♪CAPITULO 7♪

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Eran pasadas de las 8 de la noche cuando un lujoso auto se estacionó frente a una casa en la cual se encontraban tres jóvenes, cada uno en un lugar distinto de ésta.

La menor de la familia Kagamine decidió entrar en su habitación después de volver a la cocina por más helado.

Después de pedirle disculpas a Miku, Rin decidió que lo mejor sería dejar los estudios para que la aquamarina se pudiera relajar completamente.

Continuaron conversando tranquilamente hasta que el teléfono de Miku comenzó a sonar.

—¿Hola? –dijo mientras colocaba el aparato junto a su oído.

—Estamos fuera, a menos que prefieras quedarte a dormir puedo convencer a tu hermano.

—¡Oye! –se escucho al otro lado de la bocina.

—Está bien, bajo enseguida.—y colgó.

—Así que ya vinieron a recogerte. –dijo tranquilamente la rubia mientras se ponía un abrigo ligero para acompañar a su invitada hacia la puerta.

—Si... —fue la repuesta de la joven que recogía sus pertenencias.

—Bien entonces te acompaño.—una vez que se aseguro que su amiga había recogido todo.

—Gracias Rin.

Ambas chicas bajaron las escaleras en completo silencio, los padres de la rubia ya se habían retirado a dormir ya que su día comenzaba incluso más temprano que el de sus hijos.

Una vez en la entrada ambas chicas se despidieron deseandose unas buenas noches.

—Hasta mañana Miku.

—Si nos vemos mañana Rin. —dijo ya dentro del auto.

El auto avanzó mientras la rubia decidía volver a su habitación.

(...)

Cierto rubio se encontraba en su habitación sin poder conciliar el sueño, ni siquiera había salido a despedir a Miku a pesar de haberle prometido a su hermano que la cuidaría en todo momento. Sonrió. ¿Por qué se preocupaba demasiado por esa chica a pesar que la conocía apenas hace un día?

Un notorio sonrojo apareció en sus mejillas, pensaba que la chica era bastante linda pero no sentía algo hacia ella.

Otra vez dejo de pensar en todo y trato de conciliar el sueño, tendría un día bastante agitado.


Se quedó profundamente dormido después de aproximadamente cinco minutos.

▪️▪️▪️

Era un día soleado, Len se encontraba caminando por los amplios pasillos del colegio mientras observaba como sus compañeros jugaban fútbol en el patio.

Se dirigía tranquilamente hacia su aula cuando una voz familiar lo llamó:

—Oye Len ¿Te encuentras bien? —era su mejor amiga, Gumi.

—Si... No es nada.

— ¿Estás seguro?

—Totalmente.

— Bien...iré a hablar con el profesor, me pidió que lo ayudara en unas cosas ¿Seguro que no quieres venir?

𝐄𝐋 𝐒𝐔𝐄𝐍̃𝐎 𝐃𝐄 𝐔𝐍 𝐀𝐑𝐓𝐈𝐒𝐓𝐀 [𝐌𝐈𝐊𝐔𝐗𝐋𝐄𝐍]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora