Todo comenzó a las pocas semanas de que Martín salió del hospital después de una cirugía de corazón, cuando estaba lo suficientemente recuperado como para dejar la casa de su primo y regresar a su departamento. En otras circunstancias no le habría prestado demasiada atención, probablemente ni siquiera se habría dado cuenta de ello, no con el ritmo tan acelerado que tenía para hacer las cosas (consciente de que cada día podía ser el último). Pero ahora, con las horas que debía pasar en reposo y sin nada más interesante qué hacer, habría sido imposible no darse cuenta del muchacho que se la pasaba sentado en las escaleras de emergencia del edificio al otro lado del callejón.
Quizá "muchacho" no era la mejor manera para describirlo. No estaba seguro del todo, pero aunque lucía joven (más o menos de su edad, ya llegando a la mitad de los veintes), había un aire de melancolía en él que le daba una apariencia mayor. Siempre llevaba la misma ropa, que cada día lucía más sucia; tenía las manos cruzadas, la mirada gacha y los hombros caídos, como si lo aquejara algo terrible. Probablemente era un sintecho. Tendría sentido, después de todo, ¿quién más pasaba tanto tiempo, días incluso, sentado en el mismo lugar, con la misma ropa y lucía como si el mundo se le hubiera venido encima?
Había algo más en él, algo que Martín no sabía cómo explicar. Cada que Martín se asomaba por la ventana de la sala para verlo, tenía la sensación de que lo conocía de algún lugar. Sin embargo, por más que intentaba recordarlo, a su mente no llegaba nadie que fuera como él. Y también estaba esa extraña presión en el pecho, que no tenía nada que ver con el dolor de la recuperación por la cirugía. A ese dolor estaba acostumbrado (lo peor eran los estornudos: sentir que el pecho quería abrírsele nuevamente cada que estornudaba con fuerza), y por eso reconocía que la sensación que tenía al ver a aquel tipo no tenía nada que ver con su recuperación.
Una tarde de esas en las que el viento sopla con un aire gélido, se percató de que el otro hombre seguía sentado en el lugar de siempre. En él todo se veía igual que siempre, a excepción de la forma como se abrazaba por el frío. El idiota estaba sentado sin siquiera un suéter para protegerse del clima. Martín se quedó observándolo por un par de segundos y justo cuando estaba por volverse para ir a su habitación, vio que el chico levantaba el rostro y lo observaba desde el otro edificio.
No lo pensó realmente. Caminó hasta su ventana, se estremeció cuando el aire del exterior le dio en la cara al abrirla y gritó:
—¡Oye!
El chico le miró perplejo, pero Martín no le dejó hablar y se adelantó:
—No tenés a dónde ir, ¿verdad? —preguntó. La respuesta era obvia, pero la situación ya era extraña de por sí y Martín supuso que no haría daño iniciar la conversación de esa manera.
—No —respondió el otro. Su voz era más grave de la que Martín esperaba y por un instante volvió a sentir esa misma opresión en el pecho.
—Vení para acá.
—¿Qué?
—Che, ¿no escuchaste?
—Sí, pero... ¿estás seguro? No sabes quién soy.
Más presión en el pecho. Martín se cruzó de brazos, aunque fue más para disimular la molestia por lo que sentía en el pecho que por otra cosa. Creo que sí sé quién eres, pero no logro recordarlo.
—Has estado ahí por días y si quisieras hacer algo raro, creo que lo habrías hecho hace mucho. Por allá está la escalera del edificio —agregó señalando la escalera de emergencia que daba a su ventana.
El otro asintió e hizo como le indicaba Martín. Pasados unos minutos, entró por la ventana de la sala, cerrándola detrás de él y evitando el paso del aire helado de afuera otra vez. Volvió a hacerse el silencio, aunque Martín notó que se sentía un poco mejor, que lo que fuera que sentía en el pecho cedía poco a poco para darle paso a la sensación propia de su cirugía reciente. Se miraron uno al otro por un rato y Martín se dio cuenta de otros detalles que no podía ver a través de la ventana: era un poco más bajo que él y lucía delgado, pero no excesivamente flaco, y le llamó la atención la cicatriz que cruzaba su nariz.
ESTÁS LEYENDO
[Latin Hetalia] Colección Argenméx
Hayran KurguOne shots y drabbles Argenméx que he ido acumulando con los años. [Pedro y Martín, muchos AU] Imagen de portada por Cutemode0u0 en Facebook. Los personajes son parte de la comunidad de Latin Hetalia y no forman parte de ni tienen nada que ver con Co...