𝐃𝐫𝐨𝐰𝐧𝐢𝐧𝐠 || 𝐌𝐢𝐭𝐬𝐮𝐲𝐚 𝐓𝐚𝐤𝐚𝐬𝐡𝐢 ✓

𝒄𝒂𝒑í𝒕𝒖𝒍𝒐 26

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Ya estaba lista, solo tenía que esperar a que Mitsuya me dijera que estaba donde le había dicho y yo saldría por la ventana.

Y todo se debe a que los chicos nada más escucharon que saldríamos en una cita, empezaron con su sobreprotección y que no me dejarían salir así tuvieran que poner a todos los escuadrones en cada esquina de la casa, exagerados, lo se.

Mi teléfono vibro, estire mi brazo hacia la mesita de noche y tome el aparato viendo que tenía un mensaje de Mitsuya que decía que ya estaba donde acordamos y que tuviera cuidado al bajar.

Rodé los ojos ante su preocupación y guardando el aparato en el bolsillo de mi pantalón, abrí la ventana, tome una gran bocanada de aire y un gran coraje para saltar hacia el árbol frente a mí. Mis manos sudaban de lo nerviosa que estaba al tener que caminar por la rama del árbol que daba directo a mi habitación y todavía tener que sostenerme con mis manos de una más delgada.

—Esto era más sencillo cuando era niña.

Baje del árbol dando un salto, salí corriendo cuál ladrón del patio de la casa y salté la cerca de madera. Hacer esto me va a cobrar factura luego.

Una cuadra más adelante logre ver al peli purpura apoyado en su moto, sus brazos cruzados sobre su pecho haciendo notar los músculos de sus brazos. Se veía tan sexy a simple vista y tan mío.

—¡Holaa!.— dije animada, abrazando su cuello y dándole un beso en la mejilla, al separarme vi que tenía un leve puchero en sus labios.— ¿Uh? ¿Qué ocurre?.

—Dame un beso.— sonreí de manera perversa y me acerque a besar su mejilla.— Akane.— reprochó

—Ya ya, esta bien.— reí y esta vez besé sus labios castamente, las manos del mayor se colocaron en mis caderas apegándome más a él, cosa que me hizo quejarme

—Lo siento, ¿te lastime?.— pregunto cuando me separó de él, yo negué ganándome una mirada de reproche de su parte.— Cualquier cosa que te duela y si me estoy pasando, por favor... Hazme lo saber ¿si?.— beso mi frente a la vez que yo asentía

Nos montamos en su moto y la puso en marcha con rumbo a no se donde diablos me este llevando el muchacho pero yo voy porque me gusta lo misterioso.

Para mí buena, o mala suerte, Mitsuya estaba saliendo de la ciudad, trazando el mismo camino que Kohaku había echo cuando me "secuestró" por así decirlo. Al menos agradecía que no me estuviera llevando al mismo restaurante o de verdad esta cita hubiese terminado mal, aunque cualquier lugar donde estuviera Mitsuya era imposible que las cosas salieran mal.