𝐃𝐫𝐨𝐰𝐧𝐢𝐧𝐠 || 𝐌𝐢𝐭𝐬𝐮𝐲𝐚 𝐓𝐚𝐤𝐚𝐬𝐡𝐢 ✓

𝒄𝒂𝒑í𝒕𝒖𝒍𝒐 21

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Tome una gran bocanada de aire mientras veía el enorme edificio donde Kohaku me había citado. Fue algo difícil convencer a los chicos de que estaría bien sola y que si pasaba algo los llamaría o en todo caso saldría corriendo tanto como mis piernas pudieran.

Mientras bajaba del taxi pude ver a los hermanos Haitani verme con el ceño fruncido, sabían bien quién era y con quienes me juntaba y espero en todo lo bueno, que ellos no le digan a nadie que estoy aquí o enserio estaré en problemas.

¿Esto cuenta como infidelidad?

Di el primer paso, sintiendo mis piernas temblar cual gelatina en cada paso quedaba, me sentía venado recién nacido.

Y no se porque pero desde que salí de casa hay una presión muy fuerte en mi pecho, he intentado masticar un chicle, hacer mis ejercicios que respiración pero nada parecía tranquilizarme. ¿Acaso estoy cometiendo un gran error? ¿Debí decirle a los chicos de este encuentro? ¿Podre tener el valor para decirle a Kohaku que pare esta guerra?.

Si, en la madrugada que desperté alado de Chifuyu me la pasé dándole vueltas a esta invitación de Kohaku, y se me ocurrió la brillante idea de que podía decirle sobre esta absurda pelea contra la Tokyo Manji.

Solo espero que los chicos no se den cuenta que he salido, porque cerré la puerta de mi habitación con seguro y espero que no se les ocurra romper la puerta o juro que los voy a golpear hasta que los sientan sus hijos.

¿Y si mejor volvemos por donde vinimos?.

Sip. Eso haré.

Gire sobre mis talones, levante un brazo para parar un taxi... Vaya suerte la mía que ninguno se para.

—¡Akane!.— mierda.— No pensabas irte ¿o si?.— di la vuelta, brindándole una sonrisa algo tensa

Kohaku se acercaba a mi mientras metía las manos dentro de su pantalón de vestir negro, se veía guapo, hasta podría... No seas tonta, piensa en Mitsuya, piensa en Mitsuya.

—No, para nada.— estaba nerviosa, más cuando me miró de arriba a abajo, relamiendo sus labios

¿Por qué se me ocurrió traer este vestido?

Había decidido ponerme un vestido estilo cóctel con mangas tres cuartos de color negro y unas zapatillas de tacón bajito doradas, Draken me lo había regalado en mi cumpleaños número doce, lo compró dos toallas más grande y hasta ahora pude ponermelo y los zapatos fueron cortesía de Baji.