28.

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POV Toni 🐍:

Volvimos a casa después de una larga charla con los padres de Reggie. Verónica había conseguido convencerlos para que no me denunciaran a cambio de que yo no denunciase al señor Mantle por lo que me hizo.

Eran casi las diez de la noche, y mi cuerpo pedía comida a gritos.

Toni: Oye, rubia. ¿Cuándo vamos a cenar?

Betty: O-oh...si, eso.- dijo dejando de mirar a Verónica como una tonta. La pelinegra estaba sentada en el sofá con el móvil entre las manos.

Betty: Iré a hacerla, ¿Qué os parece unos tacos?

Verónica: ¿Tacos? ¿Hay algo que no sepas hacer?-le sonrió a la rubia y esta bajó la mirada nerviosa con una media sonrisa en sus labios.

Toni: Yo voy a bañarme, que huelo a culo de mono- dije interrumpiendo el romántico momento.

Verónica: Betty y yo haremos la cena.

Toni: ¿Tú? ¿Desde cuándo cocinas?

Verónica: Bueno...

Toni: Desde que lo hace tu novia, ¿No?

Betty: ¿No te ibas a duchar, Topaz?- preguntó alterada.

Toni: Bien, pero si van a hacer algo...raro. Lávense las manos antes de hacer mi taco.- subí las escaleras y me metí en el baño.

POV Verónica 💎:

Gracias a Toni, ahora la idea de besar a Betty no salía de mi cabeza. Pero no solo quería besarla, necesitaba algo más...

Fuimos a la cocina y la rubia sacó dos delantales. Me dio uno y me lo puse.

Al girarme para verla, me fijé en su delantal. Estaba tan...sexy. Aunque Betty se empeñara en esconderlo, ese delantal se ceñía a su cintura, resaltando todas y cada una de sus curvas.

Betty se dio cuenta de que la miraba descaradamente y me interrumpió.

Betty: B-bueno...¿Empezamos?- dijo dándose la vuelta quitándome la espectacular vista que tenía de su cuerpo entero.

Verónica: S-si...

Betty sacó los ingredientes y se puso a cocinar la carne. Yo no sabía qué hacer, así que me quedé mirandola embobada.

Entonces mi mente se imaginó lo bien que estaría la rubia con ese delantal, SOLO con ese delantal.

La imagen de la rubia sin ropa rondaba mi cabeza. Haciéndome sentir...cosas que no debería sentir allí.

Betty: ¡Verónica!- me llamó Betty haciéndome salir de esos sucios pensamientos.

Verónica: ¿S-si..?

Betty: ¿Me pasas la sal?

Verónica: Cl-claro...- agarré el bote de sal como pude y se lo di a la rubia.

Al ver las manos de Betty agarrando el bote de sal, me las imaginé en otro sitio. En algo menos... católico.

Me imaginé saltando encima de esas delicadas manos gimiendo su nombre sin parar como una maldita sumisa.

WoW, Verónica. Tienes que parar con esto.

Betty: Oye, Verónica...- dijo volviendo a captar mi atención.

Verónica: ¿Q-que?- pregunté intentando borrar esa imagen de mi mente.

Betty: ¿Estas...bien?

Verónica: S-si, si...¿Por qué lo dices?

Betty: Te noto rara, ¿En serio estás bien? ¿Necesitas algo?

Enamorada de tu novia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora