❝Amour☽Croissante❞ ; NamJin

Battement de coeur

Battement de coeur: Latido del corazón

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La mañana de aquel miércoles veinte de octubre parecía ser la más fría de lo que iba de otoño, pero la pareja que permanecía acurrucada bajo las mantas no parecía notarlo. Eran más de las 10 a.m., nadie se preocupó de programar alarmas ni de preparar el vestuario para aquel día laboral, ya que ni Seokjin ni Namjoon pensaban salir hasta llegada la tarde. El profesor fue el primero en despertar, siendo el pulcro e inmaculado techo blanco lo primero que vio, luego sintió un peso en su hombro izquierdo y pierna; Jin continuaba durmiendo abrazándolo, con la cabeza acomodada entre su hombro y cuello, las manos de ambos seguían entrelazadas y los cabellos del mayor le hacían cosquillas en la nariz. Con su mano libre, el menor acarició la mejilla de su novio, intentó acomodar los mechones de cabello en vano y soltó una pequeña risita al sentir que estos volvían a hacerle cosquillas en el rostro. En ese momento el chef despertó, estiró sus extremidades y abrazó con más fuerzas a su almohada humana.

—Buenos días, amor — habló con voz ronca, similar a un ronroneo luego de haber enfrentado al mayor — creo que hoy luces mucho más hermoso que en todos los días anteriores... —No pudo evitar comentar aquello.

—Namjoonie... — hizo una pausa perezosa — Sé que soy muy guapo, pero creo que estás exagerando, no puedo estar hermoso recién despertando — rio bajito y le dio un pequeño y sonoro beso en los labios.

—Tú eres perfecto hasta cuando te molestas — sonrió al ver como el contrario arrugaba la nariz — dame otro de esos ¿sí? — estiró los labios como forma de petición.

Así continuaron con su saludo de buenos días, intercalando besitos y risas tontas pero tiernas.

—Es momento de que preparemos el desayuno — comentó Jin intentando sentarse, pero volviendo a su posición recostada instantáneamente.

—¿Qué sucede cariño? — Namjoon se sentó y acarició el rostro sonrojado del mayor.

—M-Me... Duele... — ocultó la mitad de su rostro bajo la sábana y soltó un lloriqueo falso — Nammie malo, me duele — fingió un lloriqueo ocultando todo su rostro esta vez.

—Oh... Cariño, perdóname... — dijo acariciando el cabello del oculto chef — Si quieres no volveré a hacerlo... — reprimió una risa.

—¡No es necesario, ya pasará! — Jin salió de su escondite totalmente sonrojado — Me gustó mucho... Definitivamente quiero que lo repitamos, tal vez no ahora, pero pronto — hizo un gesto gracioso y soltó una risa coqueta.

—Para la próxima estaremos mejor preparados y tendremos lo necesario para que no vuelva a doler — besó los abultados y aun rojos labios de Seokjin y se puso de pie —. Ahora, continúa recostado, traeré desayuno para ambos — se puso ropa interior y una camiseta que sacó del armario de Jin — aunque te advierto que no esperes que hornee un pastel como tú, pero... Algo haré — volvió a besar a su novio, quien estaba convertido en una bolita sonriente bajo las mantas.

—Namjoon... — llamó al menor con voz pequeña antes de que cruzara la puerta, haciendo que volteara y alzara sus cejas prestándole atención — Te amo — volvió a ocultar la mitad de su rostro, pero sus ojos sonrientes quedaron expuestos.