A boy in love

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La primera vez que lo vió, Armin estaba tirado en el suelo, llorando y gritando por la chica a la que Gaby le disparó.

Y pudo apreciar que después de todo, los demonios de Paradis sufrían al igual que ellos.

Falco poco a poco reconoció que ese chico de ojos tan azules cómo el mar que antes los separaba era el mayor estratega que había conocido.

De pasar a odiarlo pasaron a ser aliados por el bien de la humanidad y los meses después de que la guerra terminó lo ayudo a conocerlo mejor.

Falco se dió cuenta de que Armin era un manojo de armas potentes en el cuerpo lindo y frágil de un ser humano.

Y eso a Falco le gustaba.

Le gustaba mucho.

De un momento a otro se vió soñando con el último portador del titán colosal, sueños en los que el chico le sonreía solo a él y le contaba sobre lo que había en el mar, sueños en los que lo podía besar.

La primera vez que Falco soñó con besar a Armin se dijo que estaba loco y lo negó, pero a medida que convivía con Armin más allá de la guerra solo podían intensificarse.

Fué ahí cuando recurrió a contarle a alguien.

Gaby y Pieck no se sorprendieron cuando esté los contó su drama, según ellas era lo suficientemente obvio que a él se le caía la baba con solo mirar a Armin en traje.

Le hicieron entender que estaba "enamorado" y que fuera hombre o mujer eso no estaba mal.

Y en la reunión de toda la familia que debía ser celebrada, Falco solo se fué a su habitación en silencio.

Cuando Armin se marchó Falco aprendió que el amor podía llegar a ser muy doloroso.

Pero su corazón siguió latiendo fuerte durante esos dos años cada vez que pensaba en el, porque nunca dejo de soñar con besarlo.

Ahora que miraba cómo todos sonreían mientras Armin y Levi se mantenían juntos jugando con la princesa, no pudo evitar sentir que su corazón estaba pendiendo de un hilo.

"También lo quiero.

También lo deseo.

También quiero aferrarme a él."

Era obvio que Levi disfrutaba de la compañía de Armin.

Y Falco no sabía que más hacer.

Ahora que vivían todos juntos el ambiente era extremadamente placentero, compartía con Armin conversaciones, lo ayudaba a cocinar, reían y jugaban juntos.

Falco se dejaba embriagar por el aroma de la habitación de Armin cada vez que podía entrar en ella.

Y que a Armin también le gustarán los chicos le daba esperanza, pero sentía que poco a poco Levi se la quitaba.

Y no podía quedarse sin hacer nada.

Esa misma noche, después de que la Historia, Mikasa y la princesa se fueran, decidió entrar y se lanzarse a la cama de su mejor amiga, para contarle sus dramas amorosos otra vez.

- Quiero a Armin para mí - le comentó a la chica que lo miraba expectante - ¿eso está mal?

Gaby bufó en respuesta.

- Falco, querido, todos quieren a Armin - explicó Gaby - y para muchas cosas.

La almohada que le lanzó a la chica cayó en el suelo, mientras los dos se reían.

- Levi también lo quiere - indicó mientras Gaby asentía - Y tú estás deacuerdo con ello.

- Armin le hace bien a Levi, se que puedes notarlo - justificó la muchacha - ¡creo que es la primera vez que lo he visto sonreír tanto Falco!

Más allá de esos ojos azules "Rivarmin"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora