De Vuelta

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Cuando termino de pensar y vuelvo al mundo real, me doy cuenta de que casi he llegado al puerto de Narukami.

Por un momento había pensado que estaba en Mondstadt de nuevo. Un aire de nostalgia me invadió. Me acordé de Venti, de Jean, Amber, Diluc, Kaeya, Albedo, Bennett y Fischl, esa pequeña niña Klee... Los extraño. Pero mi decisión final fue quedarme en Inazuma. Gracias a eso ahora estoy prometida con la persona que más amo.

Aunque a veces los extrañe... pienso que siempre habrá valido la pena.

Dejo el Rompeolas en su plaza y agradezco al guardia que vi esta mañana.

Camino por más calles de Inazuma con calma. Sabiendo que ahora veré a mi prometida nuevamente.

Entro por la puerta de la Residencia y me dirijo a nuestra habitación.

Allí está Ayaka, tumbada en la cama, mirando fijamente por la ventana.

Su expresión cambia completamente al verme.

- Ayaka! - exclamo y me lanzo a la cama junto a ella.

Cuando me tiene al lado me abraza con fuerzas y me besa cariñosamente la frente.

- Qué tal te fue con Kokomi? - me pregunta.

Había olvidado por completo que venía de encontrarme con Kokomi.

- Ah si! - comencé - Ella me dijo que el combate contra la Shogun será en cinco días...
- Oh! - dijo ella en un gesto de sorpresa - Está bien, te ayudaré a prepararte. Podemos hacer una ruta y matar enemigos por el camino!

- Kokomi me recomendó hacer dominios. Dicen que pueden ser útiles siguiendo el patrón de ataque de la Shogun.

- Bueno, has tenido un día muy largo. Ahora debes descansar -dice Ayaka

Se levanta de la cama y me tapa con la sábana.

- Tengo que ir a ver al dueño de la herrería para ver que tal va tu encargo, duerme un poco, si?

Yo asentí y me coloqué en posición, dispuesta a dormir.

Después recuerdo algo que también me da nostalgia. Liyue. Ese olor único. Ese ambiente agradable... También lo añoraba? Añoraba a aquellos con quien había entablado una relación amistosa. Como Xingqiu y Chonyung, Xiangling, Xiao, Tartaglia, Zhongli...

Necesito descansar urgentemente. Los recuerdos de las dos otras naciones están afectándome y lo mejor será que deje de pensar en ellos. Algún día les escribiré cartas a todos ellos. Si tan solo tuviera un poco más de... tiempo.

La Shogun y sus excentricidades están haciendo que rompa los lazos por completo con la gente que me importaba. Gente que me importa también a día de hoy.

Mi decisión fue quedarme en Inazuma, pero el cortar la relación con todas las personas que conocía fuera de allí no era parte del trato.

Lo he decidido, mañana haré cartas.

Escribiré cartas a mano, diciéndole a cada persona que he conocido fuera de Inazuma todo lo que me gustaría decirles a la cara.

Si. Esa es la mejor opción.

Ahora debería dormir un rato, viajar en el Rompeolas no es precisamente muy cómodo y sentía como si mi espalda y piernas se fueran a partir de un instante a otro.

Entonces cierro los ojos y me dispongo a dormir.

Después de un par de horas me despierto. Me levanto con cuidado de la cama y me dirijo a la cocina.

Allí estaba Ayaka preparando una sopa de pastel de arroz.

Esa receta era de mis platos favoritos que tenían su origen en Inazuma

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Esa receta era de mis platos favoritos que tenían su origen en Inazuma. Esa mezcla de sabores explotaba en mi boca y adoraba la combinación de todos los elementos del plato juntos.

- Oh, Lumine! Que tal dormiste? - me pregunta la peliblanca.
- Bastante bien! - respondo.

Le abrazo por detrás y después me siento en la mesa.

- He preparado Sopa de pastel de arroz! Sé que te gusta y además te ayudará a recuperar fuerzas.

La chica me sirve el plato y después se sirve uno ella.

Cuando Ayaka se sienta a la mesa, ambas empezamos a comer.

- Ah! Lo había olvidado. Mientras dormía te ha llegado una carta.

- Oh! De quién es?

- De un tal Venti, de Mondstadt.

Un amanecer en Inazuma [Ayaka x Lumine]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora