Las dudas nos hacen retroceder, nos hacen sentir miedo y nos hacen sentir vulnerables. No está mal no saber que hacer y no está mal no tener siempre las respuestas, sólo recuerda que cuando te sientas tan mal como para no querer seguir recuerda que...
''No pierdas quién eres en la confusión de las estrellas
Ver es engañar, soñar es creer
Está bien no estar bien A veces, es difícil seguir a tu corazón
Las lágrimas no significan que estés perdiendo''
(Don't lose who you are in the blur of the stars Seeing is deceiving, dreaming is believing It's okay not to be okay Sometimes, it's hard to follow your heart)
Who You Are - Jessie J
LOUIS
-¡Carajo!- exclamé para mis adentros, divisando aquella escena que se desarrollaba ante mis ojos. Rodeé a James con mis brazos, intentando transmitirle calma y seguridad.
-Tranquilo- susurré, haciendo una pequeña pausa antes de tomar su rostro entre mis manos. Sus ojos, aún cristalinos por el llanto, me creaban un nudo en el estómago. -Estoy aquí, estoy contigo- añadí con firmeza.
-Es que no lo entiendo- dijo James, dispuesto a levantarse. Lo ayudé a ponerse de pie mientras continuaba hablando. -Se supone que es mi padre, se supone que debe amarme yo...-
No lo dejé continuar. Decidido, le pregunté:
-James, por favor, sé honesto conmigo- levantó su rostro y respondió con una tierna sonrisa.
-Siempre, Lou.
-¿Eres gay?- Las palabras salieron con dificultad, pero necesitaba aclarar mis dudas. Mi pregunta lo tomó desprevenido, lo noté en sus ojos sobresaltados.
-No- suspiró -pero si lo fuera, ¿habría algún problema?- Su mirada era la de un niño pequeño, su rostro confuso y ruborizado buscaba algún tipo de aprobación.
-¡Claro que no!- sonreí -No seas tonto, nada cambiaría. Eres mi mejor amigo y te quiero incondicionalmente.- Nos hundimos en un cálido abrazo, seguido de un -gracias- de su parte.
-No hay por qué agradecer. Sólo no te enamores de mí, ¿eh? Que sé que estoy buenísimo.- James rió ante esto último y añadió:
-No te hagas ilusiones, idiota, pero...- se detuvo un momento -sí que tengo que agradecerte. Nadie nunca se había preocupado por mí. No estás en obligación de nada y, aun así, me apoyas y me aconsejas. Me siento tan egoísta por no poder hacer lo mismo por ti.-
James no era alguien que se abriera a menudo, y mucho menos en lo que respecta a sus sentimientos. El hecho de que se sintiera mínimamente culpable me hacía pensar muchísimo. Siempre buscaba la forma de ignorar lo que le pasaba e intentaba desviar la atención cuando había algún problema o situación. Yo mostraba algún tipo de preocupación y él siempre decía que no pasaba nada. Las personas creamos mecanismos de defensa para no salir heridos, por eso las rosas tienen espinas. Supongo que no demostrar sentimientos ni vulnerabilidad era su forma de evitar salir herido o lastimado. Viendo ahora esta situación, me doy cuenta de que, por más que no queramos, debemos recurrir a alguien. No debemos cargar con todo y no podemos sobrellevar todo solos, porque tarde o temprano nos terminamos haciendo daño.
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