Touristes: Turistas
🥐Al día siguiente y luego de un sueño reparador y reconfortante, la pareja despertó sintiendo el ambiente parisino diferente. Bajaron a desayunar junto a los padres de Jin y entonces recordaron, era veinticuatro de diciembre, vísperas de navidad. el Sr. Kim les mencionó que sentirían diferente pasar una navidad en ese lugar, porque algunas familias iban a misas en las antiguas iglesias o catedrales, pero antes pasaban a cenar a algún restaurante. En Seúl la mayor parte de las personas pasa esas fechas en pareja o con amigos.
También notaron que no llevaban regalos para los padres de Jin, por lo que, luego de desayunar, la joven pareja salió a buscar algún presente en las tiendas. No querían regalar algo trillado o que se sintiera solo como un regalo por compromiso... Por lo que decidieron tomarse una foto, imprimirla, comprar un bonito marco para que Hyejin y Seokhyun tuvieran de recuerdo, pero también agregaron unos bombones en la bolsa de regalo.Terminando aquello, decidieron caminar por las concurridas y ajetreadas calles de la ciudad, todo el tiempo tomados de las manos, sin sentir miradas de reproche o indignación. Pudieron abrazarse y darse pequeños besitos en un parque mientras bebían un café con total libertad. Fue entonces que Jin deseó que pudieran hacer lo mismo en su país, algo tan simple como pasear de la mano con la persona a quien amas...
—¿Pasó algo, cariño? — Preguntó con voz preocupada y chiquita el menor al ver a su novio un poco distraído.
—No... — respondió el mayor con voz poco convencida.
—Sabes que puedes confiar en mí, y si te sientes mal nos podemos sentar, por favor dime — le acarició la mejilla y dejó un pequeño beso en la comisura de los abultados y tibios labios de Jin.
—Es esto — apuntó entre ambos y luego a las manos — esto quiero siempre, salir a caminar de la mano, abrazarte y besarte sin tener miedo porque puedes perder tu trabajo — contestó rápidamente el mayor, casi en un suspiro e intentando contener las lágrimas de frustración.
Namjoon sonrió y apretó a su novio en un firme y cálido abrazo.
—Sé a lo que te refieres, he querido hacer esto mismo — apuntó a sus dedos entrelazados — pero tenía miedo — reconoció —. Ahora que sé lo normal que es aquí, no quiero irme...
—Tengo la misma sensación... — suspiró el mayor — pero tendremos que volver e intentar que no nos afecten las miradas y comentarios, además... — sonrió de medio lado
—¿Además qué? — Namjoon frunció las cejas e inclinó la cabeza sin entender.
—Además puedo besarte, tocarte y todo en nuestra habitación, porque supongo que finalmente decidirás mudarte conmigo — el nerviosismo en la voz del mayor fue evidente y, a diferencia de otras oportunidades en las que preguntaba algo que le provocaba nerviosismo, esta vez decidió no desviar la mirada ni ocultarse, se quedó viendo a su novio con intensidad, teniendo una fuente de agua de fondo y mucho bullicio que se hacía cada vez menos perceptible dentro de la burbuja de amor y complicidad que ambos tenían.
—¿No te parece muy pronto? — la voz de Namjoon tembló de emoción — ¡Me refiero a que sí quiero! — aclaró rápidamente — digo, estamos prácticamente viviendo juntos, pero no quisiera que te arrepintieras después... ya que no llevamos mucho tiempo juntos... — rascó su nuca con nerviosismo y desvió la mirada.
—¿Te parece que alguien que no está seguro de su relación dejaría a su novio venir a la casa de sus padres en el maldito extranjero? — preguntó Seokjin con seguridad — ¡Claro que estoy seguro! Tan seguro como que te amo y quiero estar contigo cada día y verte despertar, ¿Te sientes seguro tú? — Los ojos del mayor brillaron con entusiasmo y su boca dejó ver una mueca de nerviosismo.
—¡Claro que estoy seguro! — posó una de sus manos en la mejilla de su pareja y lo acercó con la otra mano por la cintura — estoy tan seguro que incluso sería capaz de pedir tu mano en matrimonio — bromeó dejando un besito en los abultados labios del contrario.
—Acepto — bromeó de vuelta Seokjin, estirando sus labios en una sonrisa — pero debes saber que tienes que pagar con mucho ganado y alimentos a cambio de ser mi marido — siguió riéndose.
—Vale el precio, pagaría todo lo que me pidiesen a cambio de una vida contigo...
—Me siento honrado, pero por ahora centrémonos en tu mudanza.
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La noche llegó y junto a ella el arduo trabajo de los padres de Jin en la cocina, ya que el restaurante tenía reservaciones llenas para la cena de navidad, estaba todo listo y solo quedaba atender a los clientes de la mejor manera. A su vez Seokjin y Namjoon prepararon la cena para los cuatro.
Al rededor de las 11 de la noche se cerró el restaurante. Hyejin y Seokhyun fueron a tomar una ducha y a prepararse para la cena y la joven pareja preparó la mesa y sirvió la comida. Estando todos listos y acomodados, decidieron tomarse unas fotografías con la mesa lista y decorada. Todos rieron, hablaron y comentaron la deliciosa cena. Habiendo terminado de comer, se sentaron todos cerca de la chimenea eléctrica y se inició el intercambio de regalos.Seokjin recibió un set completo de implementos de cocina profesionales y un pijama con un bordado de ositos que lo representaban a él y a Joon; chilló y agradeció el gesto. Namjoon también recibió un regalo: un pijama a juego y un set de plumas grabadas con su nombre y una libreta personalizada para profesor. El menor agradeció el gesto con un abrazo a sus suegros y deseó haber planeado un mejor regalo.
Los padres de Jin estaban más que contentos con el regalo recibido, tanto que la colgaron en le pared, junto a otras fotografías familiares.La velada terminó con la joven pareja propinándose besos y caricias bajo las sábanas, intercambiando palabras de amor y promesas que se esforzarían por cumplir.
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Los días que continuaron pasaron llenos de actividades; visitas a diferentes lugares patrimoniales, como la Torre Eiffel, donde Seokjin consiguió su foto posando como si sostuviera el monumento con sus dedos. También el arco del triunfo, donde la pareja le pidió a otros turistas si podían tomarles una fotografía, quienes muy amablemente accedieron y retrataron de manera perfecta a los enamorados envueltos en tupidas bufandas y largos abrigos. Cada tarde era de conversación, chocolate caliente, juegos de mesa y algunas galletas horneadas por la madre de Jin.
El viernes veintisiete de diciembre, Namjoon estaba muy entusiasmado, ya que visitarían el Museo del Louvre. No era ajeno para Seokjin que su novio disfrutaba de visitar museos y galerías de arte, él sabía muy bien que su pareja era una persona culta, tranquila y llena de pasión por el arte. Por este motivo, había reservado ese día completo para visitar el museo y le había comunicado de esto antes de salir del restaurante.
Juntos se divirtieron muchísimo, ambos disfrutaron y aprendieron mucho. Para Seokjin lo mejor fue escuchar a su novio hablar sobre las pinturas que había estudiado y en cómo se inspiraba para escribir apreciando obras artísticas.
La pareja estaba feliz, estas realmente eran las mejores vacaciones de sus vidas, y solo eran las primeras, ambos anhelaban saber cómo disfrutarían el futuro juntos.
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Hola! Tanto tiempo!
Espero siga alguien por aquí jeje
¿Cómo están? Yo descansando, ya que tuve estos días libres.
Prometí que iba a escribir, así que aquí estoy!
Les cuento que me estoy quedando dormida, así que perdónenme si hay algún error ;_;Les dejo un abrazote enorme!!
Estudien mucho!Coni
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❝Amour☽Croissante❞ ; NamJin
FanfictionNamjoon, un joven profesor de una prestigiosa escuela en Seúl, lleva una rutinaria vida entre pruebas que corregir, clases que planificar y adolescentes a quienes aconsejar. Vive junto a sus dos mejores amigos de toda la vida, nunca se ha enamorado...