♪CAPITULO 21♪

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Eran pasadas poco más de las tres de la tarde, el chico se encontraba caminando por las transitadas calles de Tokio en busca de su madre la cual lo había llamado diciéndole que iría a comprar un regalo para su padre por motivo de su aniversario.

Llevaba aproximadamente diez minutos caminando alrededor de las tiendas que su madre podría frecuentar cuando su teléfono comenzó a sonar, era ella, al parecer lo necesitaba:

-Len... ¿Estás aquí?

-Hola mamá, estoy cerca del centro comercial ¿Dónde estás?

-Lo siento... Estoy con una amiga, ella me acompañará y tal vez vaya más tarde de lo planeado a casa. Tendrás que volver solo a casa.

-Ya veo... Está bien, volveré a casa después de dar una vuelta por las tiendas. Cuídate mamá.

-Gracias Len, ten cuidado hijo, te quiero.

Antes de que él pudiera responder, la llamada terminó.

Soltó un largo suspiro, había salido de su casa un día sábado por la tarde y eso lo molestaba de alguna manera.

Caminó mientras observaba los estantes de las tiendas por las que pasaba; había decidido pasar por todo el centro comercial para ahorrar tiempo y tomar el metro en la estación más cercana.

(...)

Estaba en el metro, caminó hasta el fondo del vagón para sentarse en los últimos asientos.

Sacó sus audífonos y su teléfono. Observó por la ventana a la gente que pasaba por ahí. En ese momento, la cabellera de cierto rubio conocido fue lo que llamó su atención.

-¿Len? -Observó nuevamente y efectivamente, era él. -¿A dónde?

Tomó sus pertenencias mientras corría para salir del lugar, lo había encontrado y no lo dejaría ir.

Mientras tanto, el rubio caminaba hacia una de las bancas del lugar para poder esperar su tren.

Revisó su teléfono y vió que había varios mensajes de Rin pidiendole helado y otras cosas; su padre le decía que llegaría tarde y había uno de Gumi en el que le informaba que el día lunes no asistiría a la escuela lo cual le pareció extraño por unos instantes hasta que recordó que su hermano mayor volvería ese fin de semana.

Esperó un par de minutos hasta que su tren llegó. Esperó a que todas las personas que bajarían en esa estación lo hicieran y revisó nuevamente su teléfono.

Nada.

Había estado esperando un mensaje por parte de su aquamarina amiga pero la chica no le había enviado nada. Pensó que tal vez estaría ocupada ya que ser la hija menor de unos grandes empresarios sería algo bastante difícil.

Suspiró mientras lo guardaba nuevamente en el bolsillo de su pantalón para poder así subir al tren pero una voz lo interrumpió:

-¡Oye espera!

El rubio volteó hacia donde al parecer provenía esa voz y se encontró con un rostro bastante familiar.

-... Tú...

-Oye cuánto tiempo sin vernos ¿No es así? -Dijo tratando de sonar calmado mientras tocaba el hombro del rubio.

𝐄𝐋 𝐒𝐔𝐄𝐍̃𝐎 𝐃𝐄 𝐔𝐍 𝐀𝐑𝐓𝐈𝐒𝐓𝐀 [𝐌𝐈𝐊𝐔𝐗𝐋𝐄𝐍]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora