❝Amour☽Croissante❞ ; NamJin

Spécial

Spécial: Especial 

YoonMin

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Jimin despertó temprano como todos los días, trató de organizar un poco su cama mientras aún estaba recostado, tomó su ropa y se dirigió al baño de la habitación, pero antes miró a su amigo Taehyung, quien ni siquiera se molestó en quitarse la ropa y ponerse un pijama, estaba enredado en las mantas de la cama al otro lado de la habitación. Habían llegado pasadas las 2 de la madrugada luego de salir a una fiesta de la universidad de Jimin, a la cual este no tenía verdaderas ganas de ir, pero Tae lo convenció. Él quería pasar un tiempo con Yoongi la noche anterior, pero descubrió que el pálido se marchaba rápidamente con el ceño un poco fruncido. Solo lo saludó con una mueca que pretendía ser una sonrisa y se marchó sin tener mayor contacto visual... Mentiría si dijera que no esperaba un beso, porque realmente quería uno, pero no eran novios, tampoco amigos... Ninguno sabía lo que eran en realidad, lo cual cada vez confundía más al menor.

Suspiró cuando sintió la calidez del agua caer sobre su cabello y cuerpo, tomó su esponja y le puso del jabón con olor a vainilla que Seokjin le había regalado hace algún tiempo, refregó su cuerpo, luego lavó su cabello y finalmente enjuagó toda la espuma que lo rodeaba. Al salir de la ducha se cubrió de la cadera hacia abajo con una toalla amarilla muy gruesa y suave. Trató de desempañar un poco el espejo sobre el lavamanos y peinó sus mojados cabellos castaños con los dedos. Recorrió su rostro con las manos para luego rasurarse, ya que no le gustaba tener vellos nuevos en la barbilla. De repente vio que aún tenía una leve marca de chupetón en la clavícula derecha y se sonrojó mucho, el viernes recién pasado realmente había cedido ante sus impulsos y había terminado acostándose junto a Yoongi... Y no precisamente para dormir.

Pero ¿Cómo había avanzado tanto su no-relación para terminar con resultados sexuales? Ni él lo vio venir, ya que pasaron largas semanas sin dirigirse mayormente la palabra, todo después de que se habían besado y dormido juntos — esa vez realmente durmieron — a causa de una apuesta, y de que Seokjin y Namjoon dijeran que Yoongi tenía otra clase de sentimientos por él... Realmente no quería enamorarse, no tenía ganas de comenzar una relación porque en el pasado le habían hecho daño, además quería concentrarse en sus estudios y en el trabajo de la cafetería y haciendo limpiezas dentales. Lo que sucedió en la cabeza y corazón de Jimin fue que realmente pensó que Yoongi lo veía como un amigo y así podrían mantenerse... Pero el alcohol tuvo que meterse en el camino y hacer lo que mejor sabía hacer con Jimin: desinhibirlo.

Antes de que su amigo y jefe se fuese de paseo con su novio a la isla, se había encontrado con Yoongi en la cafetería, este le dijo que no podían seguir molestos por lo que sea que haya pasado, ya que sabía que eran buenos amigos... Namjoon le había contado sobre su reacción al enterarse de que gustaba de él, por lo que comprendía la distancia que habían tomado. El mayor admitió sus sentimientos por él, le dijo cómo antes de besar sus labios, e incluso antes de comenzar a hablar más había sentido algo distinto, una cierta química que no pudo ignorar, dejando que el karma le golpeara de lleno en el rostro, ya que decía que no se volvería a fijar en nadie, que no quería pareja, pero entonces apareció aquel chico de mejillas tersas y suaves, de labios esponjosos y abultados y de sonrisa sincera que le llegaba hasta los ojos.

Decidieron comenzar nuevamente todo, sabiendo que Yoongi sentía algo más que amistad por él, comenzaron por una simple caminata hasta la torre de Seúl, donde hablaron largo y tendido sobre muchas cosas, Jimin le contó en detalle por qué ya no vivía con sus padres y Yoongi solo pudo decir que eran unos imbéciles por preferir mantener sus apariencias antes de admitir que no tiene nada de malo tener un hijo homosexual que ama el baile y no quiere vivir arreglando dientes. El mayor también relató cómo fue que terminó viviendo con sus dos mejores amigos, con quienes había crecido y pasado muchas cosas, le mencionó lo importante que era para él ser profesor y por qué no arreglaba su cabello, lo cual hizo reír a Jimin, realmente su hyung era muy flojo a la hora de hacer algo con el nido de aves. Esa tarde quedaron de acuerdo que en algún momento el menor cortaría y teñiría el cabello de Yoongi, quien aceptó con una sonrisa. Entonces, cuando estaban fuera del edificio donde el castaño vive, este se inclinó y besó los rosados labios de su pálido acompañante, ya que sentía que realmente algo en su corazón estaba cambiando. Luego de aquel impulso corrió hasta el ascensor y se despidió con una seña con las manos.