Capítulo 22: La Oración

66 2 2
                                    

Mientras los santos dorados, a excepción de Seiya y Nobuo, se enfrentaban a los últimos gigantes. Los dos santos dorados, juntos con los jóvenes caballeros, se estaban enfrentando contra Hyperion, el cual les estaba dando una gran batalla, ya que era uno de los titanes más poderosos en las filas de Kronos.

-Seiya, hagámoslo.-Le dijo Koga, al antiguo santo de Pegaso.

Asintiendo con la cabeza el santo de oro empezó arder su cosmo, al igual que lo estaba haciendo el santo de bronce, cuando ambos habían alcanzado un gran nivel, empezaron a trazar las estrellas de la constelación de Pegaso.

-¡Meteoro de Pegaso!-Usaron ambos santos el mismo ataque, después de haber trazado las estrellas de Pegaso, liberando una gran cantidad de golpes.

Sin ni siquiera inmutarse por la combinación de ambos ataques, Hyperion ni se inmuto, y bloqueo con facilidad los ataques, solo moviendo una de sus manos, aunque creo una gran cortina de humo. La cual al dispersarse, se pudo ver como el titán estaba sin un solo rasguño.

-No puede ser que haya bloqueado con tanta facilidad los Meteoros de Pegaso.-Comento Yuna impresionada de que haya detenido ambos ataques así de fácil, y más teniendo en cuenta la potencia que llevaban.

-Debo felicitaros por ese ataque, era bastante poderoso.-Felicitó el titán, a ambos santos.-Pero ese ataque podría haber acabado con alguno de mis hermanos, pero no conmigo.-Les advirtió Hyperion.-Ya que soy el segundo titán más poderoso.-Les reveló, antes de lanzarse contra Edén, y derribarlo de un solo golpe.

-¡Veamos que puedes hacer contra el filo de mi espada!-Le advirtió Nobuo, con su cosmo ya elevado, y rodeado por un aura dorada.-¡Excalibur!-Haciendo uso de una de sus técnicas más poderosas. Donde una poderosa ráfaga de energía dorada, fue directamente hacía el titan.

El cual se quedó quieto totalmente viendo como el ataque se acercaba, hasta que estando a muy poca distancia de recibir el ataque, Hyperion se movió en el último momento esquivando así el ataque.

-Conozco cada uno de vuestros ataques, y sé que ese es tú ataque más destructivo.-Reconoció Hyperion, haciendo arder su cosmo.-Pero ese ataque ya te lo dijeron, nunca nos hará nada.-Haciendo arder su cosmo a un nivel que superaba al de los dioses, causó que la capa que llevaba se soltara de su soma, mientras era rodeada de un aura oscura, mientras creaba un gran sol detrás de él.-¡Vórtice del Sol!-Haciendo que una gran corriente de viento hiciera retroceder unos metros a los santos, antes de que la fuerza del viento fuese aumentando, impidiendo que estos pudieran usar la velocidad de la luz, para acercarse al titán.

-No podemos dejar, que ese ataque impacte contra el olimpo.-Advirtió Nobuo, sabiendo que si eso pasaba, aquel gran sol, podría destruir el olimpo entero.

-No pasara eso, pasara algo peor.-Le contradijo Hyperion al santo de Capricornio, sabiendo por donde iban los pensamientos del humano.-De esto no podréis escapar.-Les advirtió, intensificando un poco su cosmo, y haciendo que el viento se fuese deteniendo.-¡Prominencia Solar!-Haciendo uso del sol que había creado, y que aún seguía encima del, del cual empezaron a caer enormes serpientes de plasma solar, las cuales se dirigían hacia los santos.

Al ver como las serpientes se dirigían hacia ellos, los santos empezaron atacar a las serpientes que se les echaba encima, pero nada más que las golpeaban, las serpientes se derretían, quedando una lluvia de magma que se iba extendiendo por el suelo,  parte de que algunas les caía encima de las armaduras.

-No podemos golpear a las serpientes, sino empezará a crearse un campo de magma.-Advirtió Haruto, cambiando de estrategia esquivando a las serpientes.

-Intentaré detenerlas.-Avisó Ryuho haciendo arder su cosmo hasta su punto más alto, haciendo que un aura azulada le empezara a rodear.-¡Dragón Naciente!-Haciendo uso de una de sus técnicas más poderosas, el caballero de Dragón, creó un gran dragón de agua que consiguió extinguir todas las serpientes, y gracias a las gotas que caían, se pudo apagar las flamas que se habían creado al haber atacado a las serpientes.

Saint Seiya Ω La Batalla Del TiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora