🌹019🌹

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Yo me quedé "shock".

— ¿A-a qué te refieres con tú pareja? ¿Pareja de baile?, ¿Pareja de compañía?— Me hice la tonta.

— Amalia, sabes a lo que me refiero. No eres una niña, no te hagas. — Me cacho.

— Le di una bofetada. — ¡¡Pero ¿qué te pasa, eh?!! ¿Crees que puedes venir así y aparecerte así por qué sí en mi vida, eh? ¿Crees que soy uno más de tus hombres a la cuales puedes darme  órdenes? ¡¡Sólo por la deuda crees que puedes aprovecharte!! Porque déjame decirte qué...

No pude seguir reclamando y protestando porque Adam, me acorraló contra la puerta y yo me quedé callada en silencio mirándolo.

— ¿Q-qué h-a-aces? — tartamudeo.

— ¿Qué haces si te beso, mmh? ¿Me dejarías?

— Lo-Loan... — Él me tenía las manos aguantadas contra la puerta de la limosina y acorralada. Casi estaba entre medio de mis piernas y con el vestido que tengo se me subía el vestido.

— Sí, tu "amiguito" puede besarte yo también tengo derecho. Además yo no soy cualquier "amiguito". Soy el primer hombre de tú vida.

Me sonrojé y dicho eso me besó con fuerza. Me besaba con mucha intensidad y lo hacía muy bien. Sus palabras vinieron a mi mente "Soy el primer hombre de tú vida" y cerré mis ojos y le seguí el beso. Sus manos se fueron aflojando y las bajó hasta detrás de mí cuello dónde profundizó el beso aún más. Mis manos fueron a su espalda agarrando su ropa con fuerza. 8 años atrás desde la última vez que nos besamos. Pero mis pensamientos fueron interrumpidos por sus manos que bajaron a los muslos de mis piernas y se metieron de bajo de mi vestido.

— A-Adam... — Dije suavemente entre besos.

— Déjame tocarte Amalia. — Dijo con voz ronca y afectada por los besos.

No dije nada y Adam siguió con sus manos sin dejar de besarme hasta que llegó a mis bragas dónde acarició con sus manos primero y yo jadee. Luego lo echó hacía el lado con una mano y con la otra introdució dos dedos en mí intimidad mojada haciendo que gimiera.

***

Me desperté rápidamente y me senté. Estaba sudada y agitada. Me calme. Qué bueno que sólo fue un sueño y que estoy en mí...

Miré y noté que no estaba en mi casa. Era de día y la luz entraba por las puertas de cristal y por las ventanas un poco. Se escuchaba el mar y se podía ver también. ¡¡Esperen!! Miré a mi lado y Adam, estaba durmiendo de espaldas sin camisa y yo estaba... ¡¡Desnuda!!

¡¡Nooo!! ¡¡No puede ser cierto!! ¡¡Maldito Adam!!

Me levanté rápido y empecé a buscar mi ropa por toda la habitación y rápidamente que la encontraba me la ponía. Tomé mis zapatos en mis manos y salí rápido en silencio. Era una casa grande dónde estábamos. Abrí la puerta del auto que se encontraba y me subí.

— Buenos días, señorita Amalia, ¿Dónde está el señor Loan?

— Él... dijo que me alcanzaría pronto y dio la orden que me llevaras a dónde yo quisiera — Mentí nerviosa.

— ¿A dónde quiere que la lleve?

— De vuelta a la ciudad por favor.

***

— ¿¡Y entonces saliste corriendo y huistes!? — Preguntó Anastasia.

— ¿¡Qué podía hacer!? No me acordaba de absolutamente nada y no quería que las cosas terminaran así.

— Qué manera de decir "Buen polvo y adiós" Amalia. Al menos hubieras dejado una nota. Sí hubiera sido yo me hubiera quedado aprovechando de ese lugar y de "él señor atractivo".

— Anastasia, no me digas que tú también estás interesada.

— ¡¡Qué!! ¡¡Claro que no, yo no soy Shelly alias "me tiro a todo lo que se mueve hasta también un palo de escoba" — Se burló.

— ¡Ay, Anastasia por Dios!

— ¿Qué? Es la verdad. Yo lo digo sin pelos en la lengua además, no es que me interese el señor Loan, es sólo que me parece muy atractivo querida y papasitos así de cuarentones cómo él no se consiguen en cualquier lado.

— Me tape la boca evitando reír — Sí te oyera Shelly.

— ¡No le puedes decir lo de Loan!

— ¿Qué, por qué?

— Amalia, tú sólo hazme caso. No le digas sobre...

— Decirme sobre ¿qué? — Apareció Shelly.

— Sobre... — Realmente pensé en si decírselo.

— Sobre qué Castiel, besó Amalia ayer. — Mintió Anastasia.

— Ah eso. No me importa. — Dijo Shelly, restandole importancia.

— Es que cómo tú y Castiel casi tuvieron una relación... — siguió Anastasia.

— Eso fue hace mucho ahora me interesa alguien más y Castiel, nunca fue importante para mí. Sólo fue un juego.

En eso entra alguien por la puerta del lugar dónde nos encontrábamos y era Adam, que nos vio y se dirigía acá.

— ¡¡Mira Shelly, Adam!!

— ¿¡Dónde!? — Dijo ella de inmediato.

— ¡¡Ahí!! — Me levanté y lo señalé.

Shelly se levantó y fue hacía él de inmediato.

— Me tengo que ir. — Cogí mis cosas y me despedí de Anastasia que negaba con su cabeza mientras me miraba. — ¡¡Adiós!!

Mientras Shelly mantenía detenido a Adam, yo aproveche para taparme y escaparme. Cuándo salí afuera del lugar llamé un taxi.

Llegué a casa y cuándo estaba apunto de llegar a la puerta escuché unos pasos rápido que venían. Miré de dónde provenían y eran de Adam. ¿¡Cómo llegó tan rápido!?

Corrí a la puerta rápido.

— ¡¡Amalia, por favor detente!! — Gritó Adam y empezó a correr.

Yo me adentré y al cerrar la puerta Adam, gritó "¡¡Amalia no lo hagas!!" Pero ya había cerrado la puerta.

Pensaba que se iba a ir pero empezó a tocar la puerta.

— ¡¡Amalia!!, ¡¡Amalia abre por favor!! — Me llamaba y tocaba la puerta. — Y yo no abría. — ¡¡Sí no abres les diré a...

Abrí los ojos grandes y abrí rápido la puerta y besé a Adam para que se callara y no dijera nada. Me siguió el beso entró conmigo y cerró la puerta detrás de él. Luego se separó.

— Ves que fácil es abrir una puerta, Avalos. — Dijo burlón.

𝕍𝕖𝕟𝕕í 𝕄í 𝕍𝕚𝕣𝕘𝕚𝕟𝕚𝕕𝕒𝕕 𝔸 𝔸𝕕𝕒𝕞 𝕃𝕠𝕒𝕟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora