𝕍𝕖𝕟𝕕í 𝕄í 𝕍𝕚𝕣𝕘𝕚𝕟𝕚𝕕𝕒𝕕 𝔸 𝔸𝕕𝕒𝕞 𝕃𝕠𝕒𝕟

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PDV. Adam

Una hora antes de la cita con Amalia...

Estaba en la oficina organizando todo y dejando todo en orden antes de irme a la cita con Amalia. La cita sería encontrarnos en la dirección que le dí que es en la oficina del doctor para certificar y confirmar que Amalia es... virgen. Parece incómodo esta situación. Aunque la joven, Amalia me parezca sincera y muy bella tengo que asegurarme que si voy a dar tal cantidad de dinero no quiero darme la sorpresa de que en el momento en que tengamos la relación sexual me entere de que ella no sea virgen. Porque si soy sincero en algo tiene razón mi amigo Logan, y es que ella es demasiado hermosa cómo para que tenga a medio instituto detrás de ella y que ella no lo haya echo con alguien.

Había terminado todo. Miré la hora y ya casi se acercaba la hora de irme para encontrarme con Amalia. Cuándo había terminado de guardar todo... el teléfono de la oficina sonó. No iba a contestar pero lo tomé aún así.

— Hola, ¿qué pasa Dalia? — Dalia, es ni secretaria personal.

— Señor Loan, un hombre se encuentra aquí y dice que es urgentemente hablar con usted. Su nombre es Gregorio Dmitriev...

— ¿Gregorio Dmitriev? — Ese nombre me sonaba de algún lado pero no recuerdo de dónde.

— ¿Señor?

— Hágalo pasar.

— Ok, señor.

Puse el teléfono en su lugar y a los pocos minutos mi secretaria entró junto con el tal Gregorio Dmitriev. Venía con dos hombres y esos dos hombres cada uno tenía dos maletas. Gregorio Dmitriev, era un hombre más mayor que yo.

— Buenos días, yo soy el señor Loan. ¿Me podría decir quién es usted y el motivo por el cuál se encuentra aquí?

— Buenos días. — Habló el señor Gregorio Dmitriev, y noté que tenía un acento ruso. — Cómo sabe mi nombre es Gregorio Dmitriev, el motivo por el que me encuentro aquí es por la chica Amalia Pure...

¿Por Amalia? Pensé extrañamente. Cómo es que este hombre conoce a Amalia. No tienen mismos apellidos y cuándo hablaba con Amalia ella no tiene ese acento ruso.

— ¿Cómo usted conoce, Amalia?

— Verá, yo soy el hombre que me había puesto en contacto con usted para negociar por Amalia. Pero, ya que usted se negó vine personalmente a negociar. Así creerá en mi palabra y tal vez reconsidere darme Amalia.

— Así que es usted. Lo siento pero la negociación no está a discusión. Me niego rotundamente.

— No se precipite aún no le he dicho mi nueva oferta.

— Está bien. Hablé.

Dmitriev, le hizo unas señas a sus hombres y estos se acercaron al escritorio y pusieron en él las dos maletas que luego abrieron y había mucho dinero.

— Le ofrezco 2.900.000 millones por Amalia. Eso sin contar que cuándo tomé la virginidad de la chica Amalia le entregaré 1,000 más.

Era mucho dinero. En mi vida he visto dinero en mi cara de aquí para allá pero que ofrecieran esa cantidad por Amalia, había algo detrás de todo esto. No es que diga que ella valga menos no me refiero a eso pero es que, que un hombre viaje y haga hasta lo imposible por obtener cualquiera cosa y más lo que quiere... es por algún motivo. La cosa es, ¿debería importarme?

Podría tomar esa cantidad de dinero y desaparecer para siempre para Amalia y que otro la tome. Ella no es nada para mí... apenas la conocí. Pero... 《Adam, piensa en los ojos de Amalia y en ella》pero cuándo pienso en ella y en que hay detrás de sus palabras, de su motivo por el cuál vende su virginidad, cómo es posible que una chica tan bella cómo ella esté haciendo todo esto y cuándo pienso en su belleza y en saber más... me gana la curiosidad y algo dentro de mí quiere saber más de ella y pienso que vale la pena arriesgarme.

Después de pensarlo y mirar el dinero cerré mis ojos y cerré las maletas de dinero con mis manos.

— No. — Dije.

El hombre se le fue la buena cara que tenía.

— ¿Cómo dijo?

— He dicho que no. No estoy interesado en su oferta y cómo dije no está en negociación. — Él iba hablar pero yo lo detuve y seguí hablando. — La joven Amalia, ya es mía y por favor le pediré que se retire.

— "Лжец" — "Mentiroso" dijo en ruso.

— "Как ты только что меня назвал" — "¿Cómo me acabas de llamar?" Le respondí gélido y mirando seriamente. A lo que él hombre se sorprendió. — Le pediré que se retire o llamaré a mis hombres.

El gruñó. Estuvo a punto de decir algo pero yo me mantuve firme y le mandé con mi mirada una mirada de advertencia a lo que él le dijo "vámonos de aquí" a sus hombres. Ellos tomaron las maletas y se fueron detrás de él.

***

En la oficina del doctor.

Definitivamente estás llena de sorpresas Amalia.

Se escuchó la puerta de la oficina abrirse. Una Amalia sonrojada e incómoda estaba parada al lado del doctor.

— Pase por favor. — Me dijo el doctor.

Entre y el doctor cerró la puerta.

— ¿Y bien? — Pregunté seriamente mirando al doctor.

— Es virgen. — Dijo el doctor.

Entonces miré Amalia y un pensamiento no bueno pasó por mi mente.

"Serás sólo mía, Amalia".

Nota de la autora:

Hola, gracias por tomar de tu tiempo y leer esto. Este capítulo es el de mañana asique lo adelanté para hoy. Gracias a todos por su apoyo.

Besos y abrazos.

Key. ✨