción que obtuvo de su esposa.
 
Maki no lo admitirá ante nadie, pero la visión de Nico asombrada y sonrojada por el regalo hizo que el orgullo floreciera dentro de su pecho. Movió sus manos del tobillo de Nico a sus manos y las agarró, tirando de Nico hacia arriba para que ambas estuvieran de pie ahora. Suavemente comenzó a tirar de ella hacia adelante mientras retrocedía, mirando la tobillera mientras sonaban las campanas, haciendo una pequeña sinfonía que hizo sonreír a Maki.

–Eh, esto es mejor de lo que esperaba– Maki volvió a mirar a Nico solo para ser atacada con un beso en el que se hundió gustosamente, habiendo extrañado a la pelinegra en la semana en que se fue. Una vez más, Maki no lo admitirá ante nadie, pero después de tener a Nico durmiendo junto a ella durante meses, de repente dormir sola en una cama hizo que el insomnio anterior volviera con toda su fuerza. 
 
–Gracias.– Nico murmuró contra los labios de Maki sus ojos estaban llenos de felicidad por el hecho de que su esposa pensó en ella y le trajo algo de su viaje. Ella también había echado de menos la presencia de Maki, su casa de repente parecía diez veces más grande y más fría sin la peliroja alrededor.

–¿Y?– Maki preguntó expectante, la misma pregunta que siempre hacía al final de sus llamadas telefónicas diarias cuando Nico se despedía.

–Te quiero.– Dijo Nico, sus labios se curvaron en una sonrisa esas palabras, el suspiro feliz de Maki hizo que sonriera aún más.



































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Como saber si una Tsundere te amaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora