Han pasado poco tiempo desde que los caballeros de Athena vencieran a Saturno y restauran la paz en la tierra, en ese tiempo hubo paz y se reconstruyó todo lo que fue destruido, pero un nuevo enemigo a despertado un enemigo que en la era del mito fu...
Una vez que los eventos tanto en el olimpo como en Asgard habían acabado, tanto los caballeros que se encontraban en esos lugares, como Saori habían vuelto al santuario, no sin antes que Marin y Hyoga asegurasen a Hilda y a los protectores de Asgard, de que si había algún problema que no durasen en avisarlos. En el santuario, los antiguos Santos antiguos se habían reunido para explicar al caballero de Acuario lo que había sucedido en el olimpo, tanto con la resucitación de Hades, como en el combate de Seiya contra Themis, después de haber escuchado todo Hyoga no le gustó la acción que había tomado Saori, pero sabía que era la única forma de ganar, aunque también se impresionó como fue que Themis hubiera superado a Shiryu e Ikki tan fácilmente, sin darse ni cuenta ya habían llegado al salón del patriarca, donde el propio Harbinger, junto con Kiki, Mei, Yasmín, Nobuo y Marin se encontraban reunidos.
-Gracias a todos por venir.-Les agradeció Saori a sus Santos.-Se que es la primera vez que una reencarnación de Athena hace tantas reuniones, pero esta guerra se está volviendo muy difícil, pero gracias al sacrificio que hizo hace unos días Fud, los gigantes creados por Kronos ahora pueden ser vencidos.-Les empezó hablar.-Es por eso, que después de hablarlo con el patriarca, hemos decidido que Shun deje de ser el caballero de bronce de Andrómeda, y ascienda a santo de oro de Virgo.-Informó la diosa.
Al escuchar eso Shun se quedará impresionado por esas palabras, aunque era cierto que después de la guerra contra Hades, y salvar el alma de Seiya viajando al pasado, Saori se lo había propuesto, él se negó ya que aún no se sentía preparado al igual que había hecho Hyoga, pero ahora sabía que la única forma de poder ayudar a los habitantes de la tierra era aceptar la oferta.
-Para mí será un honor, tomar este puesto.-Dijo Shun, antes de que su armadura se desprendiera de su cuerpo, y se empezará a formar la forma armadura de Andrómeda, la cual al momento fue cubierta por la caja de Pandora de Andrómeda.-Gracias por todo.-Le agradeció en un susurro poniendo su mano en la caja, segundos antes de ver como la piedra armadura de Virgo se dirigía hacia él.
Los demás miembros en la sala vieron la escena en silencio, aunque Ikki estaba feliz de que su hermano pudiera portar por fin la armadura que le pertenecía. Saori vio como Ikki observa a su hermano, y sabía que aunque no lo demostrará, estaba feliz por este, y esperaba que dentro de poco el caballero de Fénix aceptará convertirse en el santo de León. Pero antes de que alguien pudiera hablar, pudieron sentir una gran cantidad de cosmos hostiles acercarse.
-Athena, déjeme ser a mi quien se encargué de este ataque.-Le pidió Nobuo a su diosa.
-Puedes hacerlo.-Aceptó Saori, sabiendo como eran los caballeros de Capricornio, queriendo siempre probar el filo de su espada.-Pero si necesitas ayuda, no dudes en pedirla.-Le advirtió, viendo cómo se levantaba, y tenía intención de irse ya, a lo que al escuchar esas palabras el actual santo de Capricornio sólo asintió con la cabeza.
Mientras fuera de los doce templos, se encontraban hablando los actuales caballeros de Pegaso, Águila, Dragón y León Menor, hasta que sintieron como habían aparecido una gran cantidad de cosmos cerca de la entrada principal del santuario, donde con una sola mirada aceptaron ir corriendo hasta ahí, con lo que gracias a su velocidad y que se encontraban muy cerca, pudieron llegar antes que otro caballero apareciera, al ver quiénes eran los atacantes, pudieron ver que se trataba de un montón de soldados titánicos, del gigante Anemos, y un extraño hombre vestido de una armadura entre negra y morada, de un color de pelo azulado, de ojos rojos, y una piel un poco oscura.
-Ese tipo tiene un gran cosmo.-Comentó Ryuho, al sentir el gran cosmo proveniente del hombre de armadura.
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