𝐄𝐋 𝐒𝐔𝐄𝐍̃𝐎 𝐃𝐄 𝐔𝐍 𝐀𝐑𝐓𝐈𝐒𝐓𝐀 [𝐌𝐈𝐊𝐔𝐗𝐋𝐄𝐍]

♪CAPITULO 12♪

-¡¿Pero qué...?!

-Shh... -dijo mientras ponía su mano en la boca de la aquamarina. -¿Estás bien?

La aquamarina solo la miró con una mirada fastidiada, dandole a entender que necesitaba que quitara su mano de su boca.

-Oh lo siento...¿Estás bien?

-Si.... Espera, ¿Por qué estás aquí Gumi-senpai?

-Oh... Bueno es que se suponía que almorzaría con Len pero me dijo que no te sentías muy bien y que vendría a hacerte compañía.

-¿Len-senpai dijo eso? -dijo sorprendida.

-Si... Pero ni siquiera me pidió que lo acompañara ¡Len es muy injusto! ¡Yo también me preocupo por ti! -dijo mientras hacía pucheros.

-Y-ya veo...

-¿Uhm? ¿Estás segura que todo está bien?

-Si... Es solo que me avergüenza un poco el hablar con Senpai después de haberle gritado antes.

Los ojos de Gumi se abrieron como platos al escuchar la "confesión" que Miku le había hecho. Debía sentirse muy mal como para haberle gritado a alguien, en el poco tiempo que la conocía, sabía que Miku no era una chica temperamental así que debió haber estado realmente mal.

-Bueno. Ya que al parecer Len no ha venido, es mejor que me vaya antes de que lo haga.

-¿Eh? ¿Por qué?

-Verás... Se supone que debo estar cuidando nuestro espacio así que por eso no me dijo mucho. Pero está bien, por lo menos ya me aseguré de que te sientas mejor. Si te pasa algo solo dímelo ¿De acuerdo?

-Senpai...

-Bueno, creo que tendré que acostumbrarme a qué me llames así... Se siente raro pero no importa, no eres la única que lo hace. Bueno ahora sí, me voy. ¡Nos vemos! -Dijo mientras salía del aula despidiéndose con sus manos.

—¡G-gracias!

La peliverde solo sonrió y se fue corriendo antes de que su rubio amigo llegara, ya que estaba completamente segura de que lo haría.
Era algo triste para ella el saber que el rubio algún día encontraría el amor pero sin importar que, ella lo apoyará en todo momento.

—Supongo que era de esperarse. —dijo con una sonrisa triste.

Finalmente llegó al lugar donde debería estar, estaba apunto de comenzar su almuerzo cuando la voz de su rubia amiga la llamó:

—¿Dónde demonios estabas?

—¿Qué cara...? —fue interrumpida por su amiga que había metido un trozo de pan en su boca.

—Cuida tu vocabulario, eres una chica.

— Mira quien lo dice.

—Y...¿Dónde estabas?

—Oh..... Solo fui a hablar con alguien.

—¿Te sientes bien? Te noto algo extraña.

—Si... Todo en orden.

—¿Segura?

La mayor pareció dudar un momento.
—... Tengo hambre. —dijo finalmente mientras se avalanzaba sobre su almuerzo.

La rubia solo sonrió un poco más calmada, ella sabía que sus dos amigas estaban enamoradas del mismo chico, su hermano, pero ella había intentado anteriormente hacer que Len se "enamorara" de Gumi y no había resultado nada bien. Desde aquel momento, decidió no meterse en los asuntos amorosos de alguien más pero ¿Cómo podría ignorar los obvios sentimientos de Len?

Aparentemente, ella y Gumi eran las únicas que estaban al tanto de ello y eso le comenzaba a molestar, era hora de usar su sueño  como excusa para que Miku y Len se volvieran más cercanos.

Si, solo era cuestión de tiempo para que ambos supieran que sentían lo mismo por el otro, pero por ahora, simplemente los miraría de lejos, dándoles pequeños pero aparentemente grandes empujones.

Continuará...