❝Amour☽Croissante❞ ; NamJin

Tu me manques

Tu me manques: te echo de menos

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La mañana del día lunes, Seokjin despertó sintiendo su cama demasiado grande, había pasado varios días durmiendo acurrucado al cuerpo de su novio, por lo que la ausencia de su calor corporal, sus caricias y besos realmente se notaban y lo hacían soltar pesados suspiros. Soltó un pesado suspiro y estiró su cuerpo entre las sábanas. Cuando logró liberarse de sus cálidas mantas se dirigió al baño tarareando una cursi canción romántica. Su sonrisa permaneció intacta y su corazón bombeó sangre con calidez a todo su cuerpo. Estaba contento, muy contento porque Namjoon le prometió pasar por la cafetería por un café y un beso. Ansiaba ver el gusto en el rostro de su novio al probar la bebida caliente que le prepararía, pero estaba aún más expectante por sentir aquellos adictivos y suaves labios sobre los suyos.

Namjoon por su parte se había acostado tarde, solo pudo dormir tres horas y extrañó estrechar el delgado y cálido cuerpo de Seokjin, realmente ansiaba sentir su calidez al abrazarlo, su respiración acariciar su rostro mientras dormían muy juntos y su suave pero masculino aroma. Ansiaba con todo su ser enterrar su nariz en el liso y suave cabello del mayor, quería sentir las cada vez menos tímidas caricias que le eran propinadas en el abdomen y espalda. Se levantó de un solo salto, no ordenó su cama ni los papeles que tenía sobre ella, solo se encaminó al baño para tomar una rápida ducha y, luego de vestirse, correr hasta el encuentro con el dueño de todo su corazón.

El repostero caminó a paso firme, alegre y bastante acelerado para abrir su preciado lugar de trabajo. Mientras doblaba en la esquina de la calle donde la cafetería estaba edificada, sacaba el tierno llavero de su mochila y sonreía con ansiedad por tener todo listo para su novio. Sin embargo los planes del chef se vieron frustrados, pero de una manera muy dulce, ya que Namjoon había llegado corriendo justo en el momento en que Jin cruzaba la puerta. Caminó casi empujando al mayor hasta el mostrador mientras dejaba cortos besitos en el cuello y mandícula del sonrojado dueño.

—Llego justo para la apertura, cariño — habló con un tono bajo y ronco, emulando un ronroneo sobre la oreja del mayor — no te imaginas cuánto extrañé tu presencia junto a mí.

—J-Joonie... — casi gimió lleno de satisfacción Seokjin, realmente le gustaban aquellos mimos de su pareja — También te extrañé mucho, me acostumbré a dormir juntos — mientras decía aquello se había volteado sin librarse del abrazo y mostró un puchero muy tierno.

—No me hagas esa carita de cachorro por favor... — el profesor besó y apresó con sus dientes el abultado y tierno labio inferior de Jin.

—Solo con una condición... — Sonrió coqueto y tímido.

—Lo que quiera el novio más guapo de todo el mundo, lo que sea — sonrió mostrando sus hoyuelos.

—Que vayas a quedarse conmigo nuevamente — acarició el mentón de su novio con la nariz, propinándole leves cosquillas.

—Claro... Llevaré ropa de cambio y — fue interrumpido por un beso, el cual fue continuado por el moreno, quien llevó también sus manos a las caderas del mayor y lo acercó aún más a su cuerpo. Luego de minutos que parecieron ser solo segundos, se separaron y sonrieron mutuamente.

—Ya quiero verte cruzar mi puerta, acurrucarte en mi cama, besarme y abrazarme... — suspiró el mayor acomodando su rostro en el hombro de su novio.

Luego de algunos besitos y mimos más, Jin se dirigió a la cocina a preparar un café para Namjoon. Aprovechó de encender la calefacción, ya que cada vez se notaban más fríos y secos los días; el invierno sin dudas se acercaba a pasos apresurados. Al terminar la preparación y sacar algunos muffins que quedaron del día sábado, llevó la bandeja hasta uno de los asientos más cercanos a la cocina, donde se encontraba el profesor de inglés.