-𝙸 𝚊𝚖 𝚍𝚛𝚘𝚠𝚗𝚒𝚗𝚐 𝚒𝚗 𝚕𝚒𝚚𝚞𝚘𝚛 𝚊𝚗𝚍 𝚊𝚙𝚊𝚝𝚑𝚢, 𝚠𝚒𝚕𝚕 𝚋𝚎 𝚝𝚑𝚎 𝚍𝚎𝚊𝚝𝚑 𝚘𝚏 𝚖𝚎
-El punto es.- relamio sus labios.- Que no te importa salir herida. ¿Pero sabes cómo me sentiría?.- negue.- Estaría devastado, y si mueres, me...
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—Algunas veces las cosas simplemente te pasan. Simplemente suceden. No puedes hacer nada al respecto, pero lo que haces es lo que cuenta. No lo que ocurre, sino lo que decides hacer.
—¿Qué hacemos viendo esta serie?.— pregunto Chifuyu a mi lado.— ¿No es donde la chica se termina sui-
—Shh, no hagas spoilers o enserio te golpeare.— lo regañe, lanzándole uno de los cojines que tenía aún lado
Hace unos días había salido del hospital con una y mil recomendaciones del doctor y una de ellas era el asistir a un psicólogo para tratar lo de los terrores nocturnos. Oh si, amigos, cada noche sin falta, gritaba en sueños. Me habían recetado pastillas para dormir y antidepresivos pero parecían no funcionar.
Ni siquiera estoy deprimida, viejo tonto.
Obviamente me negué a ir con el psicólogo, no quería que alguien a quien no le importan mis problemas en absoluto me ayudara y me dijera palabras vacías solo para motivarme.
Y no podía tomar más de dos porque los chicos siempre me las daban asegurándose de que no tomara más de una. Y para evitar dormir, con Chifuyu nos hemos dedicado a ver tres series desde las seis de la tarde, comiendo sopa instantánea y con una sábana encima.
Era una noche lluviosa y nada mejor que ver series con tu mejor amigo y comer; en este caso estábamos viendo 13 Reasons Why. Baji y Kazutora se habían ido hace poco a no se donde, dejándome a cargo de Chifuyu, había dicho que no era necesario pero no hicieron caso.
Terminamos de ver la serie a eso de las diez de la noche, quedándonos en completo silencio después de la última escena donde ella se suicida. Tome una gran bocanada de aire y la solté lentamente, deje el pote de fideos en la mesita de café y me deje caer hacia un lado, cayendo en las piernas del rubio.
Chifuyu no dijo nada al respecto, solo posó su mano en mi cabello y comenzó a pasear sus dedos por este, poniendo play a la siguiente temporada.
El mayor se paró de donde estaba, dejando que mi cabeza cayera contra la suave superficie y desapareció entre la oscuridad de la casa, me envolví aún más en la cobija y seguí viendo la serie.
Oh vaya, ahora es tu turno Brice.
Al poco rato, el rubio regresó con una almohada. Con un movimiento de mano me indico que me sentará y a regañadientes lo hice, estaba demasiado cómoda.
Vi como acomodo la almohada donde antes estaba mi cabeza y se acostó él primero, luego palmeo el espacio libre que quedaba y me deje caer en la almohada y una vez acostados en el sofá, que agradecía era muy espacioso, continuamos viendo la serie.
