Insecurities

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Armin, de un momento a otro, paso de ser el último en levantarse a ser el primero.

Todo por muy buenas razones.

Obligar a Levi a entrenar.

De eso llevaban 5 días y era una completa tortura y bendición  según Levi a la vez.

¿Esto era lo que sentían sus cadetes al comienzo?

- Ya no tienes condición física apta, Levi - indicó Armin el primer día - Tú ya deberías estar caminando casi sin molestias - se quejó - deberías comportarte como el hombre que siempre has sido y no tan solo resignarte.

Levi recuerda o está seguro de haber puesto una cara de espanto.

¿Desde cuando Levi Ackerman se resignaba a algo?

Y es que lo había echo, luego de la guerra, cuando dijeron que no sería tan ágil cómo antes no le vió sentido a hacer algo más, incluso cuando Armin le dijo que existía la posibilidad de que volviera a caminar, pensaba que nadie más lo necesitaba.

Luego se dió cuenta de lo equivocado que estaba, porque nunca lo dejaron solo y se sentía parte de esas personas que se juntaban cada mes a visitarlos.

Mikasa comenzó a frecuentar las mañanas para entrenar con ellos y competir con él.

Gaby y Falco observaban cual vigías hasta ese día, que vieron algo que llamó su atención.

- ¡Esos son equipos tridimensionales! - Gaby estaba impresionada - ¿Armin de donde los sacas?

Era interesante sin dudas, esos equipos tridimensionales se veían muy diferentes al último diseño que habían utilizado.

Eso le despertó la misma idea que Mikasa.

- ¿Los has construido tú? - Mikasa consultó antes que él - Armin están increíbles, ¿Historia te lo a permitido?

Armin asintió tímido, construir en los barcos se había vuelto un pasatiempo para él, y podía hacer más que un equipo tridimensional.

- Es... Algo en lo que estoy trabajando, una pequeña empresa - intento quitarle importancia.

Gaby y Falco podían creerle esas patrañas, pero Levi no le creyó nada de que solo fuese una pequeña empresa.

Aún así decidió hacerse el ingenuo y proceder a lo que tenían para hoy.

- El equilibrio es algo importante - explicó Armin acercándose a él, ayudándolo con las correas de las piernas - si quieres caminar bien, necesitas reestablecer otra vez tú equilibrio.

Levi tragó duro cuando sintió el ajuste de las correas en sus piernas, evitándose quejar por leve dolor.

- Será divertido verte caer de bruces, Ackerman - Mikasa tocó su hombro - una pequeña venganza diría yo.

Estuvo apunto de jalarle los mechones de pelo que ahora habían crecido, pero Armin lo detuvo cuando le dio un pequeño manotazo en la mano de su amiga, quien río divertida.

- Levi, no voy a dejarte caer - la voz decidida del muchacho lo estremeció, de múltiples formas - estaré enfrente de tí en todo momento para ayudarte con el equipo.

Levi vio como de un salto Armin ya estaba colgado del Arco metálico sin balancearse, esperándolo.

Con ayuda de Mikasa llegó frente al chico, lanzando los anclajes uno a uno al arco.

Cuando el segundo anclaje se sujetó correctamente y se sintió elevarse no logro impedir sentir el vértigo primerizo.

Sentía que se tambaleaba y los músculos de sus piernas cada vez dolían más, la tensión y la poca costumbre de mantenerlos en un nivel lo estaban torturando.

Lanzó las manos hacia adelante esperando la caída brutal, que nunca llegó.

Sintió como unas manos se entrelazaban a las suyas, sin miedo ni quejas por las cicatrices en los dedos faltantes.

Levi dirigió la mirada al chico frente a él, quien le sonreía cálidamente.

- Te dije que no caerás, ¿No confías en mí?- consultó divertido el chico, por el panico ciego de Levi, que se notaba en la forma que se aferraba a sus manos - Calma Levi, estarás bien.

En un intento de relajarlo, Armin acarició suavemente las cicatrices, un pequeño cariño.

Un pequeño cariño que Levi nunca había sentido.

Levi acarició levemente las manos de Armin también, dirigiendo su mirada al chico.

Armin nunca esperó ver a ex capitán tan abrumado por un simple cariño.

¿Nadie nunca se había atrevido antes?

Mikasa cuando se dió cuenta de la expresión de Levi entendió que necesitaba un poco de espacio, con ayuda de Gaby se llevó a Falco lejos.

Conocía mucho mejor al Ackerman ahora y esa cara no era algo que le gustaría que vieran.

Supuso que estaba tan abrumado por algo y considerando que sus formas de ser eran un tanto parecidas, creyó que Levi estaba apunto de llorar.

Cuando Levi vió que los otros se alejaban, con esfuerzo se tambaleó, para posar su frente en el hombro de Armin, aún con las manos entrelazadas.

- ¿No te doy asco? - murmuró.

- ¿De qué debería de sentir asco según tú? - Armin intrigado respondió, esperando la explicación que creía que tendría.

- Las cicatrices extrañas en mis dedos faltantes, la cicatriz que cruza mi cara... No creo que sean lindas de apreciar, tampoco de tocar.

Levi no recordaba que alguien se hubiese atrevido a tomarle la mano y que las miradas de extraños solo eran de pena u incomodidad.

Estuvo apunto de perder por completo la vista del ojo dañado y la cicatriz cruzaba su cara de lado a lado, por eso la niña de Historia no le caía mal, ella no le temía.

Abrumado con sus pensamientos, no se dio cuenta del momento en que las manos de Armin pasaron de estar  a sus costados, para luego tenerlas en su cara, limpiando una pequeña lágrima.

- Pero sigues siendo tú, Levi - la frente de Armin se posó en la suya- no creo que unas cicatrices te definan desde ese momento, solo demuestran lo mucho que peleaste y lo valiente que eres - el chico río - Además, mira, ¡ya mantienes el equilibrio tú!

Levi se percató de lo bueno que era el chico para distraerlo también.

- Entonces, ¿No te doy asco? - suspiro aliviado cundo Armin le negó - ¿nada?

- ¡Por supuesto que no! - divertido ante el alivio del hombre - Levi, tú eres muy guapo y unas cicatrices y dedos faltantes no aplican en tu forma de ser tampoco, en mi caso eso no te define.

- ¿Así que me encuentras guapo? - Levi abrazo al chico, aunque aún le dolía como el infierno mantenerse en equilibrio, no quería que el momento terminara.

Armin asintió.

- Siempre lo has sido, con o sin cicatrices de por medio.

Después de eso el entrenamiento terminó, con Levi sin más lágrimas que secar.

Levi ese día descubrió una extraña calidez al saber que el hombre que le gustaba lo encontraba lindo y no sentía incomodidad al cómo era ahora su apariencia.

Armin sintió su cara enrojecer cada vez que Levi le dedicaba una mirada más serena que la anterior.

Mikasa a la hora de la cena evitó preguntar qué les sucedía, pero le preguntaría más tarde a Armin, por esos discretos roces de manos durante el día, que para ella no pasaban desapercibidos. 

Más allá de esos ojos azules "Rivarmin"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora