Más allá de esos ojos azules "Rivarmin"

Cementery

Durante el camino al cementerio, Levi pudo enterarse de otros datos que comenzó a enlistar en su mente.

Entre ellos, estaba el que Jean  ya había probado los labios de Armin.

¿Cómo se enteró de eso?

Simple.

Armin intentó una relación con Annie y enserio lo intentó, le comento Gaby. El problema fué la extraña tensión que existía con Jean y aumentaba cada día.

El rubio no aguanto más y confesó a sus amigas, incluyendo a Annie lo que sucedía y sorprendentemente está última no lo odió, sino que lo apoyó hasta en las últimas instancias, siendo la única que sabía que se embarcaría a otras tierras, justo el día después en que solucionó el problema con Jean.

Armin fué a buscar a Jean esa noche en busca de explicaciones y luego de una intensa discusión  Jean le gritó al otro lo celoso que se sentía.

Y cuando Armin consiguió la respuesta del millón lo besó.

Levi observó claramente el sonrojo de Jean  formarse por recordar aquel beso.

Pues lo entendía completamente, Armin parecía el chiquillo más inocente de la tierra, pero sabía perfectamente que la mente de ese chico no paraba nunca de crear estrategias.

Tal parece que el rubio que deseaba podía ser muy atrevido.

Nuevamente le confirmaron la hipótesis cuando, sorprendentemente fué Falco el que se atrevió a preguntar qué tal estuvo.

“Arlet sabe hacerle honor a ser el último portador del titán colosal, Falco... Caliente cómo el infierno.”

Mikasa le dió un golpe al chico nuevamente por la estúpida referencia.

Pero a Levi se le hizo tentador probar un verdadero beso por primera vez.

Pues Levi no era inocente, conocía y había echo cosas, la diferencia es que esta vez enserio quería probar muchas, pero muchas más y solo con Armin Arlet.

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Cuando llegaron al cementerio el aroma a las típicas flores hizo que todos se abrumaran de sobremanera.

Gaby y Falco estaban aferrados el uno al otro, más Gaby hacia el contrario, apunto de llorar otra vez.

Levi solo quería salir corriendo a buscar al chico, pero Mikasa y Jean lo retenían.

- Si Armin está aquí no puedes llegar y correr directamente hacia él, ¿que planeas hacer? ¿Darle un bronca?- le increpó Mikasa con Jean asintiendo en confirmación.

- ¿Mikasa estás segura?... Es Levi después de todo-

- ¿Que quieres decir con eso, eh?- preguntó Levi a Jean.

- ¿Alguna vez has visto Armin en una crisis de pánico?- Jean ni esperó respuesta por parte del otro - nadie aquí soportó verlo así por primera vez y te conozco capitán, pero se que si enserio quieres a Armin esto también te va a doler.

Que el mismísimo Jean, el chico que también quería a Armin, le estuviera advirtiendo sobre la posible condición en que podían encontrarlo, lo asustó de sobremanera.

¿Qué era lo que le causaba tanto dolor a Armin? ¿Qué había sucedido con Blouse?

Los Cinco iban caminando a paso lento en dirección a la conocida lápida de la chica, era la indicación que me habían dado.

Apenas Armin los viera debían parar de caminar y dejar que el se acercara a uno de ellos.

Ese era el plan y Levi sabia seguir planes a la perfección.

Pero no esta vez.

No está vez.

Por qué cuando alcanzaron a estar en unos metros de la lápida, observó a su chiquillo pelirubio sollozar, con la frente directo en el nombre escrito en la piedra.

Su corazón se encogió.

Y lo hizo mucho más al observar los espasmos que cruzaban por ese cuerpo, la ropa empapada, el equipo tridimensional tirado a un lado, pequeños rasguños sangrantes a través de la ropa ligeramente rota.

Y cuando la mirada del chico se fijó en ellos, Levi sintió que su alma, corazón y cerebro habían salido del cuerpo.

Pues actuó en plan piloto al momento en que el mismísimo Armin Arlet comenzó a llorar con todas sus fuerzas mirándolo a él, murmurando bajito su nombre.

Levi automáticamente caminó hacia el frente, cayendo se rodillas al lado de Armin.

Por primera vez Levi sentía el verdadero miedo de perder a alguien más.

Por qué el pecho le dolía de solo ver los ojos oceánicos formando un río.

Cuando Levi pudo reaccionar Armin estaba apunto de lanzarse a abrazarlo y lo detuvo.

¿Todo eso contaba como el que Armin se acercara a él no?

Por supuesto que sí.

Pero de Levi brotó un enojo automático también, que provocó que tomara los hombros del chico más fuerte de lo que debía, haciéndolo callar.

- Levi... - soltó un poco sorprendido el rubio.

- Nunca...- Levi no sabía cómo podía costar tanto decir algo así - ¡¿Sabes el maldito susto que me hiciste pasar?!... ¡Te escuché gritar y llorar solo en tu habitación! ¡¿Porque te encerraste y saliste escapando?!... No huyas de mí otra vez, no puedo dejar que te vayas de nuestro hogar, maldito mocoso imprudente.

Cuando Levi levanto la mirada hacia el chico, sentía que Mikasa se encargaría de darle un golpe.

De todas forma si le echó una bronca.

Bronca que fue totalmente aceptada por Armin sin dudas.

Quién apenas Levi permitió se lanzó a sus brazos, provocando  caer directamente al césped.

Levi muy en el fondo de su corazón sintió un alivio tremendo y una nueva calidez, cuando Armin tomó su mano y le indicó lo que deseaba hacer.

- Llevame casa, Levi -

Jean y Falco observaron cómo, por primera vez, Armin sonreía genuinamente luego de una crisis.

Y esa sonrisa no era para ellos.

- Vamos Armin, vamos a casa.