Capítulo 15: El Poder De Una Deidad Nórdica

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Antes de que el combate entre los jóvenes santos y Febe terminará, los caballeros dorados luchaban sin cesar contra Loki, el dios de la mentiras de la mitología Nórdica. Pero el combate no iba muy a favor de los caballeros dorados, ya que ninguna de sus técnicas más poderosas surtía efecto contra el poder del dios, el cual o esquivaba los ataques o simplemente los desviaba con su poderes o con su escudo.

-No podremos vencerle así.-Comentó Yasmín, segundos antes de usar su Aguja Escarlata para atacar, pero fue detenido por el escudo del dios.

-Nobuo, usemos Excalibur.-Le indicó Shiryu a su compañero.

Donde los santos de Capricornio y Libra aumentaron sus cosmos, antes de levantar su brazo derecho.-¡Excalibur!-Dijeron ambos Santos a la vez. Pero aun así su ataque fue repelido por la lanza de Gungnir.

Shun hizo arder su cosmo, mientras juntaba sus manos y su pelo se empezaba a elevar, a la vez que un montón de espíritus -¡Invocación Celestial de los Espíritus Terrenales!-Uso una de las técnicas de Virgo, donde los espíritus que habían aparecido detrás de él fueron a por el dios.

El cual creo una barrera para detener el ataque del santo de Virgo, antes de usar la lanza de Gungnir para lanzarle una descarga de rayos negros, provocando que fuese lanzado hacia atrás.

-¡Shun!-Gritaron Kiki, Hyoga, Seiya, Shiryu y Mai, al ver como su amigo/ hermano como había salido disparado hacia atrás.

Actuando impulsivamente, Seiya hizo arder su cosmo trazando las estrellas de la constelación de Sagitario, y lanzando su Trueno Atómico, el cual Loki esquivo sin problemas, sólo causando que perdiera un par de mechones de pelo.

-¿Y éste es el puño que supera la velocidad de la luz?-Preguntó decepcionado Loki, antes de aumentar su velocidad y aparecer delante de Seiya.-Es patético.-Dijo segundos antes de darle un puñetazo en el estómago, y mandarlo volando hacía atrás.

Pero no pudo regodearse mucho más de la cara de los amigos del santo de Sagitario, ya que puso sentir como un poderoso cosmo lanzaba un ataque con forma de Fénix en llamas, por lo que volvió a elevarse rápidamente para esquivar el ataque.

-No pienso dejar que le hagas daño a mis hermanos.-Le avisó una voz masculina y con autoridad, donde los santos dorados pudieron ver como Ikki el caballero de Fénix hacia su aparición.

Mientras esto pasaba en el campo de batalla, Saori y Harbinger observaban todo desde los jardines de los aposentos de Athena. Donde el antiguo santo de Tauro le hervía la sangre por no poder unirse a la batalla, ya que ahora siendo el patriarca tenía otras obligaciones. Pero dejo de apretar los puños al sentir como la mano de Saori se posaba entre las suyas.

-Se cómo te sientes Harbinger.-Le empezó a decir Athena, sin apartar la mirada de donde estaban luchando sus santos.-Se que a un toro no se le puede controlar, es por eso que creo que debes ir, y ayudarles.-Le dijo antes de mirarle a los ojos.

-Pero Athena, ahora soy el patriarca.-Le recordó, aunque no iba a mentir que ardía de deseos de ir a la batalla.

-Lo sé, pero también eres el actual santo de Tauro.-Le recordó.-Así que te doy permiso para que vayas.-Le dijo, haciendo que se le dibujara una sonrisa en la cara del hombre, de por fin disfrutar de lo que más le gustaba.-Y Harbinger, llévate ese objeto.-Le pidió, haciendo que el hombre se parase en seco.-No sé si funcionará contra Loki, pero si reunís el poder de los doce, estoy seguro que tendréis una oportunidad.-Le explicó la diosa.

-Pero Athena, en estos momentos son diez santos, once si me uno yo.-Le recordó, no entendiendo el porqué de esa petición.

-Estoy seguro que ocurrirá un milagro, y estarán las doce armaduras reunidas.-Le aseguró, sabiendo como las armaduras doradas habían ayudado a Seiya y sus amigos en incontables ocasiones.

Saint Seiya Ω La Batalla Del TiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora