Es casi la Hora

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Me levanto a mi hora habitual, como cada día.

Mi rutina consiste en levantarme a las ocho y media, ducharme, cambiarme de ropa, asearme y después despertar a Ayaka para desayunar.

Poco a poco me voy acostumbrando a tener sirvientes. No es algo que me entusiasme, pero supongo que no está mal.

Ayer estuve todo el día escribiendo cartas junto con Ayaka. Ella fue feliz escuchando todo lo que le tenía que contar. Me dijo que algún día debería llevarla fuera de Inazuma y presentarle a toda esa gente interesante que le había presentado.

Ella se veía tan feliz mientras yo le contaba más sobre mi...

Ojalá me acordara de algo de mi infancia... Es como si mi memoria hubiera sido borrada y no me acuerdo de nada anterior a la lucha con la Diosa Desconocida.

Antes de que me dé cuenta, Ayaka ya está incorporada en la cama.

- Buenos días, cariño - me saluda amablemente.

- Hola, Ayaka! Por cierto, tengo que irme rápido. Necesito llegar a la Isla Watatsumi cuanto antes. Queda solo un día para mi combate con la Shogun y hay que dejarlo todo listo.

- Oh, espera! Iré contigo.

Yo asiento. Tenemos que darnos prisa, estamos en las temporadas de Lluvias Electro, y si comienza a llover mientras estamos en el rompeolas sería nefasto.

Cuando Ayaka terminó de prepararse ambas salimos de la Residencia junto con Thoma y nos dirigimos al puerto. Allí nos estaba esperando Yoimiya, junto con el rompeolas que había alquilado.

Ambos cuatro nos subimos al barco con Thoma al volante y comenzamos a navegar.

Después de un par de horas llegamos a la hermosa isla Watatsumi.

Creo que es sin duda mi isla favorita. Su estética es alucinante y me encanta la manera en la que ha sido colocado el Santuario para que no afecte a la naturaleza de la isla.

Gorou, Kazuha y Beidou nos están esperando en la puerta.

- Hey! Que tal? - pregunta Beidou.

- Bien y vosotros? - le responde Ayaka.

Todos juntos entramos al Santuario, donde nos recibe Kokomi.

- Buenos días a todos, compañeros. Acompañadme.

Nosotros le acompañamos hasta una sala de colores pasteles y decoraciones elegantes.

- Hoy es nuestro último día antes del gran encuentro con nuestra Arconte. Lumine, has estado trabajando muy duro para este encuentro y se que podrás hacerlo. Junto con todos los consejos que te hemos dado, no es algo de lo que debas preocuparte - me anima Kokomi.

Tiene razón, me he estado preparando mucho estos últimos cuatro días. Puede que si lo consiga. Derrotar a una arconte... eso si que nunca lo hubiera imaginado.

- Eso! Tienes muchísimo talento! No te preocupes por ella! Tu concéntrate en tu lucha y seguro que saldrás vencedora!! - exclamó Yoimiya.

Les agradezco mucho todo lo que están haciendo por mi.

Me animan mucho a seguir adelante.

Quizás algún día... pueda llegar a compensarselo.

Pasamos el rato hablando de técnicas de combate. Thoma me es de gran ayuda. El es un usuario de lanza pyro, así que sabe que movimientos básicos puede utilizar la Shogun y me enseña a esquivarlos. Kokomi y Kazuha también me ayudan a entender mejor el arte de la Shogun  Raiden.

Cuando vine a este mundo, yo era una persona insegura de mi misma e inestable. Pero con el tiempo y las compañías que conocido durante mi trayecto por Teyvat, me he dado cuenta de que me he convertido en alguien más extrovertido, alegre y seguro y eso me hace feliz.

Por eso agradezco cada detalle que mis compañeros hacen por mi, sin excepción ninguna.

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nota del autor:

Este capítulo ha sido más corto porque quiero que el climax de la historia empiece en el siguiente capítulo.

Espero que lo disfrutéis~

Un amanecer en Inazuma [Ayaka x Lumine]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora