Enamorada de tu novia

26.

POV Verónica 💎:

Las cosas con Betty habían sido raras en estos últimos días. Después del beso, ella evitaba hablarme todo lo que podía. Había noches en las que me iba dormir a casa de Archie para no incomodarla.

Era como si hubiésemos vuelto a la casilla de salida. Cuando ella a penas me dirigía la palabra y yo intentaba averiguar por qué no le caía bien a la rubia. Con la única excepción de que esa rubia de hace unos meses se había vuelto en la persona más importante de mi vida.

Creo que no debería haberla besado. Pero, ¿Cómo no hacerlo con esos labios rosa pastel tan tiernos?

Me sentía culpable. ¿Y si ella no quería besarme? Tal vez solo estaba confundida.

Aunque al menos a mí, no me desagradó el beso. No voy a mentir, los besos con Betty se habían vuelto mis favoritos. Eran adictivos, una vez que los probabas, no lo podías dejar. Siempre querías más, es como una droga. Betty era mi droga.

POV Cheryl 🍒:

Cheryl: Por favor tío Claudius- me ahogaba entre mis propias lágrimas.

Claudius: Sé una niña buena- sacó el látigo de un cajón.

Cheryl: Déjame en paz- yo estaba en una esquina de la cama semidesnuda, intentando cubrirme con una sábana.

Claudius: Si te portas bien no te haré daño muñequita.

Cheryl: ¡NOOO!- grité con todas mis fuerzas.

Claudius: ¡Ya me estás hartando hija de puta! ¡Me vas a hacer caso!- dejó el láltigo para sacar una pistola.

Me puso la pistola en la cabeza. Podía sentir el helado metal en mi frente. Y sus manos que amenazaban con apretar el gatillo.

Claudius: Bien, quitate la ropa.

Yo le supliqué con la mirada sin decir ni una sola palabra rezando por qué no apretara el gatillo.

Claudius: ¡Qué te quites la puta ropa!

Obedecí y me quité como pude la ropa, mis manos no paraban de temblar y me estremecía cada vez que la tela tocaba alguna de mis muchas heridas.

Claudius: Buena chica- se desabrochó el pantalón y se bajó los boxers.

Rápidamente cerré los ojos. No quería ver nada más. Me daba igual lo que me hiciera, pero no quería verlo. Era vomitivo.

Entonces sentí como introducía su miembro dentro de mí lentamente.

Cheryl: ¡No por favor!

Claudius: ¡Qué te calles!

*Inserten sonido de disparo*

En ese instante el sonido de la pistola sacudió todo mi cuerpo.

Cheryl: ¡AHHHHHH!- Me desperté de esa horrible pesadilla gritando. Miré el reloj, eran las cuatro y media de la madrugada.

Salí rápidamente de la cama con la respiración acelerada. Mis brazos me temblaban y apenas podía andar sin que mis piernas fallaran. Mi piel estaba completamente pálida.

Cheryl: ¡Toni!- busqué a Toni desesperada por toda la casa pero no había ni rastro de ella.

Tenía ganas de vomitar, ahora mismo me odiaba a mí misma.

Mis piernas me fallaron y caí al suelo mareada. Volver a revivir esa situación había sido horrible. Necesitaba a Toni, ¡Joder! Necesitaba que me abrazara y me dijera que todo estaría bien.