❝Amour☽Croissante❞ ; NamJin

Soutien

Soutien: Apoyo
[Advertencia: Contenido +18, si no les gusta, pueden saltarlo hasta los pastelitos más abajo 💜]

☕🍰

Luego de compartir sonrisas cómplices, Seokjin tomó la iniciativa con un profundo beso francés en donde las cálidas lenguas intercambiaban caricias y humedad entre ellas produciendo risas y la creciente necesidad de estar más cerca el uno del otro. Se separaron por solo unas pequeñas fracciones de segundo para recuperar el aire perdido, el mayor se quitó la camisa más rápido que nunca, el moreno le imitó y comenzó a acariciar la desnuda y suave piel de su pareja. Los pantalones de ambos quedaron en el suelo sin siquiera premeditarlo, ambos cuerpos desnudos cayeron sobre la amplia cama, con torpeza y algunas risas coquetas se ocultaron bajo las mantas y comenzaron a rozar ambas entrepiernas soltando suspiros rítmicos. Todo era calor, un festín de mordidas en la piel que estuviera al alcance de sus dientes, apretones en los lugares indicados — como los muslos de Seokjin y los glúteos de Namjoon—, muchos pero muchos besos calientes y miradas profundas y significativas.
El profesor sacó uno de sus brazos del escondite de placer y amor que ambos habían creado para alcanzar el regalo de sus amigos, al tener el pequeño envase lo abrió, liberando un delicioso aroma a vainilla.

—Creo que aquella parejita sabe muy bien nuestros gustos — comentó entre suspiros el mayor.

—Seokjinnie y vainilla son la mejor combinación del mundo, el mejor y más sabroso postre del mundo entero — dicho eso, dejó caer una generosa cantidad de lubricante en sus dedos —. Ahora, necesito que respires profundamente...

—Estaré bien, lo prometo... — Besó Seokjin al moreno sobre él.

Los largos dedos de Namjoon acariciaron aquel camino de anillos con lentitud y amor mientras besaba el largo cuello de su novio, este gemía sin contenerse y paseaba sus manos mediante una caricia por la espalda de su novio, la cual se transformó en un rasguño y un pequeño gritito de placer al haber sido encontrado aquel punto de placer máximo. El moreno sonrió con suficiencia y mordió el labio inferior del caliente hombre bajo él.

—N-Namjoon y-ya... — pidió el chef entre gemidos mientras movía la cadera.

Namjoon no dijo nada, solo quitó sus dedos desde el cálido interior, bañó su erección con lubricante y comenzó a entrar de manera lenta pero sin parar. Su mirada se posó en los ojos que lo miraban con lujuria, sus manos acariciaron el abdomen plano que se contraía en placer y sus labios eran apresados por sus propios labios al estar recibiendo tantos estímulos en el mismo momento.
El vaivén fue en un principio lento pero sin pausas, subiendo de velocidad al Seokjin mover sus caderas pidiendo por más, cambiaron de posiciones, siendo el mayor quien controlaba el ritmo y profundidad de su unión al encontrarse con ambas piernas rodeando las caderas de su novio, quien permanecía recostado y acariciando todo lo del chef que estaba a su alcance.
Algunos rasguños por parte del mayor fueron castigados con pequeñas nalgadas —que fueron muy bien recibidas por Jin — y mordidas en el largo cuello.
Cuando ambos estuvieron cerca de la cúspide de placer, cambiaron nuevamente de posiciones, quedando recostados de lado, siendo así más cómoda para ambos la liberación.

—Me encantas, cada día que pasa me encantas más, cariño — habló entre jadeos agotados el menor sobre el cuello contrario.

—Tú me encantas más, amor, soy adicto a tí, a todo de tu ser... — se volteó y abrazó de frente a su novio.

Volvieron a besarse y se mantuvieron así, abrazados, sudorosos, agotados y felices por sentirse cada día más cerca, cada vez más amados.