𝐃𝐫𝐨𝐰𝐧𝐢𝐧𝐠 || 𝐌𝐢𝐭𝐬𝐮𝐲𝐚 𝐓𝐚𝐤𝐚𝐬𝐡𝐢 ✓

𝒄𝒂𝒑í𝒕𝒖𝒍𝒐 33

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Akane estaba sentada en uno de los columpios del parque que estaba cerca de su antigua casa, con un cigarro de cocaína entre sus dedos se mecía con sus talones, con la mirada perdida en el verde pasto, replanteándose si debía ir a la dirección que le mandó Yuichiro por mensaje.

Takeomi la había suspendido no importándole las palabras que le dijo la anoche anterior, pero orgullosamente portaba su uniforme de la pandilla lista para repartir golpes a diestra y siniestra.

Dio una última calada a su cigarro y lo boto al piso, se levantó de donde estaba y metiendo las manos dentro de los bolsillos de la sudadera comenzó a caminar hacia su moto.

Soltó un suspiro, bajando la mirada hacia sus zapatillas negras y luego la alzo mirando por el rabillo del ojo a ciertas cabellera rubia y blanca que conocía tanto, sonrió de soslayo sabiendo que ese par no la dejaría sola ni para ir a la esquina.

—Salgan ya, los he visto.—escuchó como se removieron los arbustos y luego las figuras de sus amigos favoritos se pusieron frente a ella.— Ni se les ocurra dete-

—Iremos contigo.— dijo Takemichi rápidamente, sorprendiendo a la bicolor

—¿Están seguros? Porque será un completo suicidio.— su corazón se hinchó de emoción al ver el rostro de Senju y Takemichi serios, demostrándole que no iban a dejarla sola.— Bien, andando.

Akane pasó por entre medio de ellos continuando la marcha hacia su moto, la bicolor apretó el puente de su nariz resignada, conocía a ese par mejor que nadie y sabía que eran capaz de seguirla hasta donde fuera

—Los chicos van colgarme.— río para si misma rodeando a la chica para subir a su moto.— Andando.

Takemichi se fue en la moto que le regaló Mikey y Senju con Akane. Senju por más que se lo dijo así misma muchas veces no pudo evitar emocionarse como una niña al recibir un regalo, al ir en la misma moto a golpear a un montón de idiotas con ella...

Con su figura a seguir.

La noche había llegado más rápido de lo esperado haciendo ver aquella zona de edificios abandonados como un escenario de película de terror. Bajo la velocidad de su moto, mirando hacia todos lados en busca de la señal que supuestamente Yuichiro le había dicho que dejaría.

Pero algo dentro de ella le decía que algo anda mal, y empezando porque en ninguno de los edificios estaba la supuesta señal. Se estacionó y cerró sus ojos una vez que apago la moto, llevo una mano a su nuca tallando suavemente; abrió su ojo derecho justo para ver como Takemichi se estacionaba de lado frente a ella, apago la moto y frunció el ceño mirando fijamente detrás de ella.