Capítulo 17: Batalla En El Reino De Los Dioses

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Han pasado unas horas desde que Hyoga e Ikki vencieran a Océano y a Tetis, los titanes de los mares, donde Saori mando un mensaje al olimpo para ver que podían hacer con Océano, ya que no quería tener más problemas con los dioses. Pasado esas horas Athena conversaba con Harbinger, pudieron sentir como un cosmo divino se materializaba detrás de las puertas principales, haciendo que tanto la reencarnación de la diosa de la sabiduría, como el antiguo santo de Tauro se pusieran alerta, ya que nadie era capaz de teletransportarse a la sala del patriarca, ni siquiera los santos de Aries que son lo que mejor dominan esta técnica.

 -Hermes, ¿qué es lo que te trae por aquí?-Le preguntó Athena a su hermano, aunque sabía más o menos por que había venido el mensajero de los dioses.

-Hermana, he venido porque nuestro padre nos ha pedido a todos que volvamos para proteger el olimpo.-Le contestó Hermes, mientras se acercaba a su hermana, dejando a esta preocupada.

-¿Qué es lo que ocurre?-Le preguntó Saori, preocupada por que su padre la llamaría, ya que la última vez que fue al lugar donde los dioses gobernaban el mundo, fue para resucitar a su tío Hades.

-Apolo tuvo una visión del futuro, y vio como los titanes atacaban el olimpo.-Le reveló Hermes, antes de seguir hablando.-A parte de que quiere que llevemos al titán Océano al olimpo.-Le explicó, la segunda razón de por qué estaba ahí, y resolver la pregunta que había hecho la reencarnación de la diosa de la sabiduría.

-Está bien, iremos al olimpo para ayudar a su protección.-Aceptó Saori, poniéndose de pies.-Pero no puedo dejar al santuario sin protección.-Comentó, mientras pensaba en como dejar el santuario protegido, ya que no iba dejar la protección de la tierra a los pocos caballeros de plata y bronce que quedaban entre sus filas, y llevar con ella a sus caballeros dorados, aunque sabía que sus caballeros eran muy poderosos.

-Athena, vallase con algunos caballeros dorados, y deje a los demás para proteger la tierra.-Le propuso Harbinger, pensando que esa sería la mejor opción.

-Tienes razón.-Aceptó Saori, pensando a quienes llevaría consigo y a quienes le pediría que se quedara para proteger la tierra.

-Athena te dejare pensar en eso, mientras yo iré a preparar o nuestro querido familiar.-Le advirtió con una sonrisa, mientras salía de la sala.

Viendo como su hermano salía de la sala, por lo que le pidió a Harbinger que reuniera a sus caballeros dorados en primera lugar, antes de que Harbinger hablara con los demás caballeros, una vez que ellos se fueran. Unos minutos después de esa petición, los once caballeros dorados estaban reunidos de rodillas enfrente de su diosa y el patriarca.

-Athena, ¿qué es lo que ocurre?-Preguntó Ikki, integrado de por qué les había llamado con tanta urgencia.

-Veréis, acaba de venir mi hermano Hermes, y me ha avisado de que puede que ataquen el olimpo.-Les reveló, informándoles que debían ir al olimpo para ayudar en caso de que fuera verdad.-Es por eso, que he decidido que Integra, Yasmín, Seiya y Mei vendrán conmigo al olimpo.-Reveló observando a los santos que la acompañaría.-Por lo que el resto os quedaréis aquí, para proteger la tierra.-Les informó, mirando a los compañeros que iba a dejar aquí.-Pero estar atentos por si os necesitamos.-Les pidió.

Después de un asentimiento de cabeza, Saori y los cuatro santos que iban a ir al olimpo fueron a reunirse con Hermes, mientras Harbinger y el resto de los santos dorados reunieron a los otros caballeros. Los cinco individuos que iban a ir al olimpo pudieron ver como Hermes se encontraba sentado al lado de dónde Océano se encontraba encerrado.

-Veo que has elegido a cuatro santos de tu rango más poderoso.-Comentó Hermes, al verlos llegar, mientras se ponía en pies.-Muy bien poneos todos en circuló alrededor de mí.-Les pidió, donde todos haciendo caso a la petición todos se pusieron en circuló alrededor del dios, mientras esté hacia aparecer su caduceo.-Esperó que nadie se mare.-Hablo con un tono burlón y una sonrisa, antes de dar dos golpes con su báculo al suelo.

Saint Seiya Ω La Batalla Del TiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora