Por un Inazuma Libre

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Hoy es el décimo aniversario de mi última pelea con la Shogun.

Han pasado ya diez años desde que Inazuma se volvió una nación libre y también desde que me casé con Ayaka.

Aunque no vea muy a menudo a las personas que quiero, estoy contenta de haber encontrado un hogar de verdad y más aún de poder vivir con mi esposa y uno de mis mejores amigos.

Parece que fuera ayer cuando fuimos a Mondstadt a casarnos.

Junto con venirme a vivir a Inazuma, la boda con Ayaka fue una de las mejores decisiones de mi vida.

Soy feliz. Puede que todavía no haya conseguido reencontrarme con mi hermano, pero al menos soy feliz.

Soy feliz junto con Ayaka, Thoma, Yoimiya, Kokomi, Beidou, Kazuha y todos los demás.

Gracias por hacerme volver a sentir esa felicidad.

Hoy puede que parezca un día normal, pero no lo es.

Es el décimo aniversario de la caída de la Shogun! Todo Inazuma festeja, los fuegos artificiales de la familia de Yoimiya se ven en todo el cielo, los niños corren y el ambiente está muy animado.

Ayaka y yo saldremos hoy a pasear por la ciudad. Iremos vestidas con kimonos tradicionales de Inazuma, y nos adentraremos en los festejos y celebraciones.

Me levanto de la cama como siempre y me doy cuenta que, por primera vez, Ayaka se ha despertado antes que yo. Ahora los roles han cambiado, es ella la que está sentada a mi lado; observándome con una pequeña y tierna sonrisa.

En cuanto me levanto, la beso y la acompaño a desayunar.

Allí ya está Thoma, esperándonos, como es habitual.

Los tres juntos nos sentamos a desayunar.

Después de una media hora, Ayaka y yo nos levantamos de la mesa para prepararnos para salir.

El kimono que me pongo tiene ya algún tiempo. Me lo regaló Ayaka por nuestro quinto aniversario. Lo mando a hacer solo para mi, y lo atesoro a día de hoy con mucho cariño.

Me termino de preparar y salgo al recibidor, donde ya está Ayaka esperándome.

Ambas nos despedimos de Thoma y salimos rumbo a Inazuma.

Las calles están llenas de puestos y mercadillos. Los niños corretean por todos lados junto a sus familias, grupos de amigos y parejas pasean juntas; disfrutando del ambiente y de su libertad.

- Todo el mundo está tab feliz por estas fechas... y todo fue gracias a ti - me dice Ayaka.

- No solo fui yo, me ayudasteis muchísimo y estoy segura de que no hubiera conseguido sin todos vosotros a mi lado. Inazuma es libre gracias a nosotros.

Íbamos caminando con calma, observando los puestos y comprando alguna que otra cosa.

Después de un par de horas nos dirigimos a la Casa de Té Komore, donde nos encontraríamos con Kokomi, Kazuha y los demás.

Tardamos diez minutos en llegar y, cuando llegamos, solo faltaban Yoimiya y Thoma, que probablemente se habrían distraído mirando uno de los tantos fuegos artificiales que reinaban el cielo de Inazuma.

Todo estaba siendo precioso.

- Buenos días! - nos saludó Beidou al vernos entrar por la puerta.

Ya conocía a Beidou de uno de mis viajes a Liyue, pero nunca pensé que acabaríamos siendo tan amigas. Inazuma me ha ayudado a forjar nuevas amistades que me gustaría proteger durante toda la vida. Me alegro de que la caída de la Shogun haya ayudado a que todos puedan sentirse libres y mostrad sus verdaderas personalidades.

Estamos un rato charlando hasta que llegan Yoimiya y Thoma. Una vez todos estamos allí, pedimos la comida y comenzamos a comer todos juntos. Entre risas y anécdotas, recordábamos con cariño el día en que juntos derrotamos a la Shogun. Había sido un proceso muy largo y nos había costado mucho tiempo y trabajo, pero lo habíamos conseguido.

Todo por un Inazuma libre.

Pasamos toda la tarde hablando y riendo. Cuando ya va anocheciendo, decidimos que cada uno vuelva a su casa y que nos volveríamos a ver en otra ocasión.

Así, acompañamos a Kokomi y el resto al puerto, para que pudieran emprender su camino hacia la Idla Watatsumi, y después regresar con Thoma, Ayaka y Yoimiya hacia la Ciudad.

Yoimiya nos acompaña a los tres hasta la Residencia y después se marcha a su casa.

Una vez allí, Ayaka y yo salimos al balcón que tenía nuestra habitación.

Un día como hoy derroté a la Shogun Raiden, antigua Arconte de Inazuma, pero en este momento me encuentro junto a mi esposa; observando un amanecer en Inazuma, uno de los tantos que me enamoraron en su momento y lo siguen haciendo hoy en día.

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nota del autor:

Espero que hayáis disfrutado este último capítulo con el que concluye esta historia!

Me ha encantado escribirla y espero que vosotros también hayáis disfrutado leyéndola.

Gracias por todo<3

Un amanecer en Inazuma [Ayaka x Lumine]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora