Shogun Raiden 2/2

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La Shogun Raiden está frente a nosotros de nuevo.

- Sara Kojou - dijo la Shogun.

Ella tiene los ojos cerrados pero después de unos segundos por fin los abre y nos ve allí. Nos lanza una mirada de odio a ambos, como si nos estuviera desafiando.

- Qué hacen aquí ellos, General? - pregunta.
- Verás... - comienza a explicar Sara.
- Sh! Calla - ordena la Shogun, se levanta lentamente de su sillón  y se aproxima poco a poco hacia nosotros.

Sin que yo me lo esperaba ella toma mi cara con suavidad, con un gesto que daba a entender que me estaba analizando. Después me suelta bruscamente y le hace un gesto a Sara para que continuara.

- Vienen a ofrecerte un trato.
- Y por qué? Ya dije claramente que tenían que ser encerrados. Mi Eternidad se está viendo alterada por su culpa.
- Por eso están aquí. Srta Lumine, procede - me indicó Sara.

- Shogun Raiden, sentimos haber causado ese altercado, y por eso venimos a ofrecerte un trato como disculpa. Thoma y yo queremos presentarnos al puesto de intermediarios, para ayudar a restaurar la Eternidad que rompimos. Él ya era uno, pero debido a la orden de arresto no pudo volver a ejercer su trabajo. Hemos decidido que un buen trato sería este: nosotros trabajaríamos para ti, como intermediarios de Inazuma, y usted, Todopoderosa Shogun Raiden, nos otorgaría la libertad y retiraría la orden e arresto. Si lo pensamos, nuestra orden también altera la Eternidad de tus guardias y de los ciudadanos de Inazuma. Imagine como se sienten al tener dos personas con una orden de arresto de parte de su Diosa. Su vida ha sido alterada, así que si aceptara nuestro trato, la Eternidad regresaría.

Cuando termino, trago saliva y miro a Thoma, que me responde con una pequeña sonrisa.

La Shogun me mira directamente a los ojos y yo no aparto la mirada.

- Sois de las pocas personas que se ha atrevido a ofrecerme un trato como este. Es más, nadie en todo Inazuma había venido para que retirara una orden que yo misma había puesto. Vuestra actitud es algo excepcional... Y eso no me gusta. Lo excepcional es una brecha en mi mundo de Eternidad. Creéis que es algo bueno? Una virtud? - dice la Shogun y emite una suave risita - Eso no es así. Puede que tu, viajera, en los demás lugares que has estado juzguen que las excepciones son superiores, pero no lo son aquí en Inazuma.

Me temo lo peor. No quiero que la Shogun me vuelva a retar una vez más. Casi muero en ese encuentro, y no quiero volver a pasar por lo mismo.

- Pero en cambio, vuestro trato no es algo de lo que pueda quejarme. Al fin de al cabo, es lo que busco; restaurar mi Eternidad.

Eso era una buena señal? Nunca había hablado directamente con la Shogun, así que no conozco su verdadera actitud.

- Bien, mi veredicto está decidido.

Junta las manos y desprende una luz violácea de sus palmas.

- Yo, Shogun Raiden, la Diosa Omnipresente, deshago la Orden de Arresto de estos dos individuos, con la condición de que ambos trabajen como intermediarios y acaten mis todopoderosas órdenes.

La luz se apaga y ella hace un gesto a Sara, que nos saca de la sala rápidamente.

- Bien hecho, viajera - me dijo Sara y nos acompañó a la Salida, donde pudimos irnos sin problemas.

Rápidamente nos dirigimos hacia el taller de Yoimiya.

- Yahoo! - saluda Thoma a ambas chicas, que están con expresión preocupada sentadas en el taller.

- Oh, chicos! Que tal ha ido? - pregunta Yoimiya.

Antes de que pudiera responder, Ayaka se abalanza sobre mi, abrazándome.

Ella está de espaldas a los otros dos, así que puedo ver sus caras que, claramente, indicaban su interés por que me declarara a Ayaka.

Pero eso no pasaría. Al menos por el momento.

Nos ofrecen unas sillas y les empezamos a contar todo lo sucedido con la Arconte.

- Me alegro de que todo haya salido bien! Ahora hay que ir al Cuartel de la Resistencia a ver a Kokomi y Gorou. Ellos también quieren conocer la historia para planear la estrategia.

Los cuatro nos dirigimos hacia el cuartel. Como Ayaka había concretado con la Sacerdotisa, no había ninguno de los dos ejércitos, por lo que pudieron pasar sin problemas.

Para mi sorpresa, veo allí a Beidou y Kazuha.  Habían regresado a Inazuma? La última vez que los vi fue en la batalla donde tuve mi primer encuentro con Sara y la Sacerdotisa, pero había oído que ambos habían vuelto a Liyue algunos días después.

- Lumine! - saludó Beidou y yo les saludé de vuelta.

- Que hacéis aquí? Me alegro mucho de veros! - les dije a Kazuha y Beidou.

- Ellos decidieron volver. Sabíamos que conseguiríais deshaceos de la orden de la Arconte, así que con su ayuda podremos hacer que también se desvanezca el Decreto de Captura de Visiones - me informó Sangonomiya Kokomi.

Entonces, todos entramos dentro del Cuartel y nos interrogaron tanto a Thoma como a mi sobre el encuentro con la Shogun.

Después del intercambio de datos, Gorou nos ofreció quedarnos a dormir en el Cuartel y así empezar pronto por la mañana con el siguiente paso de su plan: Eliminar el Decreto de Captura de Visiones.   

Un amanecer en Inazuma [Ayaka x Lumine]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora