Saint Seiya Ω La Batalla Del Tiempo

Capítulo 23: La Batalla Final Contra La Tierra

Una vez que la luz dorada que había cubierto a los santos dorados habían desaparecido, se pudo ver como las armaduras de todos los santos dorados habían cambiado, a unas con una tonalidad algo más clara y brillante, aparte de que a excepción de la armadura de Sagitario las otras once armaduras le salieron alas. 

-No puede ser que hayan evolucionado.-Dijo Rhea, sin creerse que las armaduras de los caballeros dorados hayan llegado a ese nivel.

-¿Qué les ha pasado a las armaduras doradas?-Preguntó Koga, sin acabar de entender lo que había pasado después de que esos pétalos de color lila habían aparecido.

-Las armaduras doradas, han evolucionado a armaduras divinas.-Le respondió Seiya, observando en su mano el pétalo que le había provocado la evolución de su armadura, donde pudo ver que se encontraba manchado de sangre, la cual supuso que se trataba de la sangre de Saori .    

Al ver la mirada de confusión de los jóvenes caballeros, y de alguno de sus compañeros de oro, Shiryu se dispuso a explicar lo que había sucedido.

-Gracias a la sangre de los dioses, nuestras armaduras han podido evolucionar momentáneamente a una armaduras divinas.-Les explicó el santo de Libra.-Las cuales son armaduras cercanas a las que tienen los doce dioses olímpicos, más poderosos.-Termino de explicar, recordando cuando estuvieron en el reino de Hades, y sus armaduras de bronce evolucionaron a las divinas, consiguiendo superar a los dioses Thanatos e Hypnos.

-Pero ni con eso podréis vencernos.-Les adviritió Rhea, antes de lanzarse contra los caballeros.

Aunque antes de que la titán pudiera acercarse a los caballeros, un muro de cristal creado por Ikki, la hizo frenar de lleno.

-Seiya, Koga, id hacía adelante y ayudar a los dioses.-Les ordenó Hyoga, al actual y antiguo santo de Pegaso, sabiendo que ellos podrían enfrentarse contra Kronos, hasta que ellos llegaran.

-Está bien.-Aceptó Seiya, mirando a Koga para que le siguiera.-Pero tener cuidado.-Les pidió, antes de salir corriendo junto con Koga.

-Eso ha sido una tontería.-Les advirtió Rhea, viendo a ambos santos corriendo escaleras arriba, antes de encarar a los santos que se habían quedado ahí.-Necesitareis el poder de todos para superarme.-Les avisó, lanzándose contra los santos, los cuales se movieron rápidamente hacía los lados, esquivando así el ataque de la titán.

-Puede ser.-Aceptó Yuna, las palabras que acaba de decir la titán, pero aun así incrementó su cosmo, antes de dar un par de pasos hacia adelante y hacer el pino, y empezar a girar a gran velocidad, empezando a crear un tornado.-¡Tornado Volador Del Águila!-Usó su técnica más poderosa, la cual consiguió hacer retroceder a la titán unos cuantos metros.

Al haber visto como el ataque de Yuna solo había hecho retroceder a Rhea, Edén decidió que era su turno para atacar, con lo que empezó a elevar su cosmo antes de estirar las manos antes de juntar las palmas de sus manos y crear una gran esfera de energía.-¡Exterminación de Orión!-Dijo antes de dejar que todo el poder de la esfera saliera con una gran ráfaga de energía de color morado, junto con unas descargas eléctricas, las cuales hicieron daño a la titán, pero tampoco era un daño muy grande.

-Vamos hacerlos juntos, Soma, Haruto.-Les indicó Ryuho a sus amigos, al ver como los ataques de Yuna y Edén no habían hecho un gran daño a la titán madre de los dioses primarios.

Asintiendo con la cabeza, Soma elevó su cosmo antes de lanzarse al ataque, mientras una gran cantidad de llamas le envolvían.-¡Bombardeo De Llamas Ardientes Del León Menor!-Grito mientras se lanzaba hacia Rhea, como si fuera un meteoro.

Haruto queriendo hacer caso a la petición de Ryuho de combinar su ataque, empezó a elevar su cosmo antes de concretarlo en sus dos manos, las cuales hecho para atrás antes de unirlas y extenderlas hacia adelante y dejar que su ataque saliera hacia el gigante.-¡Rook de Lobo: Aullido Mortal!-Dijo mientras su ataque tomaba la apariencia de la boca de un lobo.