(P)osesiva

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Porque Maki cree que lo que es suyo es solo suyo. 
 
–¿Qué pasa?– Nico murmuró contra la suave piel de su sien. Maki solo gimió desde donde tenía la cabeza enterrada en el cuello de Nico, solo apretando su agarre alrededor de la cintura de su esposa mientras se acurrucaba más, empujando a Nico más fuerte contra la puerta del baño.

–Está bien, no tenemos que hablar de eso.– Otro murmullo mientras presionaba un beso donde sus labios descansaban sobre la piel de Maki –Aunque no podemos quedarnos escondidas aquí por mucho más tiempo, tu mamá probablemente ya se esté preguntando dónde estamos.
 
Maki suspiró al recordar que existía todo un mundo fuera del baño en el que se escondían. O bueno, que Maki las encerraba. Después de todo, fue ella quien le tendió una emboscada a Nico cuando salía del baño y la empujó hacia adentro. La pelinegra estaba confundida por lo que estaba pasando, pero todo lo que hizo su esposa fue tirar de ella en sus brazos y tratar de enterrarse lo más cerca posible de ella. 
 
Sin embargo, Nico tenía una idea de lo que hacía que su esposa fuera tan pegajosa. Después de todo, hoy es domingo, el día de la semana que suele ser de ellas. El día de la semana en el que suelen pasar la mañana acostadas en la cama sin hacer nada más que disfrutar de la sensación y la comodidad de sus cuerpos. El día de la semana en el que andan por la casa, solo ellas dos con su cachorro, volviendo a ver películas favoritas y disfrutando de sus comidas favoritas. El día de la semana que pasan realmente descansando antes de comenzar una nueva semana. El día de la semana en el que solo son ellas dos. 
 
Pero este domingo se encontraban en una fiesta de trabajo organizada por la familia de Maki por el gran éxito de los últimos años en el hospital. Las dos se habían levantado temprano en la mañana para prepararse y conducir dos horas hasta la casa de la familia de Maki en el campo, donde los amigos de la familia junto con socios y gerentes estaban presentes. 
 
Nico sabía que Maki no quería estar aquí porque era una función de fin de semana. La mujer trabajaba muchas horas durante la semana y el acuerdo que tenía con sus padres era que el fin de semana sería libre de trabajo para poder concentrarse en sus relaciones. Esto era algo en lo que se había vuelto aún más estricta después de que ella y Nico se casaron, comprando otro teléfono exclusivamente para el trabajo que se mantenía en silencio los fines de semana. Pero esta reunión era importante y no tenía más remedio que estar presente, aunque eso no significaba que lo odiara menos. 
 
–Ojalá pudiera robarte de aquí y pasar el resto del día solo con nosotras dos.– Maki habló por primera vez desde que entró al baño. Levantó la vista para ofrecer a la pelinegra una mirada furiosa cuando Nico se rió de ella, pero su esposa solo movió su mano para pellizcar su mejilla y arrullarla.

–Aww, mi bebé grande. Me quieres solo para ti, ¿no? Awww, qué dulce, pequeña bebé.– Nico la arrulló, ignorando la mirada mortal que Maki le estaba dando a favor de inclinarse hacia adelante y acariciar la cara de Maki como si fuera un gatito. Maki, sin embargo, simplemente se inclinó hacia ella y, de hecho, acarició su cara con la nariz, moviendo la cabeza hacia un lado para que sus mejillas pudieran frotarse una contra la otra mientras se hundía contra su esposa nuevamente.  
 

–Y odio al chico que está coqueteando contigo.– Maki gruñó al oído de Nico, inclinándose y mordiéndose el lóbulo de la oreja.
 
"Owwww" gritó Nico por el dolor, doblando su hombro y empujando a Maki en el proceso, aunque eso no detuvo a Maki quien simplemente se movió al otro lado de Nico y le dio otro mordisco, esta vez al otro lóbulo de la oreja. –¡Para!– Nico gimió mientras bajaba los brazos del cuello de Maki para empujar contra su pecho, pero la peliroja solo capturó sus brazos y los empujó contra la puerta a ambos lados de su cabeza. 

 
–Sabes, creo que no habría coqueteado contigo si hubiera sabido que estabas casada, pero  alguien  "olvidó" usar sus anillos hoy– Maki le arqueó una ceja, pero Nico solo la miró fijamente con una ceja enarcada.

–Fue un accidente.– Nico dijo con falsa inocencia mientras parpadeaba ante su esposa, sabiendo muy bien que se había quitado los anillos ayer después de su pelea y no se había molestado en ponérselos hoy por despecho.

No puede dejar que Maki piense que puede tener una actitud infantil solo porque las cosas no van como ella quiere, que es exactamente lo que estaba haciendo ayer cuando se negó a ayudar en la casa con la excusa de que se estaba tomando su "día de descanso" temprano ya que tenían que ir a la "reunión tonta" mañana, en sus propias palabras. Nico trató de complacerla, pero había perdido la paciencia después de que Maki actuó como una mocosa a propósito para mantener su atención en ella en lugar de dejarla hacer los quehaceres que debían hacerse en la casa en paz. 
 
–Oh, lo fue, ¿verdad?– Maki dijo con una falsa sonrisa, antes de agachar la cabeza para susurrarle al oído a Nico –Una vez que regresemos a casa, pagarás por este pequeño truco. ¿Entiendes?
 
–Ya veremos.– Nico giró la cabeza para encontrar los ojos de su esposa en lugar de encogerse como Maki pensó que haría. 

Maki enarcó las cejas de nuevo ante la valentía de su esposa hoy, pero dejó escapar una risita cuando finalmente dio un paso atrás de Nico y bajó sus manos a los lados. Le dio a Nico una sonrisa diabólica que le prometía problemas y dijo encogiéndose de hombros –Tu deseo es mi orden. 
 
–Pero primero– Maki soltó las manos de Nico para meter la mano en su bolsillo y sacar una caja de anillos, una en la que Nico acababa de poner su anillo de compromiso y boda el día anterior –Volvamos a ponerlos donde estaban, dónde pertenecen.
 
Nico se rió cuando Maki tomó su mano izquierda y deslizó el anillo de compromiso de diamantes y luego el anillo de boda de oro en su dedo anular.

–Eres tan posesiva no puedes pasar ni un día sin ver mis anillos en mi dedo.

–Y parece que también es por una razón válida– Maki puso los ojos en blanco antes de inclinarse hacia adelante para encontrarse con los labios de Nico en un beso. –Asegúrate de hacer alarde de ello cuando salgamos de nuevo, especialmente frente a ese gerente. 
 
–¡Así que estabas  escuchando a escondidas!– Nico exclamó divertida cuando finalmente abrieron la puerta y salieron al pasillo, regresando a los jardines traseros donde se estaba llevando a cabo la reunión. 
 
–Estaba coqueteando contigo, ¿se suponía que no debía prestarle atención?– Maki dijo en un tono brusco mientras se agachaba y entrelazaba sus manos, la comisura de sus labios tirando hacia arriba ante la frialdad de los anillos de Nico contra su piel. –Además, soy la CEO y futura heredera del hospital, así que soy mucho mejor que él.

Nico se rió de ella de nuevo con una mirada amorosa mientras pensaba:

"No hay competencia, idiota posesiva, ya estoy casada contigo". 









































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Como saber si una Tsundere te amaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora