Encerrados

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(Capítulo largo)
De pronto, me vi tirado en medio de un bosque. Había ramas y piedras por todos lados. De nuevo, había atravesado el portal, pero esta vez con Sparta también. Me levanté corriendo al recordar que mi profesor seguro estaría muy, muy enfadado. Pero, al mirar a mi alrededor, solo estaban Raptor y Ram tirados también en el suelo.
Raptor: Jo, que dolor caer justo aquí.
Ram: ¡Ay! ¡Me falta un diente! Ah, no, si ya me faltaba.
Mike: ¿Y Sparta?
Sparta: ¡Mike!
La voz de Sparta provenía de arriba. ¡No me lo podía creer! Se había quedado colgado de la capa de la rama de un árbol. Me hizo tanta gracia que  en vez de ayudarle, me volví a tirar al suelo porque no podía dejar de reírme.
Sparta: Qué risa da que yo esté aquí arriba y vosotros ahí abajo, ¿eh?
Mike: Lo siento pero, es que, ¡mírate!
Raptor: ¿Y ahora cómo lo bajamos? Yo no sé escalar árboles.
Mike: Puedo probar a escalar pero no aseguro nada.
El árbol no parecía muy estable, pero, de todos modos, puse un pie en él y comencé a escalar. Me hice daño en las cicatrices de los dedos y, encima, me resbalé y me caí de lo poco que había subido.
Ram: Mike, ¿quieres qué suba yo?
Mike: ¿Seguro?
Ram me asintió y saltó encima. Empezó a subir como podía. Luego, al llegar a la mitad, se le resbaló uno de los pies pero se abrazó al árbol. La altura era impresionante y, si se caía, sería un golpe muy duro. Se acercó a una rama y se sentó ahí para descansar.
Raptor: ¿Todo bien?
Ram: Más o menos. Me he raspado la rodilla. Pero no me queda mucho, no es muy alto.
A partir de la rama, saltó de nuevo. Raptor y yo debíamos ayudar al menos un poco ya que solo estábamos observando. Se agarró a otra de las ramas, subió una pierna y por fin logró subir otra rama. Hizo lo mismo con la siguiente y la siguiente, hasta que llegó hasta Sparta.
Ram: ¡Mike! Cógelo.
Sparta: ¡¿Qué?! ¿Cómo que cógelo...?
Ram desenganchó a Sparta de la rama y le dejó caer hasta nosotros. Se llevó un buen susto, pero le cogimos. Luego, Ram también se tiró. Una vez más, estábamos todos juntos... ¿Pero todos juntos?
Señor D: ¡Ahí estáis! Os hemos encontrado al final... ¡Sparta! Me habéis desobedecido, ¿eh?
Mike: Un poco.
Ram: No, casi nada.
Raptor: Pues, sí.
Sparta: De sobra.
Ram: ¿Y mi profesora?
Señor D: Allí al fondo con el resto de tus compañeros. Todavía tengo cosas que hablar con ella... Vamos, que ella también tiene a mis niños.
Caminamos hacia allí. Todas las ramas crujían cuando pasábamos por ellas. Más adelante, estaban allí todos nuestros compañeros y los compañeros de Ram. Él no conocía a nadie de los nuestros y nosotros no conocíamos a los suyos. Al vernos, se alegraron.
Lyna: ¡Chicos! ¡Sparta! Estás bien. Menos mal.
Sparta: Sí, pero por poco me matan ¡estos idiotas que no piensan las cosas dos veces! Casi me matan tirándome de un árbol. ¡Oye! Me gusta tu traje.
Lyna: Eh... ¿Gracias? Después de lo que me has contado no sé que decir.
Trolli: ¡Spartita! Estás vivo. ¿Ha sido gracias a Mike?
Sparta: Más o menos.
Mike: ¿En serio? ¡Si te he salvado yo!
Sparta: Bla, bla, bla, blablá.
¡Eso sí que me enfadaba! ¡Yo había sido quien había ideado el plan para ir a buscarle y así me lo agradecía! Qué vergüenza...
Señor D: ¡Niños! Reunión aquí importante.
El señor D, que estaba hablando con la profesora C, nos reunió a todos en un círculo. Parecía nervioso. Susurró.
Señor D: A ver. ¿Qué opináis de que la profesora y sus alumnos vengan a nuestro instituto y compartís clases y tal y tal?
Trolli: Bien, supongo.
In- Victor: Me parece bien.
Acenix: Ok.
Señor D: ¡Teníais que decir que no!
Profesora C: Ni caso, niños. Iremos allí a vuestro instituto y yo también seré una profesora. Además, tendréis más gente y nuevos compañeros.
A mí me parecía muy bien que viniese gente nueva y con más poderes y todo eso. ¡Sí, yo quería!
En ese momento, noté como alguien me tocaba por detrás. Al darme la vuelta, estaba Ram sonriente. Ya apenas se le notaban las ojeras y tenía una cara más amigable que antes.
Ram: Oye, Mike. ¿Quieres conocer a mis amigos? Ya sabes, como vamos a estar juntos en tu insti, tendrás que conocerlos, digo yo.
Mike: Vale.
Ram: ¡Ahora vuelvo!
Supongo que conocer gente nueva nunca está de más. ¡Es genial tener más amigos poderosos! De hecho, yo también quería que conocieran sus amigos a mis amigos.
Mike: ¡Eh, Raptor...!
Trolli: Mike.
Mike: ¿Eh? ¿Qué quieres?
Trolli: Queria decirte que lo has hecho muy bien al salvar a Sparta.
Mike: ¿Nada más? El otro día estabas enfadado conmigo.
Trolli: ¡Qué va! Pero sí que estaba molesto.
Ram: ¡Mike!
Trolli: Estoy hablando yo, señor pecudo.
Ram: No te metas conmigo. Mike, mira. Este chico de aquí es Alexy y ella es Pinky.
Alexy era igual que Acenix, solo que tenía el pelo blanco y una sudadera gris con un corazón roto. ¡Incluso sus ojos eran raros! Tenía varias pecas también, pero sin duda lo que más llamaba la atención, aparte de sus ojos azules, era que tenía el símbolo del rayo en el ojo. ¡Era súper raro! En cambio, Pinky era una chica alta, con el pelo castaño, corto. Llevaba puesto una sudadera rosa, con una "P" en la mitad. Llevaba una falda con un corazón y dos botas altas. De nuevo, algo llamaba la atención, y no era el rayo que tenía en la tripa, sino que tenía una nube con un sol encima de su cabeza.

Los nuevos héroes. (#Compas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora