-𝙸 𝚊𝚖 𝚍𝚛𝚘𝚠𝚗𝚒𝚗𝚐 𝚒𝚗 𝚕𝚒𝚚𝚞𝚘𝚛 𝚊𝚗𝚍 𝚊𝚙𝚊𝚝𝚑𝚢, 𝚠𝚒𝚕𝚕 𝚋𝚎 𝚝𝚑𝚎 𝚍𝚎𝚊𝚝𝚑 𝚘𝚏 𝚖𝚎
-El punto es.- relamio sus labios.- Que no te importa salir herida. ¿Pero sabes cómo me sentiría?.- negue.- Estaría devastado, y si mueres, me...
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Se movía con suavidad, hacia el bello e inexplorado mundo allá en el fondo, flota en el silencio y lo rompe con el sonido de su respiración. Arriba de ella, no hay más que una hermosa luz, del lugar donde viene y al que volverá cuando salga de ahí.
Se sumerge, esta buceando, va bajando junto a afiladas rocas y oscuras algas hasta la profundidad azul donde, un cardumen espera. Al nadar entre el agua, burbujas brotan de ella, burbujas que se alejan. Revisa el oxígeno, no tiene mucho tiempo y ella quiere ver muchas cosas, pero eso es lo que lo hace especial.
Despertó...
Después de dos semanas dormida despertó, la luz blanca de la habitación la cegó por unos instantes, cerró los ojos con fuerza y los abridor nuevo sintiendo un leve escozor en sus ojos ahora. Intento mover su mano para poder levantarse pero un fuerte agarre se lo impidió; giró su cabeza hacia el lado izquierdo de la habitación encontrándose con aquella cabellera lila que tanto conocía.
Desde que fue ingresada por segunda vez al hospital no se había separado de ella en ningún momento.
Movió su mano ligeramente logrando despertar al pelilila, vio como su espalda se tensó solo un poco y se enderezó en su asiento despertando algo confundido, con sus puños tallo sus ojos para lograr espabilarse. Bajo sus manos a su regazo y parpadeo un par de veces.
—¡Akane!.— el asombro en su voz se hizo notar más de lo que quiso, la leve risa de la chica hinchó el corazón de Mitsuya quien rodeó su cintura con sus brazos. Akane rodeó el cuello del muchacho y este la ayudó a sentarse, sus manos liberaron la cintura de la chica y aprisionaron sus mejillas.— Eres una tonta, te dije que te ayudaría si lo necesitabas.— en estos momentos ni siquiera le importo que lo viera llorar, la perdió dos veces y no sabía si su corazón lo iba a soportar una tercera vez
Sus ojos vagaban por cada facción de su rostro, incluso sus dedos rozaron las pequeñas cintas que ayudaban a cerrar las heridas de su labio y cejas; lentamente el muchacho comenzó a acercarse con la vista fija en aquellos labios carnosos que hace un tiempo beso.
Akane no se alejó, ni siquiera pensó en hacerlo, después de tanto tiempo no iba a negar que extrañaba los labios de Mitsuya.
Trago duro y antes de que el muchacho se arrepintiera ella rompió la poca distancia que los separaba, uniendo sus labios en un suave y romántico beso. Demonios ¿Cuánto tiempo había pasado desde la ultima vez que se besaron? Eso no importaba, lo que importaba es que justo en estos momentos sentían como sus corazones latían al unísono.
Esto... ¿Esta bien?.
Mitsuya fue el primero en separarse, no porque quisiera si no porque justamente del otro lado de la puerta había alguien apunto de entrar a la habitación y dicho y hecho, la puerta se abrió dejando ver al doctor t detrás de él venía Mikaela.
