𝐄𝐋 𝐒𝐔𝐄𝐍̃𝐎 𝐃𝐄 𝐔𝐍 𝐀𝐑𝐓𝐈𝐒𝐓𝐀 [𝐌𝐈𝐊𝐔𝐗𝐋𝐄𝐍]

♪CAPITULO 6♪

Eran exactamente las 6:35 de la tarde, la joven aquamarina se encontraba en casa de los Kagamines aún. Luka la había llamado diciéndole que tardarían en pasar por ella lo cual no le importo mucho, sabía que su hermano estaba bastante ocupado y necesitaba la ayuda de Luka.

Se sentía culpable algunas veces, su hermano no solo tenía que soportar la carga que sus padres habían puesto sobre él, sino que ahora también tendría que hacerce responsable por ella. Sabía que en realidad no era su culpa pero no podía dejar de sentirse así.

Decidió ignorar esos pensamientos, no estaba en su casa como para estar deprimida y no querría preocupar a sus amigos, mejor se concentraría en terminar su tarea lo más pronto posible para poder charlar con Rin.

— Bien entonces, necesitas encontar este valor para encontrar este otro —Miku señalaba con su dedo índice las ecuaciones que tendrían que resolver.

— Ya veo...-dijo la rubia mientras ponía una de sus manos en su barbilla simulando pensar.

— Bien entonces-

— E-espera Miku.

—¿Si?

—¿Me podrías volver a explicar lo anterior? -dijo con un ligero rubor en sus mejillas, no estaba acostumbrada a pedirle ayuda a alguien que no fuera su hermano.

—Claro. —dijo con una sonrisa —entonces... ¿Te parece si te explico desde el principio? Así repasamos todo.

Los ojos de la rubia se iluminaron, estaba feliz de poder tener una amiga tan inteligente como Miku.

-¡Claro!

Así, un par de chicas continuaron estudiando hasta que el mayor de los Kagamines las interrumpió:

—Chicas, ¿Siguen muy ocupadas? -dijo mientras abría lentamente la puerta y se asomaba por ésta.

—¡Oh! Kagamine-senpai.

—¿Qué tal? ¿Rin te ha dado muchos problemas?

—¡Oye! Se supone que eres mi hermano.

—Si por eso le pregunto; sé que eres demasiado problemática, infantil, descuidada, distraída y....-

—¡Está bien! Ya no sigas.

— Por lo menos lo aceptas. -dijo mientras se sentaba junto a la aquamarina.

— Bueno si solo viniste a eso ya te puedes retirar.

—Rin creo que eso es algo cruel.- dijo la aquamarina mientras se sonrojaba por la mera presencia del rubio.

-«¡Lo sabía! Hay algo entre estos dos.»

—Bien entonces, ¿Necesitan ayuda? No es por presumir pero en la anterior escuela era el mejor de la clase.

—Si si a nadie le importa. -dijo restándole importancia al asunto.

—En primera, no te estaba preguntando a ti y en segunda si sigues diciendo eso ya no te ayudaré cuando Miku no pueda hacerlo.

—Si si... ¿Sabes qué? Si necesito tu ayuda hermano.

—¿A si?-dijeron ambos jóvenes al únisono.

—¡Si!

—Bien ¿En qué puedo ayudarte?

—Quiero helado. ¿Nos podrías traer un poco?

—Claro pero me dejarán quedarme aquí mientras estudian.

—Claro claro ahora ¡Ve!

—Permiso.