𝕍𝕖𝕟𝕕í 𝕄í 𝕍𝕚𝕣𝕘𝕚𝕟𝕚𝕕𝕒𝕕 𝔸 𝔸𝕕𝕒𝕞 𝕃𝕠𝕒𝕟

🌹024🌹(Maratón)

🌹🔞 Explicito 🔞🌹

"Quiero ser tú mujer..." y así me hizo su mujer una y otra vez sin descansar. "Eres todo lo que deseo, Amalia" – Me dijo Adam.

Yo estaba sentada encima de él y él acostado con sus manos en mi cadera, mientras yo estaba moviéndome arriba y abajo encima de él. La lluvia caía fuertemente y estaban cayendo relámpagos alumbrando la habitación cada vez que caían. Una noche romántica por así decirlo. ¿Qué horas eran? Ni siquiera sabía. Estaba sintiendo tanto placer montando a Adam. Pero no sólo era el sentimiento de placer lo que sentía sino también el sentimiento mutuo de necesitarnos y el sentimiento de amarnos.

Adam, se sentó y me rodeó con sus brazos fuertes escondiendo su cabeza en mi cuello. Nuestros cuerpos estaban cercas, calientes y sudados.

— ¡Aghh-Amalia! — Estaba apunto de venirse Adam.

Su respiración agitada y gritos de placer mientras yo lo montaban me daban satisfacción y me excitaban.

Jale un poco su pelo y aumenté un poco más mis movimientos y velocidad. Eché mi cabeza un poco hacía atrás y cerré de nuevo mis ojos gimiendo. Adam, me abrazó un poco más fuerte, gimió y luego sentí cómo se vino. Luego yo me excite mucho, sentí cómo mi intimidad se apretó y llegué al orgasmo también.

Nos quedamos en la posición que estábamos por unos minutos abrazándonos. Adam, repartía besos por todo mí hombro hasta mi cuello, mi barbilla y luego llegó a mi boca y nos besamos.

— ¿Otra vez? — Se separa Adam y me mira.

Suspiré en modo de protesta. ¿Cuántas veces lo habíamos echo? Ya había perdido la cuenta. Adam, empezó a repartirme besos por todo mí cuello y luego pasaba su lengua. Haciéndome sentir corrientes de placer.

— Está bien, una última vez.

Me acostó y luego me hizo girar poniéndome de espaldas a él.

— Quiero hacerlo por tú culo.

— Espera... es que nunca lo he echo por atrás. — Confesé.

— Y eso está bien. Porque así eres mía completa. ¿Quieres hacerlo?

Lo pensé unos segundos. ¿Por qué no? Digo hay que probar de todo en esta vida.

— Asentí. — Sólo por favor. No seas brusco.

— Tranquila, seré gentil. — Me susurró en el oído con su voz grave. — Iré suave hasta qué me pidas que vaya más rápido. — Dijo acariciando mi intimidad hasta llegar a mi ano.

Dicho eso me puso en la posición yo agachada con mi culo levantado.

— Me voy a quitar el condón, mi pene está mojado y así podrá entrar más cómodo y con lubricación. — Me avisó.

Entonces se lo quitó y luego que lo tiró al suelo se acomodó detrás de mi, escupió un poco de saliva en la entrada de mi culo.

— Voy a entrar...

***

Abrí mis ojos y lo primero que vi fue a Adam, mirándome.

— Mmm... hola. — Dije adormilada.

— Hola, mi reina. — Dijo cariñosamente.

Me dio un beso y luego me dio besitos por mi espalda desnuda ya que estaba acostada desnuda sin estar tapada con la sabana. Dizfrutaba los besos hasta que me dio una mordida fuerte en mis nalgas.

— ¡¡Auch!! ¡¡Adam!! — Grité y me quejé.

— Risita de parte de Adam. — ¿Y si se me antoja repetir lo de anoche?