Yo me quedé "shock".
— ¿A-a qué te refieres con tú pareja? ¿Pareja de baile?, ¿Pareja de compañía?— Me hice la tonta.
— Amalia, sabes a lo que me refiero. No eres una niña, no te hagas. — Me cacho.
— Le di una bofetada. — ¡¡Pero ¿qué te pasa, eh?!! ¿Crees que puedes venir así y aparecerte así por qué sí en mi vida, eh? ¿Crees que soy uno más de tus hombres a la cuales puedes darme órdenes? ¡¡Sólo por la deuda crees que puedes aprovecharte!! Porque déjame decirte qué...
No pude seguir reclamando y protestando porque Adam, me acorraló contra la puerta y yo me quedé callada en silencio mirándolo.
— ¿Q-qué h-a-aces? — tartamudeo.
— ¿Qué haces si te beso, mmh? ¿Me dejarías?
— Lo-Loan... — Él me tenía las manos aguantadas contra la puerta de la limosina y acorralada. Casi estaba entre medio de mis piernas y con el vestido que tengo se me subía el vestido.
— Sí, tu "amiguito" puede besarte yo también tengo derecho. Además yo no soy cualquier "amiguito". Soy el primer hombre de tú vida.
Me sonrojé y dicho eso me besó con fuerza. Me besaba con mucha intensidad y lo hacía muy bien. Sus palabras vinieron a mi mente "Soy el primer hombre de tú vida" y cerré mis ojos y le seguí el beso. Sus manos se fueron aflojando y las bajó hasta detrás de mí cuello dónde profundizó el beso aún más. Mis manos fueron a su espalda agarrando su ropa con fuerza. 8 años atrás desde la última vez que nos besamos. Pero mis pensamientos fueron interrumpidos por sus manos que bajaron a los muslos de mis piernas y se metieron de bajo de mi vestido.
— A-Adam... — Dije suavemente entre besos.
— Déjame tocarte Amalia. — Dijo con voz ronca y afectada por los besos.
No dije nada y Adam siguió con sus manos sin dejar de besarme hasta que llegó a mis bragas dónde acarició con sus manos primero y yo jadee. Luego lo echó hacía el lado con una mano y con la otra introdució dos dedos en mí intimidad mojada haciendo que gimiera.
***
Me desperté rápidamente y me senté. Estaba sudada y agitada. Me calme. Qué bueno que sólo fue un sueño y que estoy en mí...
Miré y noté que no estaba en mi casa. Era de día y la luz entraba por las puertas de cristal y por las ventanas un poco. Se escuchaba el mar y se podía ver también. ¡¡Esperen!! Miré a mi lado y Adam, estaba durmiendo de espaldas sin camisa y yo estaba... ¡¡Desnuda!!
¡¡Nooo!! ¡¡No puede ser cierto!! ¡¡Maldito Adam!!
Me levanté rápido y empecé a buscar mi ropa por toda la habitación y rápidamente que la encontraba me la ponía. Tomé mis zapatos en mis manos y salí rápido en silencio. Era una casa grande dónde estábamos. Abrí la puerta del auto que se encontraba y me subí.
— Buenos días, señorita Amalia, ¿Dónde está el señor Loan?
— Él... dijo que me alcanzaría pronto y dio la orden que me llevaras a dónde yo quisiera — Mentí nerviosa.
— ¿A dónde quiere que la lleve?
— De vuelta a la ciudad por favor.
***
— ¿¡Y entonces saliste corriendo y huistes!? — Preguntó Anastasia.
— ¿¡Qué podía hacer!? No me acordaba de absolutamente nada y no quería que las cosas terminaran así.
— Qué manera de decir "Buen polvo y adiós" Amalia. Al menos hubieras dejado una nota. Sí hubiera sido yo me hubiera quedado aprovechando de ese lugar y de "él señor atractivo".
— Anastasia, no me digas que tú también estás interesada.
— ¡¡Qué!! ¡¡Claro que no, yo no soy Shelly alias "me tiro a todo lo que se mueve hasta también un palo de escoba" — Se burló.
— ¡Ay, Anastasia por Dios!
— ¿Qué? Es la verdad. Yo lo digo sin pelos en la lengua además, no es que me interese el señor Loan, es sólo que me parece muy atractivo querida y papasitos así de cuarentones cómo él no se consiguen en cualquier lado.
— Me tape la boca evitando reír — Sí te oyera Shelly.
— ¡No le puedes decir lo de Loan!
— ¿Qué, por qué?
— Amalia, tú sólo hazme caso. No le digas sobre...
— Decirme sobre ¿qué? — Apareció Shelly.
— Sobre... — Realmente pensé en si decírselo.
— Sobre qué Castiel, besó Amalia ayer. — Mintió Anastasia.
— Ah eso. No me importa. — Dijo Shelly, restandole importancia.
— Es que cómo tú y Castiel casi tuvieron una relación... — siguió Anastasia.
— Eso fue hace mucho ahora me interesa alguien más y Castiel, nunca fue importante para mí. Sólo fue un juego.
En eso entra alguien por la puerta del lugar dónde nos encontrábamos y era Adam, que nos vio y se dirigía acá.
— ¡¡Mira Shelly, Adam!!
— ¿¡Dónde!? — Dijo ella de inmediato.
— ¡¡Ahí!! — Me levanté y lo señalé.
Shelly se levantó y fue hacía él de inmediato.
— Me tengo que ir. — Cogí mis cosas y me despedí de Anastasia que negaba con su cabeza mientras me miraba. — ¡¡Adiós!!
Mientras Shelly mantenía detenido a Adam, yo aproveche para taparme y escaparme. Cuándo salí afuera del lugar llamé un taxi.
Llegué a casa y cuándo estaba apunto de llegar a la puerta escuché unos pasos rápido que venían. Miré de dónde provenían y eran de Adam. ¿¡Cómo llegó tan rápido!?
Corrí a la puerta rápido.
— ¡¡Amalia, por favor detente!! — Gritó Adam y empezó a correr.
Yo me adentré y al cerrar la puerta Adam, gritó "¡¡Amalia no lo hagas!!" Pero ya había cerrado la puerta.
Pensaba que se iba a ir pero empezó a tocar la puerta.
— ¡¡Amalia!!, ¡¡Amalia abre por favor!! — Me llamaba y tocaba la puerta. — Y yo no abría. — ¡¡Sí no abres les diré a...
Abrí los ojos grandes y abrí rápido la puerta y besé a Adam para que se callara y no dijera nada. Me siguió el beso entró conmigo y cerró la puerta detrás de él. Luego se separó.
— Ves que fácil es abrir una puerta, Avalos. — Dijo burlón.
ESTÁS LEYENDO
𝕍𝕖𝕟𝕕í 𝕄í 𝕍𝕚𝕣𝕘𝕚𝕟𝕚𝕕𝕒𝕕 𝔸 𝔸𝕕𝕒𝕞 𝕃𝕠𝕒𝕟
Romance¿Harías cualquier cosa con tal de dejar el lugar dónde lo que vives es un infierno? El lugar dónde eres infeliz ¿Harías lo que fuera por comenzar una nueva vida? Por empezar otra vida en otro lugar. Eso hice yo... busqué la manera más rápida de g...