Capítulo 3: Futuros Herederos

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En las colinas de Jamir se encontraba la torre donde sus habitantes reparaban las armaduras de los caballeros que habían sido dañadas, como había visto hacer muchas veces antes que él, Kiki se encontraba reparando las piedras de las armaduras como había hecho hacer a su maestro Mü, pero ahora el joven caballero de Aries se encontraba con su aprendiz Raki.

-Maestro Kiki, alguien se acerca.-Le dijo Raki, al percibir algo de cosmo cerca de la torre.

Pero Kiki no parecía inmutarse ya que aún seguía reparando una de las piedras de armadura, aunque había sentido la presencia de varios cosmos hostiles acercarse, pero también había sentido un cosmos conocido cerca de la torre.

-Mientras el caballero de Aries este reparando las armaduras, no podrá defenderse, así que es hora de acabar con el ahora.-Anunció uno de los soldados de armadura negra.

-No os dejaré pasar más de este punto.-Les advirtió una voz femenina, desde uno de los lados de la torre, donde se pudo ver la imagen de una bella mujer joven de pelo verde y su color de armadura era morado y una tela en su cintura de color amarillo.-¡A Mi Cobra!-Dijo levantando su brazo derecho, donde se empezó a acumular descargas eléctricas alrededor, donde pudo acabar fácilmente con cinco de los diez soldados.

Los cinco soldados que habían quedado en pie, empezaron a retroceder al comprobar la fuerza de la amazona de Ofiuco

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Los cinco soldados que habían quedado en pie, empezaron a retroceder al comprobar la fuerza de la amazona de Ofiuco.

-¿Por qué retrocedéis?-Les preguntó una enorme figura en lo alto de unas rocas, el cual tenía un cuerpo musculoso, tenía protectores tanto en brazos como en piernas, y su cabeza estaba cubierta por un casco, su torso estaba cubierto por unas cintas de cuero, tenía un pantalón oscuro y su cintura estaba cubierta por un tonelete, el cual estaba sujeto por un cinturón de monedas.-No necesitamos a guerreros débiles como vosotros.-Les advirtió el gigante, antes de usar una gran velocidad para mover sus brazos, y quemar a sus hombres.

-Increíble ha pulverizado a sus propios hombres a una gran velocidad

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-Increíble ha pulverizado a sus propios hombres a una gran velocidad.-Comentó Shaina, algo impresionada al ver eso.

-Yo soy, Rhuax de Phoinix, soy uno de los nueve gigantes convocados por Kronos.-Se presentó el gigante, el cual volvió a repetir el mismo ataque que había usado contra sus hombres, para vencer de un solo ataque.

Saint Seiya Ω La Batalla Del TiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora