— ¿No te parece extraño, Amalia? — Pregunta Castiel.
— ¿Qué? — Pregunté despistada.
— Qué justamente Shelly, nos preguntara a dónde íbamos y luego aparezca con el señor Loan, en el mismo lugar dónde estábamos.
— Tal vez fue casualidad o tal vez quiso venir también al mismo lugar.
— ¿Pero con Loan?, Amalia.
— Sí, tienes razón.
Nos trajeron las papas con queso derretido y bacon que pedimos juntos con las bebidas y entonces empezamos a comer. De vez en cuándo sin que Castiel, se diera cuenta miraba de reojo a la mesa de Loan y Shelly, y luego seguía comiendo.
De la nada Castiel, empezó a reír.
— ¿Castiel? — Pregunté extraña.
— Sólo Sígueme el juego. — Dijo entre dientes.
— ¿Ok? — Empecé a reírme pero falsamente. — ¿Por qué nos reímos falsamente?
— Porque Shelly, no está mirando mucho. — Se volvió a reír.
— ¿Y por qué tenemos que reírnos si Shelly, nos ve? — Me reí.
— No lo sé... ¿Por qué así ve que nos estamos divirtiendo mucho? — Susurra.
— ¿Qué tiene eso de sentido? — Susurro.
— No Preguntes. — Susurra.
— ¿Y por qué susurramos?
Nos quedamos en silencio y luego nos empezamos a reír de verdad.
— ¡Qué estúpidos somos! — Amalia, asiente con su cabeza riendo.
— Creo que las rondas de bebida nos están afectando.
— ¡Nah! Sólo llevamos una pocas.
— Amalia, te propongo algo... ¿Quieres hacer molestar a Shelly y Loan? Que vienen hacía acá.
— Pongo la mano en mí barbilla interesada. — ¿Qué tienes en mente?
— Bésame.
— ¿Qué? — Dije sin creer.
— Lo haré yo.
Me estampa sus labios. Me besaba y yo le sigo el beso. Una Shelly y Adam se detienen. Shelly, mira sorprendida y Adam, se enoja pero lo disimula con su rostro neutral.
Luego que nos separamos Castiel y yo los miré de reojo y le susurré a Castiel, en el odio.
— ¿Nos vamos?
Él me miró cogió mi mano con la suya, nos levantamos y le pasamos velozmente por el lado a Shelly y Loan. Nos subimos al auto de Castiel y me llevó a mi casa, ya que había terminado mi trabajo por hoy.
— ¿De verdad no puedes ir?
— No, lo siento. Ya quedé con Anastasia para salir hoy en la noche.
— Está bien. Entonces me despido.
Él se acercó y me dio un beso fugaz.
— Este es un beso de despedida.
— ¿Despedida? ¿Qué quieres decir?
— Ya sé que te gusta Adam.
— ¿Qué? ¡Pff! No.
— Amalia, vamos a ser francos. Lo note cuándo estábamos en el bar comiendo las papas. Crees que no me di cuenta que mirabas de reojo a la mesa dónde estaba él.
— Pero yo sólo... miraba que Shelly estuviera bien. — Mentí.
— Amalia, vamos a ser francos. A pesar de que me gustes no quiero que por no herirme me mientas. Te gusta Loan, ¿cierto?
***
PDV. Adam
Pensaba ignorar la invitación de Shelly, pero cuando me dijo que Amalia, estaría acepté. Yo no quería tener nada que ver con Shelly ni cómo cita o algo sentimental. Es guapa lo admito pero Amalia... Amalia es otra cosa. Amalia, es bellísima y su personalidad esa mujer... desde la primera vez qué vi su foto quedó plasmada en mi mente. Si no hubiera sido por Logan, nunca la hubiera conocido. Y desde hace 8 años que la toque me quedé deseándola. Nunca salía de mi mente, de mis sueños... ella fue quién me hizo dejar de lado los encuentros con mujeres y amantes. Ella cambió algo que en mí que me marcó para siempre. Por eso desde que la encontré hace 3 años estuve siempre al pendiente de todo de ella; por eso se mucho sobre ella y a ella es la mujer qué quiero en mi vida.
Pero hoy Amalia, llegó a mi límite.
Estaba tan furioso cuándo Ciprianno la besó y ella no hizo nada al respecto. En cambio, le siguió el beso y me hierve la sangre de tan sólo ver a ese tipo besándola. Y cuándo ella le Susurró quién sabrá qué algo al oído y se fueron de la mano rápido quería detenerla; quería interponerme, quería recordarle las condiciones de la deuda pero estaba con Shelly y no podía hacer nada. Y si ese tipo la está tocando...
Me puse ciego y me dejé llevar tanto por el enojo y la ganas de vengarme que cuándo Shelly me invito a su casa no lo pensé dos veces y acepté. Pero no pude hacer nada... cuándo besaba a Shelly, en mi cabeza sólo estaba Amalia. Asique me detuve.
— No puedo. — Dije y me alejé de Shelly.
— ¿No te gusto? ¿Hice algo mal?
— No, lo siento y no te sientas mal pero no eres tú sino por mi culpa.
— Es por Amalia, ¿verdad? Te gusta ella. — Asentí — Lo mismo que te puede dar ella te puedo dar yo... además ella no está interesada en ti.
— Tú no me puedes hacer sentir de la manera en que ella lo hace.
— ¡Ella no te quiere Adam! — Protesta. — Ella sólo te gusta por su físico y ya. Pero en en unos años más...
— No me gusta... la amo.
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𝕍𝕖𝕟𝕕í 𝕄í 𝕍𝕚𝕣𝕘𝕚𝕟𝕚𝕕𝕒𝕕 𝔸 𝔸𝕕𝕒𝕞 𝕃𝕠𝕒𝕟
Romans¿Harías cualquier cosa con tal de dejar el lugar dónde lo que vives es un infierno? El lugar dónde eres infeliz ¿Harías lo que fuera por comenzar una nueva vida? Por empezar otra vida en otro lugar. Eso hice yo... busqué la manera más rápida de g...