Enamorada de tu novia

33.

Vale...solo quiero aclarar una cosa. Por lo visto hay gente que me conoce y lee mi historia. A esa gente les invito a saltarse este capítulo, gracias. Carmen y Nathalia, si leéis esto quiero decir que me han hackeado el móvil. Yo solo escribo puros versículos de la biblia. Continuemos.🤝🏻

POV Betty 🌺:

Llevaba más de media hora esperando nerviosa a que Verónica saliera de la habitación.

Yo acababa de volver de comprar unas cosas para la cita mientras que Verónica se arreglaba. Pero esta chica tardaba la vida misma en vestirse.

Subí las escaleras impaciente. Y entré en la habitación.

Betty: Oye, Verónica. ¿Estas...- dejé de hablar cuando mi mirada se posó en la pelinegra.

La cual estaba desnuda frente al armario buscando qué ponerse.

Me tapé los ojos lo más rápido que pude. No me dio tiempo a ver gran cosa. Y tampoco creo que quisiera verlo. Bueno...un poco si quería.

Lo siguiente que escuché fue la risa de Verónica.

Verónica: Puedes mirar, rubia.

Betty: N-no gracias, yo ya me iba.- dije tratando de salir a ciegas de la habitación.

Entonces noté como una mano me agarraba.

Verónica: Es que no sé que ponerme. Ni siquiera sé a dónde vamos a ir. ¿Qué combina con eso?

Betty: D-da igual...tú ponte cualquier cosa. Todo te queda bien.- dije tratando de relajarme y olvidarme del hecho de que Verónica estaba desnuda frente a mí.

Verónica: ¿Y por qué no me lo eliges tú?

Betty: O-oye...yo no debería estar aquí mientras te cambias. No creo que sea una buena idea.

Verónica: Vamos...Tú sabes a dónde me llevas. Elígeme la ropa y yo te la elijo a tí. Será divertido.- trató de convencerme

Betty: B-bueno...Pero ponte algo pa-para que pueda abrir los ojos.

Verónica: Vaaaale- dijo entre risas

Me puse a mirar en el armario toda la ropa que teníamos, hasta que encontré una mini falda de cuadros y una camiseta negra. Me pareció una buena idea. Así que se lo di a Verónica.

Verónica: Me toca a mí.- dijo entusiasmada acercándose al armario.

Todo esto dejó de parecerme una buena idea cuando vi lo que sacó la pelinegra del armario.

Betty: ¡Eso parece ropa interior!- grité al ver un vestido extremadamente corto que podría pasar perfectamente por una servilleta de cocina.

Verónica: Lo sé

Betty: Y no pienso ponerme eso- negué con la cabeza.

Verónica: Lo sé, pero te lo pondrás porque me quieres.

Betty: ¡Ahhggg! ¿Sabes que eso es manipulación?

Verónica: Lo sé, y me encanta- me sonrió.

Betty: Te odio- dije agarrando el vestido, si es que a esa cosa se la podía llamar vestido.

Verónica: No es cierto, tú me amas.- rió.

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15 minutos después salimos de la casa para dirigirnos a nuestro primer destino.

Betty: Esto es ridículo. Este vestido es diminuto, seguro que se me ve el culo.

Verónica: A ver...