Solo Un Poco De Amor

XX

''Puedo sentir mi corazón rompiéndose
Los errores que he estado cometiendo
Se me está acabando la paciencia para fingir
No es así como dejaré que termine''

(I can feel my heart breaking
Mistakes I've been making
I'm running out of patience to pretend
This isn't how I'll let it end)

I Can't Fix You - The Living Tombstone

JAMES

Han pasado tres meses desde aquella noche, y siento que han sido los tres meses más largos de mi vida. mientras el tiempo sigue su curso, mi vida ha dado un giro.

Después de aquella discusión luego de la fiesta, todo era muy distinto. Me he distanciado tanto de él que apenas nos reconocemos cuando nos cruzamos. La imagen de Louis y Ayesha besándose sigue grabada en mi mente, un recordatorio constante del dolor que siento. No he tenido el valor de decirle a Louis lo que vi esa noche, y el secreto pesa sobre mí como una carga insoportable.

Intenté seguir adelante. Conseguí un trabajo como guardia de seguridad en un edificio de oficinas y me mudé a un departamento cerca de mi trabajo. Vivir solo ha sido un desafío, pero también una forma de enfrentar mis propios demonios. El trabajo es monótono, pero al menos me mantiene ocupado y me da un propósito. No he vuelto a hablar con mi padre, y aunque me afecta de vez en cuando no saber como esta, recuerdo todo lo que pasé y se me pasa rapidamente.

Louis, por su parte, parece haber encontrado el amor en Ayesha. Han pasado de ser amigos a novios, y aunque trato de no pensar demasiado en ello, es imposible ignorar la punzada de celos y tristeza que siento cada vez que los veo juntos. Me alegra que Louis haya encontrado a alguien con quien compartir su vida, pero no puedo evitar sentirme desplazado. Por otro lado, me había vuelto muy cercano a Mike y Will, y aun que a veces me insitaban a hablar con Louis aun no me sentía capaz.

Recuerdo la última vez que hablamos, fue hace un mes. Louis me llamó, pero no respondí. No supe qué decirle. No quería enfrentarme a la realidad de que nuestra amistad se había desmoronado. Desde entonces, he evitado cualquier contacto con él. Me sumerjo en mi rutina diaria, tratando de no pensar en lo que he perdido.

El trabajo como guardia de seguridad es solitario. Paso las noches vigilando cámaras y haciendo rondas por el edificio vacío. A veces, mis pensamientos vagan hacia aquellos momentos que compartí con Louis. Las risas, las conversaciones profundas. Esos recuerdos son ahora como fantasmas que me atormentan en la oscuridad.

Una noche, mientras hacía mi ronda habitual, mi teléfono vibró en mi bolsillo. Era un mensaje de Louis. "Hey, Jay Jay" Mi corazón latió con fuerza. Quería responder, pero el miedo me paralizó. No respondí. Dejé que el silencio fuera mi respuesta.

A medida que los días pasaban, la soledad se hacía más palpable. Empecé a escribir en un diario, una forma de desahogar mis pensamientos y emociones. Escribía sobre lo mucho que extrañaba a Louis, sobre el dolor de verlo, sobre mis miedos y mis esperanzas. Era una forma de enfrentar la realidad sin tener que decirlo en voz alta.

Las noches eran especialmente difíciles. Me encontraba a menudo en mi pequeño balcón, mirando las luces de la ciudad y preguntándome qué estaría haciendo Louis en ese momento. Me preguntaba si pensaba en mí, si alguna vez se daba cuenta de cuánto había cambiado nuestra relación.

Una tarde, mientras estaba en la cafetería cerca de mi trabajo, vi a Ayesha. Estaba sola, con una expresión pensativa en su rostro. Trate de evitarla, pero eventualmente se percato de mi presencia y se acerco a saludarme, la invite a sentarse conmigo.

—James, hace tiempo que no hablamos —dijo, rompiendo el silencio.

Asentí, sintiendo el peso de la conversación que se avecinaba. —Sí, he estado ocupado con el trabajo y... otras cosas.

Ayesha me miró con seriedad. —Louis te extraña. Sé que algo pasó entre ustedes, pero no sé qué. Solo sé que te extraña y no sabe cómo arreglarlo.

Sentí un nudo en la garganta. —Yo también lo extraño. Pero hay cosas que no puedo decirle. Cosas que no entendería.

Ayesha me tomó de la mano, apretándola suavemente. —James, si realmente valoras su amistad, tienes que intentar. Tienes que ser honesto con él, incluso si es doloroso.

Sus palabras me hicieron reflexionar. Sabía que tenía razón. No podía seguir huyendo de mis sentimientos y de la verdad.