❝Amour☽Croissante❞ ; NamJin

Ensemble

Ensemble: Juntos

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Tres semanas habían pasado desde la primera cita, Namjoon era el cliente más frecuente de la cafetería, todas las tardes iba a beber un café, té, infusión o jugo natural junto a algún pastel, sándwich o sin acompañamientos. En ese tiempo se había hecho amigo del anciano que siempre pedía lo mismo, también conversaba amenamente con Jimin, quien había desarrollado una extraña amistad/rivalidad con Yoongi, ya que ambos solían jugar y apostar, quien perdía debía realizar castigos cada vez más extraños y descontextualizados. Namjoon pensaba que eran tal para cual y debían salir, pero ambos chicos hacían una mueca extraña cuando se lo mencionaban.

Seokjin todas las tardes tenía algo preparado para el moreno, quien ya había probado todo lo de la carta, incluyendo el agua del grifo. Algunas veces también pasaba durante las mañanas, sobre todo a partir de la semana después de aquel sábado de agosto. Definitivamente engordaría y realmente no estaba interesado, él solo quería ver a la persona que le gusta, ayudarlo a abrir la cafetería, barrer un poco, encender los hornos y si tiene suerte, robar un tímido beso de aquellos tentadores y abultados labios.

Y es que Kim Namjoon se hizo adicto al roce de los labios del repostero desde la primera vez que hicieron contacto con los suyos. Aquel día, hace dos semanas, había perdido absolutamente la cordura. Ahora, solo en algunas ocasiones, podía besarlo y abrazarlo, pero solo un poco ya que el contrario solía esquivarlo o, si aceptaba, se separaba luego de unos segundos posando una mano en su agitado corazón... Y estaba bien, Namjoon comprendía, no quería forzarlo a avanzar, tampoco obligarlo a perder el miedo.

Pero ¿Cómo llegaron a esto?

Simplemente con paciencia, perseverancia y ternura —y un poco de necedad —, el profesor invitaba al chef a una cita todos los fines de semana, siempre eran salidas tranquilas; caminatas alrededor del río, paseos en bote, idas al cine a ver todo tipo de películas — un día vieron tres seguidas —, largas conversaciones sentado en el balcón de la cafetería mientras observaban las estrellas y luego se iba cada uno a su hogar.

Luego de aquel beso en la mejilla y la confesión de tener un problema de salud por parte de Seokjin, las cosas habían fluido por sí solas. En un principio el mayor quiso evitar al castaño, sin embargo se le hizo imposible, más aun cuando escuchó y vivenció la gran convicción que tenía el moreno respecto a sus sentimientos.

—No me alejaré de ti porque tienes un problema al corazón— sentenció — ni siquiera me has explicado qué tienes, además quiero apoyarte.

—Eres un injusto — respondió — Simplemente vienes, te metes en mi cabeza, la cual ha estado toda la vida vacía de romance real y tratas de llegar a mi corazón así como así — chilló sin importarle que Jimin estuviese en el primer nivel de la cafetería atendiendo a longeva pareja que frecuentaba el lugar los sábados por la mañana — ¿Por qué? — Preguntó seriamente.

—Será porque me gustas mucho — se encogió de hombros — Me pareces simplemente alguien fenomenal; alegre, sincero, tierno y hermoso — se aproximó al más bajo.

—¡No sé qué es esta sensación! — chilló más alto dándole la espalda y entrando en la cocina.

—Explícame entonces lo que te hace sentir que te diga que me gustas — lo siguió hasta el lugar más pulcro de la edificación.

—¡Es injusto que me sienta tal cual la chica de la novela policial que estoy leyendo! — Gruñó — Es como si el autor me espiara, pero es imposible porque vive al otro lado del mundo...

Namjoon se congeló unos momentos, el autor de aquella novela estaba justo frente al conmocionado cocinero, había escrito un capítulo completo en el que la chef Jin — la nueva joven de su novela, basada completamente en Seokjin — no sabía si le gustaba o no el detective, pero en el fondo era así completamente.